Publicado el 2020-07-12 In José Kentenich

El padre fundador y la familia de Schoenstatt – Reflexiones sobre una crisis

Por Rosario Zamora – Miguel González, Curso 48, Federación de Familias de la Región Chile-Bolivia •

Ha pasado más de una semana desde que las graves denuncias en contra del P. José Kentenich fueron dadas a conocer por el diario alemán Tagenpost y por la página del vaticanista Sandro Magister. —

Antes de estos hechos, creíamos vivir en una familia unida por fuertes cimientos, fundada en una comprensión común acerca de la historia y de las bases del movimiento. A pesar de que éramos miles repartidos por todo el mundo, podíamos llamarnos familia de Schoenstatt, porque compartíamos la unidad en un “mito común”.

De acuerdo con lo que señala el autor Yuval Noah Harari en su libro “De animales a dioses”, la investigación sociológica ha demostrado que el máximo tamaño «natural» de un grupo unido de personas es de unos 150 individuos. La mayoría de las personas no pueden conocer íntimamente a más de 150 seres humanos ni comunicarse efectivamente con ellos. Es decir, existen límites al tamaño de los grupos de personas que pueden formarse y mantenerse unidos, ya que necesitan conocerse entre sí íntimamente.

Entonces, ¿cómo hemos logrado formar estados, religiones o sociedades comerciales que reúnen a un número muchísimo mayor de individuos? El autor responde: “Un gran número de extraños pueden cooperar con éxito si creen en mitos comunes. Cualquier cooperación humana a gran escala (ya sea un estado moderno, una iglesia medieval, una ciudad antigua o una tribu arcaica) está establecida sobre mitos comunes que solo existen en la imaginación colectiva de la gente”.

Luego de las primeras informaciones sobre la investigación de Alexandra von Teuffenbach, una parte de nuestro “mito” parece haberse desmoronado, dada la existencia de elementos hasta ahora desconocidos para muchos miembros de nuestra comunidad. Como resultado, la unidad ya no es tan evidente.

 Las distintas posiciones

A partir de la nueva información, han surgido distintas reacciones al interior de la familia de Schoenstatt. Rápidamente se han esbozado y consolidado dos posiciones radicalmente diferentes. Una de ellas pide perdón por haber ocultado información relevante y adopta una posición más crítica con relación al fundador, mientras que la otra sostiene que la omisión de información no equivale a la mentira y, por lo tanto, no es moralmente reprochable, y justifica todas las palabras y acciones del P. Kentenich.

Esta dualidad de interpretaciones se ha replicado con toda clase de matices en la Federación de Familias, de la cual formamos parte, acompañada además del profundo dolor de aquellos que han vivido toda una vida en el movimiento y que ven en peligro un pilar fundamental de su existencia.

Ante este oscuro panorama de división, que podría radicalizarse en los próximos meses y años, dada la necesaria rigurosidad con la que deberá trabajar la comisión de historiadores que acaba de anunciarse, quisiéramos proponer algunas reflexiones acerca de los elementos que hoy conocemos, ya que entendemos que esto es la primera parte de un largo camino para re-conocer y deconstruir nuestra historia[1].

 El acto filial

En el transcurso de esta difícil semana, se han aclarado algunos aspectos hasta ahora desconocidos. Respetando la presunción de inocencia, suponemos que el P. Kentenich actuó siempre de buena fe y que las explicaciones que ofrece en el texto “Apología pro vita mea” corresponden a la verdad. De acuerdo con este texto recientemente conocido, a pesar de haber sido escrito en los años 60, el P. Kentenich habría intentado sanar a una hermana de María que sufría un trastorno obsesivo que le impedía aceptar su propio cuerpo por medio de una pregunta adicional agregada al “acto filial” que realizan las Hermanas de María, la cual aludiría a la intimidad corporal. El fundador, entonces, de acuerdo con su propia interpretación, habría actuado de manera moralmente correcta, dada su condición de padre y educador. Quienes cuestionan este acto, de acuerdo al texto de Patricio Ventura, no entenderían la transferencia orgánica– ver la imagen de Dios en el fundador- y recaerían en la mentalidad mecanicista.

