Publicado el 2022-05-03 In José Kentenich

Suspensión del proceso de beatificación del P. Kentenich

Equipo editorial •

Publicamos la información  del obispado de Tréveris sobre la decisión del obispo Ackermann de suspender el proceso de beatificación del P. Kentenich, información enviada a los medios hoy, 3 de mayo de 2022. —

Comunicado de Prensa del Obispado de Tréveris, 03.05.2022
El proceso de beatificación del P. José Kentenich queda suspendido. El Obispo Dr. Stephan Ackermann no proseguirá activamente el proceso; en lugar de ello promueve nuevas y libres investigaciones.

Así lo dio a conocer el Obispo Dr. Stephan Ackermann el 3 de mayo en Tréveris.

El proceso se lleva adelante en el Obispado de Tréveris porque el P. Kentenich falleció el 15 de septiembre de 1968 en Schoenstatt/Vallendar. De ahí que el Obispo de Tréveris sea responsable de la investigación diocesana en el proceso de beatificación del fundador de Schoenstatt iniciado en 1975.

Trasfondo de esa decisión del Obispo son las acusaciones de abuso contra el P. Kentenich que cobraron estado público en 2020.

Ya en fases anteriores de la parte diocesana del proceso de beatificación se tuvo conocimiento de tales acusaciones. Los responsables de ese momento las investigaron con los medios que por entonces estaban a su alcance. Por la publicación del año 2020 se vio con claridad que los puntos de vista sustentados hasta ahora eran insuficientes.

Luego de la apertura de los archivos vaticanos (hasta el final del pontificado del papa Pío XII, en 1958) se dispone de documentos que no habían podido ser integrados a la investigación diocesana del proceso de beatificación del fundador del Movimiento de Schoenstatt. Ante esta situación, en julio de 2020 el Mons. Ackermann había expresado que quería convocar una segunda comisión de historiadores, en conformidad con la Instrucción Sanctorum Mater que reglamenta los procesos de beatificación.

En diálogo con peritos de diversas disciplinas sobre el procedimiento adecuado a seguir, y sobre la base de las experiencias de la última década en el campo del esclarecimiento y revisión de los abusos en sus diferentes formas, se detectaron dos necesidades que contemplar: desde puntos de vista de contenidos sólo se puede lograr un panorama completo si junto con la historiografía se incluye también la psicología y la pedagogía. En este proceso es indispensable que el abordaje científico de las cuestiones por aclarar se realice libremente, es decir, de manera independiente y transparente. Esto no puede ser hecho así por una mera comisión de historiadores según establece la Instrucción romana.

Además el Obispo Ackermann hizo revisar otro aspecto de la causa Kentenich: en los años 90, un ciudadano norteamericano acusó a Kentenich de haber abusado sexualmente de él en los años 1958 a 1962. En 2021 Ackermann hizo examinar nuevamente por un ex fiscal federal la acusación ya investigada en los EE.UU. por parte de la Iglesia, a fin de comprobar si la indagación hecha podría considerarse como suficiente a la luz de los criterios actuales. El dictamen del fiscal no arriba a ningún resultado concluyente sino que sugiere evaluar la cuestión en contexto con los otros aspectos que quedan por aclarar.

“Los debates de los últimos dos años han señalado que es necesaria una investigación más profunda de la persona y obra de José Kentenich”, según el Obispo Ackermann. “Por eso vería con mucho agrado que en los próximos años se haga la investigación correspondiente”.

A la vez es importante para el Obispo la salvedad de que con la suspensión del proceso de beatificación no se he emitido juicio alguno sobre la vida y obra del P. Kentenich. La decisión del Obispo Ackermann fue consultada con la Congregación para las Causas de los Santos y comunicada a la Presidencia General de la Obra Internacional de Schoenstatt.

“Soy consciente de que la suspensión del proceso de beatificación es un paso doloroso para la Familia de Schoenstatt”, dijo el Obispo de Tréveris. Pero con ello no se menoscaba de ninguna manera la importancia de la variada acción de Schoenstatt en todo el mundo.

