Catedral Buenos Aires

Publicado el 2021-11-21 In José Kentenich, Vida en alianza

Caminar juntos en el Espíritu, sinodalmente, para renovar la misión evangelizadora

ARGENTINA, Maria Fischer •

“La opción por la misión que caracteriza a una Iglesia en salida, no se puede comprender sino desde lo ‘relacional’, desde el mundo de los vínculos”, dijo Mons. Jorge González, obispo auxiliar de La Plata y miembro de la Federación de Presbíteros de Schoenstatt, en la Misa de Alianza de la Familia de Schoenstatt de Buenos Aires, en esta tarde soleada del 18 de noviembre de 2021, en la Catedral de Buenos Aires. Cada año, en este día de alianza cercano a la fecha del nacimiento del P. José Kentenich, la familia de Schoenstatt de Buenos Aires peregrina desde los distintos santuarios de la ciudad (Belgrano, Confidentia) y la “Zona Mater” a esta Iglesia Catedral y celebra la Eucaristía con el obispo, esta vez con un obispo peregrino de la diócesis de La Plata, un schoenstattiano. —

Rosario frente de la catedral

Antes de la misa, un nutrido grupo de schoenstattianos se reunió enfrente, en la Plaza de Mayo, junto al árbol de olivo que fue plantado en el año 2000 por el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio – Papa Francisco – como símbolo de paz, solidaridad y respeto entre los pueblos. Se colocaron las imágenes Auxiliares de la ciudad y varias imágenes peregrinas que más tarde fueron trasladadas hacia el altar de la catedral. Estaban el P. Pablo Pérez, director nacional del Movimiento de Schoenstatt en Argentina, varias Voluntarias de María, Javier Maulen como representante de los taxistas misioneros, matrimonios, misioneros, jóvenes… un reflejo vivo “de la riqueza de tantos dones y carismas esparcidos por el Espíritu Santo en toda esta iglesia particular”, como más tarde dijo Mons. Jorge.

Antes del inicio de la Misa, hubo saludos, encuentros, reencuentros. Después del largo tiempo de confinamiento y de reuniones virtuales, se notaba la alegría del encuentro presencial. Varias “Voluntarias de María” presentes compartieron el dolor de que justo cuando los enfermos en los hospitales más les hubieron necesitado, ellas no pudieron entrar. Qué alegría saber que en el Sanatorio Mater Dei hicieron posible las visitas de familiares a los enfermos… Si, “la opción por la misión que caracteriza a una Iglesia en salida, no se puede comprender sino desde lo “relacional”, desde el mundo de los vínculos”, y vínculos necesitan presencialidad.

Voluntarias de Marìa

Voluntarias de Maria

Qué fácil es caer en la tentación de juzgar entre buenos y malos, puros o impuros

Junto a monseñor Jorge, en la procesión de entrada estaban los padres de Schoenstatt Guillermo Carmona, Pablo Pérez, Manuel López Naón – próximo maestro de novicios en Tupãrenda – Paraguay – y el recién ordenado Juan Molina, quien recibió un fuerte aplauso de todos. Un coro animaba la Misa con canciones alegres.

¿Puedo poner mi peregrina también al altar?, me preguntaba una misionera con su imagen peregrina en brazos. “Ni preguntar”, le dije. “Adelante”.

“Los invito a poder leer, a poder descubrir en dos o tres signos algún camino que la providencia nos abre… camino que la Mater nos empuja a recorrer”, así Mons. Jorge inició su homilía. Estos signos son: El proceso sinodal, los cinco años de Amoris Laetitia, y la persona y misión del P. Kentenich después de los acontecimientos del año pasado.

Como Familia de Schoenstatt, dijo, “tienen la oportunidad de poner en común, “sus panes y peces”; tienen el deber interior de ser fieles al carisma y con conciencia de instrumentos, aportar con generosidad de lo mucho que han recibido.

Además de la participación de las instancias sinodales ya vividas, se trata de entrar en un espíritu sinodal, articulando con generosidad nuestras acciones, evitando personalismos, sin vanidad, sin competencias inútiles… en una clave eclesial que anime la vida de nuestras comunidades y toda nuestra pastoral”.

