Publicado el 2020-09-19 In Temas - Opiniones

Integración educacional en Schoenstatt

Patricio Young, Chile •

El tema educacional es muy importante en nuestra familia de Schoenstatt para la misión. Por ello es que merece permanentes reflexiones desde distintos puntos de vista. —

Desde la educación es donde se deben marcar signos significativos que generen caminos de inclusión, que busquen superar la discriminación y brecha social que tenemos a nuestro interior y que nos conforma como casta, justo lo que el P. Kentenich no quería.

Tenemos que comenzar venciendo este orgullo de casta o el trato de casta en nuestro medio; digo intencionalmente «de casta», ustedes entienden lo que quiero decir (…) Solidarismo entre las diversas ramas, entre los Institutos, las Federaciones y la Liga (…) Esto significa que queremos anticipar la sociedad ideal. No solo en lo espiritual, sino también vitalmente, en cierto sentido, incluso, en el plano económico” (Cita extraída del libro del padre Rafael Fernandez:  20 de enero, 31 de mayo y la Redención).

El padre Joaquín Alliende, en Horizonte a la vista, Schoenstatt Vivo, 12/4/2014, señalaba: “Hay un peligro que amenazará siempre a Schoenstatt: una postura elitista, que transforma nuestras comunidades de dirigentes (NR: Institutos y Federaciones) y de militantes (NR: denominación de los miembros de la Liga apostólica en Chile y los países adjuntos) en núcleos selectivos y autorreferentes. En la práctica, esto significa hacer del MPP (Movimiento Popular de Peregrinos) un cuerpo anémico e intrascendente”.

colegio

Mary Matha School, India

El rol de los colegios de Schoenstatt

En el mundo contamos con alrededor de 30 colegios (Chile, Argentina, Uruguay, México, Alemania, España, Portugal, Brasil, India, Perú) que siguen la pedagogía del P. Kentenich, mayoritariamente privados. En Chile hay nueve en la red de colegios kentenijianos de la Fundación Pentecostés y solo uno gratuito en Puente Alto, del que se acaba de publicar un interesante artículo en este mismo medio, el resto está en sectores de altos recursos.

Si queremos dejar de ser un movimiento elitista socialmente o de casta, debemos dar pasos significativos en el tema de la educación. Eso supone definir cuáles son los espacios que debemos conquistar, los que naturalmente nos deben llevar a los sectores más carenciados de la sociedad.

Esta transformación no es solo para ser fiel con el mensaje de Cristo y nuestra Iglesia hoy, sino también para enriquecer nuestro movimiento con otras realidades existenciales. Este tema ya lo he comentado en otras oportunidades.

Una propuesta audaz

Una coherencia y consistencia nos obligan a abordar con urgencia este tema. En ningún caso significa abandonar los colegios existentes o los alumnos de clase media y alta, sino muy por el contrario, lograr una real integración social, que permita el reencuentro de distintas realidades sociales, enriquecerse ambas de su diversidad, crecer en la solidaridad, diversidad, respeto y tolerancia al otro, asumiendo   juntos el desafío de construir una verdadera casa común más justa y equitativa para todos.

A mí me parece que el camino es que debieran abrirse estos colegios para otros sectores sociales. Sin embargo, en Chile su ubicación ya de por sí discrimina y hace difícil el acceso para quienes viven segregados en espacios retirados de éstos.

Es por eso por lo que propongo que cada colegio privado tenga bajo su responsabilidad y conducción otro para sectores carenciados.

Algunas características que sugiero:

  1. Estos nuevos colegios tengan la misma pedagogía y calidad docentes de los privados.
  2. Su financiamiento puede ser público con algún apoyo necesario de la institución sostenedora para lograr iguales niveles de calidad tanto en la formación como en la infraestructura.
  3. Los alumnos de ambos colegios deben vincularse y realizar trabajos comunes de tipo pastoral o social. Incluso se debieran generar estadías por algún tiempo de unos alumnos en el otro colegio, de tal manera de experimentar realmente una integración social que los enriquezca a ambos.
  4. No puede existir una relación de uno sobre otro, de ir a conocer la realidad de los pobres o de los ricos. Ambos al estar unidos por la misma calidad educativa se deben constituir en una sola institución.
  5. Para ello, ambas unidades educacionales deben tener el mismo nombre y solo expresarse como sedes distintas
  6. Por lo tanto, deben estar integrados de alguna manera en su conducción para asegurar esta integración.
  7. Se requerirá contar con el apoyo de Trabajadores Sociales que colaboren en este proceso de integración de mundos diferentes y, en muchos países, muy distantes.

Naturalmente, no se pretende marcar todos los aspectos que se deberían considerar, sino solo dar un brochazo que marque aspectos centrales de la idea a seguir. En definitiva, esto deberá ser estudiado y trabajado por un equipo de profesionales convocados para esta tarea.

Quizás los lectores puedan también complementar y enriquecer esta propuesta.

Qué diría el P. Kentenich

Pido sincera y humildemente a las instituciones que gestionan nuestros colegios (Padres de Schoenstatt, Hermanas de Maria, laicos), que entren en el más breve plazo en este proceso por el bien de Schoenstatt y de cada país.

¿Qué nos diría el P. Kentenich en estas circunstancias? “…el Concilio apuntaba a una Iglesia renovada que tuviera la característica de ser una Iglesia pobre, en sí misma pobre… Pero, además, una Iglesia no solo signada por la pobreza sino también amiga de los pobres, amiga de aquellos que no se contaban entre los preferidos de la gente de Iglesia, o simplemente de la sociedad humana” (P. José Kentenich, Renovación de la Iglesia, pag. 100).

Colegio Maria de Nazaret, Córdoba, Argentina

¿Quieres sumarte al desafío de cambiarle la vida a un niño?

Presentación de algunos colegios con pedagogía kentenijiana

Red de colegios kentenijianos en Chile – Fundación Pentecostés

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1 Responses

  1. mario requena pinto dice:

    Yo estuve en un colegio de los Oblatos en Antofagasta y aparte de hacer las cosas que propone Patricio Young, creo que una cosa que une enormemente y que no la nombra, quizás por ser obvia, es el deporte. Si esos colegios se presentaran con un solo equipo a los campeonatos escolares, aseguro que se generará una camaradería muy beneficiosa.

    mario requena pinto

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