Comunicado oficial (alemán) en la página del obispado

Comunicado de prensa

Entrevista Mons. Ackermann

Comunicado de la Presidencia Internacial (schoenstatt.com)

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15 Responses

  1. Jorge Llanos dice:

    Lo que parece inoportuno es que se mantenga la veneración al P. Kentenich. Las salas del Padre están fuera de lugar. En realidad siempre lo han estado, puesto que Kentenich nunca fue beato, ni superó siquiera las primeras fases del proceso de beatificación

    • Coincido. Aunque no constituyen formalmente «culto público» estas salas del PK hoy conducen a confusión en orden pastoral.
      Igualmente otras situaciones a considerar por la Presidencia o bien por los Obispos diocesanos en santuarios y centros de Schoenstatt en este sentido serían, además de estas «salas del Padre Kentenich»:
      -Imágenes o estatuas de éste. Así como medallas o reliquias de tercer grado (ropa o similares).
      -Las estampas y otros folletos… Es hoy Siervo de Dios J.Kentenich?? Se puede seguir promoviendo su devoción con un proceso suspendido formalmente por el Obispo de Trier? De seguir haciéndose de forma institucional podría entenderse como desobediencia formal a la Iglesia.
      -En la Argentina está su imagen en algunos vitrales en el altar de algunos Santuarios, cerca del Santísimo Sacramento. Se supone que no sería culto litúrgico, pero sería imprudente mantenerlo, más tan cerca de la Presencia eucarística.
      -Las diversas secretarías en varios países por su beatificación: se mantienen?
      -Sin comentarios un acto que algunas comunidades o laicos hacían: la «alianza» con el fundador, que deben tener una honda revisión por su inconsistencia teológica (nuestra Alianza es con la Trinidad y por extensión con María Santísima! No con personas, aunque santas! Pueden ser nuestros hermanos e intercesores – la comunión de los Santos del Credo- pero no podemos ni debemos confundir con la Nueva y Eterna Alianza en Cristo!). La idea, gastada y repetitiva, de las causas segundas (leamos al gran Tomás de Aquino de donde proviene!) es hoy más que cuestionable.

      Todo lo que escribo es por fidelidad al Evangelio y a la sana doctrina de nuestra Madre la Iglesia.

      Saludos en Jesús y María.

      • Lo más cercano que conozco como comparación, son los Cottolengos de Don Orione. Allí era admirado por su obra y su sensibilidad, pero no «venerado», ni aún siendo Suervo de Díos y venerable. Si se levanto de cero, un barrio con su nombre cerca de Cottolengo en Claypole. Solo cuando fue declarado Beato, se hizo una capilla con su nombre. Hoy ya es San Luis Orione y, como corresponde, puede ser venerado en toda la Iglesia.

        Los pasos, hasta dónde yo sé, se siguieron con la rigurosidad que se exige.

        Así debería ser en todos los casos.

    • Arturo Troncoso Unwin dice:

      Me parece que presentar la causa de beatificación fue un grave error, totalmente contrario al carisma del padre Kentenich. La única manera de canonizar al PK es que Schoenstatt sea santo.
      O sea, vivir el 4⁰Hito, que no excluye el tercero

  2. La actual situación de Kentenich, para mí y para muchas personas, es clarísima:
    -Ningún investigador/a ha podido contrastar o negar (aunque sea de forma parcial) de forma documental, fundada y científica las investigaciones de la Dra. Von Teuffenbach; quien, muy probablemente, por designios misteriosos de la Providencia pudo investigar. A ella la Iglesia hoy y Schoenstatt mañana le deben una infinita gratitud por su rigor y su valentía.
    -Las únicas defensas han sido de personas de Schoenstatt y ninguna ha podido tener la claridad y el nivel académico de Von Teuffenbach: ¿Qué persona no schoenstattiana ha podido defender a Kentenich? Creo que ninguna. En situaciones similares otras comunidades (el Arca, Legionarios de Cristo, Ayuda a la Iglesia necesitada) se contrataron equipos de investigación profesional externa por las acusaciones a sus fundadores y lamentablemente todas comprobaron que eran abusadores…
    -Hoy Schoenstatt debería plantearse una reforma profunda (homologable a Trento o al Vaticano II en términos de Iglesia Universal) en relación no a su carisma particular, que evidentemente es positivo, sino al rol de su fundador (cuestionar las ritualidades no litúrgicas y a veces hasta idolátricas, las imágenes de éste en «salas del Padre», ermitas o similares) y poder separar lo bueno y santo de Schoenstatt de su fundador. Sí, no es «mecanicismo» esta separación, sino Evangelio mismo. Y acá es fundamental la intervención directa de Roma, pues debemos filial obediencia a la cátedra de Pedro, más a ésta (que es de origen divino: «Tu es Petrus…» ) que a cualquier fundador/a. Pues lamentablemente el movimiento no puede ni debe hacerlo solo, porque hasta ahora no lo logró.
    -El hecho que ayer el Obispo de Trier suspenda la causa de beatificación es más que clara:
    «El que tenga oídos que oiga».