Vinculando de una manera llamativa el Año de Familia Amoris Laetitia con la biografía de José Kentenich, Mons. Jorge González dijo: “Si nos retrotraemos a los tiempos del nacimiento del padre Kentenich que estamos celebrando, nos topamos con una mentalidad que marcó usos y costumbres… Qué fácil es caer en la tentación de juzgar entre buenos y malos, puros o impuros, como ya nos prevenía Jesús en su tiempo. Pensemos concretamente en la mamá del pequeño José, cuántos desafíos y humillaciones habrá tenido que cargar en su condición de madre soltera”.

Catedral de Buenos Aires

Tres puntos a considerar respecto al vínculo con el P. Kentenich

Con claridad y seriedad, Mons. Jorge González se refirió a los acontecimientos del año 2020 con la publicación del libro de Dra. Alexandra von Teuffenbach y las reacciones en Schoenstatt, como una tormenta que “sacudió nuestros corazones y que, en una mirada providencial, nos abre interrogantes y suscita desafíos”.

Compartió tres puntos reflexionados y conversados en el interior de la Federación de Presbíteros, puntos que desafían a cada uno y cada comunidad – no solo a Buenos Aires.

  1. Debemos conocer en profundidad la historia de nuestro padre para prestarle nuestra voz y poder abogar por él, como lo hicieron tantos que ya no están, acudiendo al mismo clamor del P. Kentenich por ser escuchado. Nadie en la familia debería verse eximido de esta responsabilidad.
  2. Como FAMILIA DEL PADRE debería suscitarse entre nosotros una fuerte y renovada corriente patrocéntrica, que clarifique vitalmente, el lugar que el P. Kentenich ocupa en nuestros corazones… un renovado Pentecostés del Padre.
  3. Disponer nuestros corazones para “canonizar la verdad”, como expresara nuestro padre, pero una verdad completa, transparente, que reencuentre la nobleza de su corazón en la altura de los desafíos, la pequeñez de los instrumentos, la magnitud de las dificultades.

Un desafío, un compromiso, una luz. No ignorar lo publicado, no culpar al mensajero de una mala noticia, no volver vivir como si nadie hubiera pasado, sino estudiar, asumir la responsabilidad de informarse personalmente, abrir mente y corazón a la verdad y más que nada, declinar de nuevo la relación personal con el Padre Kentenich, aquel que buscaba y hoy más que nunca busca y necesita de aliados para su misión.

Catedral Buenos Aires

Encuentros

En un gesto significativo, en el ofertorio, fueron llevados al altar símbolos del Schoenstatt en salida, recordando, entre otros, la bendición de una ermita en el Barrio 31, el acompañamiento a los enfermos en el Sanatorio Mater Dei en plena pandemia, la donación de alimentos, la salida misionera de María en brazos de los misioneros…

Después de la bendición final, todos los sacerdotes y especialmente Mons. Jorge se tomaron mucho tiempo para bendecir individualmente a las personas, saludar, conversar… Momentos de encuentro, de vínculos, en familia, que solo debieron terminar porque ya se estaba cerrando la catedral. Afuera, seguimos saludando y charlando…

Resonaban las palabras de Mons. Jorge:

“El ícono de la Visitación y el Magníficat, colmado de la presencia de la Palabra y del Espíritu, centrado en la alegría y la bendición de Jesús, y en la fe y el canto de María, ha iluminado la marcha sinodal que están recorriendo. Este ícono mariano simboliza el encuentro entre las personas, las generaciones, las culturas, que nos ayuda a comunicar y recibir entrañablemente la visita de Dios en cada uno de nuestros corazones y en nuestra querida Buenos Aires”.

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Homilía Mons. Jorge Gonzalez - Catedral de Buenos Aires - 18.11.2021_Seite_1

Homilía Mons. Jorge Gonzalez – Catedral de Buenos Aires – 18.11.2021

 

 

 

Fotos

18.11.2021 - Catedral de Buenos Aires

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