La explicación anterior, sin embargo, resulta extremadamente problemática. En primer lugar, es un hecho, ya que denunció al fundador en una carta al Vaticano, que la hermana no solo no se sintió liberada de su obsesión, sino que se sintió profundamente vulnerada, al punto de acusar al fundador de abusos. La persona de la hermana, sus sentimientos y su sufrimiento no son tomados en cuenta en la defensa que el fundador hace de sí mismo ni parece ser relevante para los cada vez más numerosos defensores de su proceder. Esto puede comprenderse en su contexto histórico, ya que en aquellos años prevalecía una comprensión del abuso basada en una visión de la violencia y el daño desde el punto de vista de la fuerza y dolor físicos[2], pero visto desde nuestros días nos parece grave no haber reparado en la subjetividad, en la cual se ve transgredida la indemnidad sexual de la víctima[3].

En segundo lugar, visto con los paradigmas sobre el abuso que tenemos en la actualidad, resulta chocante que el fundador no haya mostrado el menor signo de arrepentimiento ante un error tan grave. Porque si bien la actitud de Kentenich es comprensible, no es moralmente justificable. Así, hoy la gran mayoría de las personas piensa que a nadie le está permitido vulnerar la intimidad de otro. Tampoco al padre fundador, aun cuando haya actuado con las mejores intenciones.

 El rostro de Dios

Lo anterior nos lleva a una segunda dimensión del problema: el ejercicio de la paternidad sacerdotal con relación a las Hermanas de María. En numerosos textos el fundador reivindica su rol de educador de las hermanas. El fundamento último de este rol tiene que ver con la “transferencia orgánica”: el fundador sería para las hermanas un transparente de Dios. Este principio, sin embargo, tiene sus limitaciones. Jesús le dice a Felipe, “Quien me ve a mí, ve al Padre”. Como cristianos y como schoenstattianos, aspiramos a que esta frase se haga realidad en nosotros. Sin embargo, solo Cristo, la palabra de Dios hecha carne, puede decir esta frase con total propiedad. Hay una distancia infinita entre el Padre Dios y sus creaturas. Ciertamente también nosotros podemos ser portadores del amor y la misericordia de Dios, pero nunca de manera perfecta ni total, sino solo en la medida en que la condición humana lo permite. Esta limitación también se aplica a todas las personas, aun cuando sean santos o fundadores.

 ¿Cuál es la imagen de mujer que tiene el fundador?

A esto debemos agregar otra dimensión especialmente problemática del asunto. En el texto Apología pro vita mea hemos encontrado un pasaje que refleja un punto muy problemático en el pensamiento del fundador, especialmente relevante para el problema que nos ocupa: “En una familia femenina presente en todas partes del mundo y responsable de todas las actividades apostólicas, [la presencia del padre] asegura una amplitud y generosidad de espíritu que la estrechez de miras innata de las mujeres no suele ser capaz de alcanzar[4] (página 78, el destacado es nuestro). ¿Será necesario demostrar que este juicio es profundamente erróneo y que sin duda condiciona la manera de ejercer el rol paternal con las mujeres en general y las Hermanas de María en particular? Mirado desde nuestros paradigmas moderno, entendemos este pensamiento como un reflejo fiel de un machismo histórico que hoy miles de mujeres en el mundo quieren fuertemente rechazar.

En consecuencia, los antecedentes señalados nos dan cuenta de dos graves errores del fundador de Schoenstatt. En primer lugar, un grave error de juicio respecto a los límites de la paternidad sacerdotal, que podría incluso ser considerado un abuso de conciencia, una falta muy difícil de perseguir, aun bajo el Derecho Canónico actual; en segundo lugar, un grave error conceptual relativo a la inteligencia femenina. ¿Qué hubiera pensado el fundador de sus compatriotas Hanna Arendt, Edith Stein y Angela Merkel?

 A manera de conclusión

Volvamos ahora al diagnóstico inicial, esto es, a los dos diagnósticos divergentes acerca de las acusaciones que existen al interior de la familia de Schoenstatt. La justificación incondicional de la actitud del P. Kentenich en el “acto filial” que hoy está en cuestión, parece reflejar la incapacidad de ver al fundador no solo en su grandeza, sino también en su miseria y en su error; en otras palabras, de verlo en su humanidad. Atribuir al fundador un carácter infalible, contra toda evidencia, se acerca peligrosamente al culto a la personalidad y, en un caso extremo, a la idolatría. La posición moderada, en cambio, nos permite encontrarnos y entrar en un dialogo adulto con el José Kentenich, hombre de carne y hueso. Invitamos a todos los miembros del movimiento de Schoenstatt a reflexionar acerca de la manera de construir una relación sana con el padre fundador de la familia de Schoenstatt.