    • Con total honestidad y anhelo de verdad, claridad y transparencia me pregunto:»Habria Schoenstatt sin el Padre Kentenich?»

      • ignacio perez dice:

        Con honestidad y sin violencia, pienso que la pregunta es capciosa, la pregunta es: «Habría Schoenstatt sin Cristo, sin Dios?», porque si es obra de JK, es sola la obra de un hombre con sus luces y sombras.
        1.- Pienso que los dirigentes de la Obra, deben ser de una vez por todas honestos y claros: señalar si toman en serio las denuncias realizadas por mujeres consagradas y que señalaron con dolor, con angustia que habían sufrido diversos tipos de abusos por parte de JK. Los dirigentes han tratado a las denunciantes como calumniadoras, sin poder rebatir ni deslegitimar sus denuncias. ¿Por qué mujeres que entregaron su vida a Dios y amaban Schoenstatt, iban a inventar denuncias tan graves? ¿Por qué si esas mujeres eran honestas en su vocación y en su actuar, admiraban a JK, iban a inventar los abusos que relatan y que se encuentran en el archivo de los Pallottinos en Limburgo? ¿por qué muchas de esas hermanas abandonaron el Instituto y decidieron continuar su vocación, libres de abusos en otras comunidades de consagradas? ¿por qué se tapan los suicidios de Hermanas marianas, qué había detrás de ese dolor, angustia y depresión? ¿Quién les destruyó el centro de su personalidad? ¿Por que JK, señalaba, que la Hermana Anna no estaba capacitada para dirigir a las hermanas, precisamente en el contexto de las denuncias, después de haberla dirigido por 24 años, y haberla dirigido sola cunado JK estaba en Dachau? Muchas preguntas más surgen de todo esto.
        2.- Creo que es importante que la dirigencia de Schoenstatt, sea clara en cuanto a que JK ya no podrá ser canonizado. Es doloroso aceptar que Jk tuvo luces y sombras, y que dentro de las sombras habían delitos. Que el exilio fue por los abusos cometidos en contra de algunas Hermanas Marianas. Es importante vivir el duelo, y si la dirigencia sigue deshonestamente engañando a los de abajo, la resaca de la rabia y frustración se volverá en contra de ellos con violencia, no en mucho tiempo. Honestidad para vivir el duelo: JK no será canonizado.
        3.- La obra tiene muchos elementos buenos, y si se realiza una revisión y refundación sin duda, seguirá adelante.

        • Pabla dice:

          Realmente interesante su observación Dn Ignacio , sólo quisiera hacer un aporte.
          El proceso de beatificación es un difunto que requiere sepultura por parte de la dirigencia de Schoenstatt. Los paños fríos no evitarán que con el tiempo huela mal. La Comunidad que sigue en Shoenstatt no merece estar en ascuas a la espera de algo que a todas luces no ocurrirá.

        • José B. Villalba dice:

          La misma honestidad nos lleva a decir que el proceso está suspendido, no finiquitado. Suspendido, para, como dices, hacer un examen exhaustivo de lo que pasó. Si es voluntad de Dios, será santo. La suspensión del proceso le puede permitir a la dirigencia apurar la investigación y hacerla con transparencia, sin los rigores del secreto propio de los procesos de canonización y con la debida diligencia que depende solamente de los responsables del Movimiento.

          • ignacio perez dice:

            Nuevamente, sin violencia y evitando herir a nadie. Ser honestos, no implica seguir investigando, debemos hacerlo con objetividad y honestidad intelectual. Pero, con todo respeto se viene investigando desde el año 1975 en el que se abrió el proceso de beatificación de JK. Yo personalmente creo firmemente que la santidad es un don de Dios, y que la Iglesia con la autoridad de Cristo y los apóstoles sanciona en determinados casos especiales esa santidad, oficializándola a través de la canonización. La santidad es don de Dios, y no obra de los hombres. Eso sería pelagianismo, herejía que combatió con cierto éxito San Agustín. Nuevamente preguntas:
            1.- ¿Es honesto decir, los documentos los conociamos, no hay nada nuevo, y presentaremos pruebas para refutarlas? Hasta el momento han pasado dos años desde que se prometieron pruebas contundentes y demoledoras en contra de los documentos publicados por la respetable Dra. Teuffenbach. ¿Qué han hecho en dos años las comisiones de Trier, de Argentina, Chile, ect? ¿Cuáles son los resultados de estas comisiones? ¿Tienen algo nuevo que aportar a la discusión? Hasta ahora, a parte del libro del postulador o ex postulador Eduardo Aguirre (entendiendo que ya no lo es por el estado del proceso), se señala que no aportan nada nuevo.
            2.- ¿Por qué el obispo de Trier señala que habló con los peritos y decidió no continuar adelante, y comunicar previamente la decisión a la dirección del Movimiento? ¿Por qué no se pronuncia ni el obispo (encargado de los abusos sexuales y de otra índole dentro de la Iglesia Alemana), respecto de las denuncias realizadas por numerosas hermanas marianas por abuso de poder y conciencia, y algunas por abuso sexual? ¿Por qué la dirigencia de Schönstatt o de los Institutos y Federaciones no se pronuncian honrrada y claramente respecto de esas denuncias?. ¿Por qué se agradece a la diócesis de Trier, y después se dice que seguiremos investigando por nuestra cuenta? Me parece muy bien que se investigue. La pregunta es, ¿por qué la soberbia de creer que mi investigación es buena y la de doctores y especialistas de la Iglesia no lo es? ¿No contradice aquello el Dilexit Ecclesiam? ¿Amamos la Iglesia si solo aprueba lo que creemos que debe aprobar? ¿Amamos a la Iglesia solo si canoniza a nuestro Padre Fundador, porque nosotros creemos que es Santo? ¿ Qué está primero, el Dios Trino o la Iglesia? ¿Qué está primero, la Iglesia o Schönstatt? ¿Qué está primero Schönstatt o el fundador? ¿Existe sólo un fundador de Schönstatt? ¿La primera generación es fundadora o un anexo circunstancial?.
            3.- En conclusión, espero poder vivir el duelo, y que muchas personas puedan vivirlo tranquilas.

    • María Angélica Medina Kluss dice:

      Totalmente de acuerdo. Las Hnas. Marianas han sido a lo largo de su historia las que más han profesado e impulsado la veneración pueril e insana hacia Kentenich y lo digo con conocimiento porque fui novicia en la década de los 70

  3. Juan Zaforas dice:

    Todas las crisis ofrecen oportunidades. Ojalá Schoenstatt sepa aprovechar su oportunidad con la madurez que la situación requiere y con la generosidad de aquellas personas que tengan en su mano favorecerlo. Es el momento de descubrir al P. Kentenich, su carisma y al propio Schoenstatt a pesar de la “no santidad” del Fundador.

  4. Carmen Cosp dice:

    La expansión del Movimiento de Schoesntatt, su enorme crecimiento en Paraguay y America Latina , sus cuantiosos textos y homilias, retiros espirituales en donde podemos ver su amor a María y a la Iglesia ( a pesar que esta última lo separó de su Obra ) lo refieren como un Santo con todas las letras.

    • Pabla dice:

      Poro Carmen , con todo respeto, no somos nosotros los que debemos poner en duda lo vivido por las Hermanas de María… con mayor razor aún cuando sienten que fueron víctimas de “El Padre” fundador. No me atrevería a imaginar su angustia y tristeza.
      En mi infancia Se me inculcó que Dios es verdad, humildad y honestidad. Reconocer los “errores” del P. Kentenich lo humaniza no lo santifica y es eso lo que la dirigencia no acepta. Ya no fue!!
      Schoenstatt no necesita un “Santo” , el movimiento por si sólo lo es, la obra no es de “Él Padre” es de La Comunidad que la sostuvo y mejoró. Schoenstatt necesita esa Comunidad valiente dispuesta a reconocer y dar vuelta una página dolorosa pero nunca sin antes aprender la lección. Encontremos esa lección en nuestro corazón llenos de humildad acompañados con el ejemplo de María.

  5. José B. Villalba dice:

    Me parece que ha ante esta nueva situación del proceso de beatificación de nuestro Padre Fundador se debe plantear con mayor proactividad una investigación profunda para aclarar todas las denuncias y dudas que pudieran existir en torno a su figura. Y esto depende de las autoridades del propio Movimiento y de los schoenstattianos que pudieran ayudar.
    Si el Obispo Ackermann reconoce que no se realizó ninguna investigación por los peritos comisionados el año pasado, es hora de que el mismo Movimiento lo haga, sin prisa, pero sin pausa.
    Por otro lado, el hecho de que se suspenda solamente y no «se concluya» el proceso, es la ventana que el Padre Dios nos abre para poner mayor dinamismo en llevar adelante la causa. Sin olvidar, como decía San Juan Pablo II, que nosotros somos los que tenemos canonizar al P. Kentenich.

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