Año Santo de la Misericordia, del P. Egon M. Zillekens •
En octubre, se llevaron a cabo obras de reforma en el Santuario Kanaan Patris, el santuario de la Federación de Sacerdotes, situado en el jardín de la Casa Marienau, a pocos metros del Santuario Original, en Schoenstatt. Una nueva imagen del santuario: la puerta cerrada, los cimientos a la vista. En una carta a la Federación de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt, el P. Egon M. Zillekens invita a vincular esta nueva mirada sobre el santuario con el Año Santo de la Misericordia.
Queridos hermanos:
De repente el acceso está bloqueado, la puerta cerrada.
Sólo se aprecia lo que se ha tenido, cuando se lo ha perdido:
Simplemente entrar al santuario,
saludar, pedir, agradecer,
encomendar a un hermano enfermo,
mirar a qué curso le toca hoy,
hacer una pausa
ante ella, con ella, ante Él, con Él.
¿Qué sería de nosotros sin nuestro Santuario?
El 8 de diciembre se abre la Puerta de la Misericordia.
Podemos atravesarla los que vivimos de SU compasión.
Quizá redescubramos, para nosotros, el sacramento de la misericordia.
Estamos dispuestos, y abiertos a todos los que vengan
a beber de la fuente de la misericordia.
Para ello, no necesitamos un curso sobre la misericordia,
todos los días experimentamos cómo nuestras miserias despiertan la misericordia del Padre.
Aquí estoy, Padre. Aquí soy Padre…
Un albañil golpea el muro de nuestro santuario y nos recuerda el mensaje de nuestro Padre: Dios, como un maestro albañil, golpea cada muro y verifica si está adherido y bien sujeto, sin retroceder ante ningún convento, ante ningún pueblo de la selva africana; tampoco ante la Federación de Sacerdotes Diocesanos, ante nuestros grupos, ante nosotros, ante mí.