 

[1] Deshacer analíticamente algo para darle una nueva estructura, RAE.
[2] J. Murillo, “Abuso sexual, de conciencia y de poder: hacia una nueva definición”, Estudios eclesiásticos 95 (2020), 415-440.
[3] En la teoría penal actual los delitos contra la indemnidad sexual son aquellos que afectan la dignidad del individuo, quien sufre una intervención traumática en su intimidad por parte de un tercero.
[4] En el original alemán, “Es gewährleistet bei einer in allen Weltteilen vertretenen weiblichen Familie, die alle apostolischen Arbeitsgebiete betreut, eine Weite und Großzügigkeit, zu der weibliche angeborene Enge gewöhnlich nicht fähig ist.“

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16 Responses

  1. Gracias Carla. Me duele muchísimo lo expresado por estos miembros de nuestra Federacion. No obstante comprendo que nuestro padre Kentenich sufrirá aún muchas negaciones a su persona de parte de sus propios “ hijos” de esta Familia
    Veremos partir a muchos escandalizados y otros dudando de él de su integridad moral, de su pedagogía etc etc .
    Volveremos a escuchar su voz ¿ vienes conmigo…?
    El que pintan aquí, no es el Padre que nosotros conocimos y amamos ; humano, acogedor, cariñoso dignificador , padre amoroso, educador , alegre, sabio , sencillo, conduciéndonos a la filialidad en Cristo Jesús, al ideal de la Familia de Nazareth para nuestra entonces naciente familia . Él ha sido Luz en nuestra vida matrimonial y familiar . Hemos vivido bajo su mirada asegurándonos siempre el Amor Infinitamente Misericordioso de nuestro Padre Dios
    Nuestra fidelidad y amor a nuestro Fundador es para siempre como lo es a nuestra Mater y a nuestra querida Familia de Schoenstatt; un amor que no tiene que ver con números, donde nos encontramos con uno, veinte, ciento cincuenta o miles el lazo de Amor que nos une es nuestra Alianza de Amor ; entonces nos abrazamos como si nos hubiésemos conocido personalmente desde siempre . Les deseo a nuestros queridos hermanos que escriben esta carta, Rosario y Miguel, que nuestra Madrecita les muestre el corazón de este hijo suyo que” amó a la Iglesia y se entregó por Ella “
    Curso “Si, Fuego de Tu Reino” (6) de la Federacion de Familias en Chile y Bolivia

  2. R. Miriam dice:

    Qué hubiera pensado el fundador de sus compatriotas Hanna Arendt, Edith Stein y Angela Merkel?

    ¿Sabías que Angela Merkel citada en el artículo como un espejo de una mujer moderna,
    independiente, capaz, es la hija de un pastor protestante, esto significa que probablemente
    tuvo un buen padre, y que es llamada cariñosamente, a veces irónicamente por la gente de «MUTTI»,
    Mamá¿
    ¿Así que és hija, y madre y si tiene la sabiduría para gobernar,
    tal vez esto sea una consecuencia no sólo de la lógica racional, sino también de un conocimiento
    intuitivo de la verdad.¿
    ¿No es así como el Padre Kentenich describe la dignidad de la mujer?

  3. Blas Barros dice:

    Estimados:
    1) Creo que juicios que “suenan” muy categóricos no aportan al diálogo sino que fomentan la radicalización de posturas. ¿Por qué no mejor abrir más preguntas e indagaciones antes de sacar conclusiones?
    2) Respecto del texto de “apología pro vita mea” y similares, en mi caso nunca se me ocurrió pensar que se refería a un complemento con la “autoridad” sino que siempre lo entendí como un complemento mujer-varón y donde cada uno aporta con sus luces y sombras.

  4. La carta es interesante pero hay que leerla con cuidado, pues cae en PRESENTISMOS en los 2 argumentos, es decir, juzgar con los valores de hoy algo que sucedió hace más de 70 años.
    Efesios 5, 23-25 _»El hombre es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia (…). Que la esposa, pues, se someta en todo a su marido, como la Iglesia se somete a Cristo»_, a ojos de hoy San Pablo estaría condenado. Hay que ser muy cuidadosos en la exégesis que hacemos del PJK.

    Es cierto que la VERDAD es capital, pero sólo se alcanzará si examinamos críticamente el actual sentido y valoración que hacemos de la Transparencia, el Presentismo, el Revisionismo y el Tema Generacional, que hemos elevado a norma de universal observancia y criterio _sine cua non_ para juzgar todo hecho pasado. Es necesario entender la noción de Paradigma (una matriz de sentido, un modo de entender la realidad de un determinado período historico-cultural). Entender que el PJK dijo e hizo algo en un determinado contexto con personas concretas y bajo una problemática específica, es decir, con un PRETEXTO y un CONTEXTO. Por tanto, en varios casos, es muy improbable que hoy dijera lo mismo. Si no analizamos críticamente esos puntos, caeremos en el ya comentado PRESENTISMO, una verdadera lacra y falacia hermenéutica.

