TUCUMÁN, P. Guillermo Mario Cassone •
Jesús resucitado sale vivo del sepulcro para encontrarse con los suyos.
Se manifiesta a la Magdalena y la llama por su nombre.
Se manifiesta a los discípulos en el Cenáculo y los saluda con la paz.
Se manifiesta en el camino de Emaús y les explica las Escrituras.
Y ¡cuantos encuentros más antes de su Ascensión al cielo!…
Hoy también, en esta Pascua de 2015, sale a nuestro encuentro, “nos primerea”.
Cada uno de nosotros recuerda algunos encuentros con Jesús en su vida.
Aquí y ahora anhelamos encontrarnos nuevamente con Él.
Seguramente en la Eucaristía nos podemos encontrar cara a cara con Él.
En su Palabra nos habla a la mente y al corazón, si sabemos escucharlo.
En la voz de nuestra conciencia también nos habla y nos señala el rumbo.
En los hermanos nos habla cada día, nos orienta y nos reclama atención.
En la oración personal podemos escucharlo y hablarle desde lo más íntimo.
En la belleza de la Creación nos muestra el amor sabio del Creador.
En las alegrías y pruebas de la vida nos envía mensajes, a veces cifrados.
Abramos el corazón en esta Pascua para llegar a un encuentro con Él.
Nuestra vida se llenará de paz y de esperanza, se hará alegría contagiosa.
Nuestro amor a Él y a los hermanos va a madurar y a dilatarse.
Nuestra mirada del futuro será más optimista y creativa.
Vivamos este tiempo pascual con María, que nos comunicará su gozo.
Compartamos la alegría del Evangelio saliendo al encuentro.
Demostremos el amor con hechos y acciones solidarias.
A todos: ¡muy feliz Pascua de Resurrección!