  5. sergio lopez dice:

    Claramente se equivocó el Padre con esta hermana, ahora también hay que pensar que sucedió hace 70 años. Hoy hay mas herramientas desde la psicología (y también tienen limitaciones) antes no era tan común, ni era una solución fácil en una comunidad con personas con problemas psicológicos. Con respecto a la filialidad no creo que el Padre se haya querido poner a la altura de Jesús, no se porque pone esta especulación en el artículoFinalmente plantea que la imagen paterna es el resultado del machismo histórico y que hubiera pensado el P. Kentenich de personas como Merkel…El artículo asume como que el padre no quería a las mujeres o las consideraba de segunda. Que muchas mujeres en el mundo como plantea detesten el rol Paterno, no significa que sea malo para muchos otros. O que deba dejar de existir, no se entiende este planteo.

  6. Lena Castro Valente dice:

    Según el diccionario Priberam da Língua Portuguesa, MITO se define còmo:

    1. Carácter, hecho o particularidad que, al no ser real, simboliza a pesar de una generalidad que debe ser admitida.

    2. Cosa o persona que no existe, pero que se supone que es real.

    3. La cosa sólo es posible por hipótesis; quimera.

    Por eso creo que asociar al Fundador de Schoenstatt con el MITO para justificar la realidad de los miles y miles de schoenstattianos esparcidos por el mundo si se sienten FAMILIA, si permanecen unidos y comparten la misma patria espiritual es un tremendo error de percepción. El artículo quiere – en mi opinión – vestirse con un traje académico y científico que no tiene la menor adecuación y lo convierte en una especie de «venta de grasa de serpiente»… El Fundador de Schoenstatt existía, era real. Si tomamos en serio este razonamiento, Jesús será también un mito para los autores, ya que durante dos mil años ha reunido a millones y millones de personas de diferentes continentes y países.
    Más allá de los mitos de «reunir a más de 150 personas» que tal pensamiento en VALORES, PRINCIPIOS, COSMOVISIÓN…
    El Fundador de Schoenstatt, como lo hemos conocido hasta ahora, poseía estos valores, principios y cosmovisión.
    Los ciudadanos de un país (y hay millones de ellos) se reconocen unidos y hijos de una patria por el Himno Nacional, por la BANDERA – es verlos cantando el Himno en los estadios de fútbol… Esto se llama símbolos…
    El artículo sólo es valioso para expresar la opinión de dos personas que, tienen todo el derecho a hacerlo.

  7. Luz Gálvez dice:

    Sólo mi sencillo testimonio de 10 años en la Rama Familiar y casi 40.en la Federación de Familias y nunca haber escuchado a nuestro Fundador como perfecto o como Dios
    Sólo su paternidad nos acercaba a la paternidad de Dios
    Y así fue conmigo gracias a los muchos testimonios de personas que lo conocieron y que tuvimos el regalo de escuchar
    Muchas veces en nuestro Curso no estuvimos de acuetdo con algunas de sus enseñanzas con respecto a la libertad
    .Pero hicimos Alianza de Amor con él.porque lo sabemos bueno y lo sentimos padre
    Sí, se equivocó ¿quién lanza la primera piedra?

  8. Paz Leiva, dice:

    Muchos buscamos conocer la verdad. La verdad es sólo una y debe explicarse en su contexto con claridad y honestidad. La Divina Providencia nos pone delante una situación difícil que ha causado y causa mucho dolor. Ya no es posible volver a la situación anterior. Queremos saber lo que sucedió, cómo sucedió y su significado.
    Ahora tenemos una oportunidad de oro para demostrarle al padre Kentenich nuestro amor filial maduro. El amor maduro no es ciego, quiere saber. El amor maduro no adultera a la persona amada, para vivir más cómodo.
    Es la oportunidad para que desaparezca la mediocridad de Schoenstatt. De esa manera liberaremos definitivamente al P. Kentenich, también de su familia.

  9. Llevo secenta y dos años en el movimiento ,desde mis siete años y cuarenta y siete en la federación de familias de Santiago de Chile En el segundo curso.
    Esta frase de Miguel y Rosario No me interpreta…»además del profundo dolor de aquellos que han vivido toda una vida en el movimiento y que ven en peligro un pilar fundamental de su existencia». No…. nada está en peligro.
    Estamos en un momento de Schoenstatt, post coronación, intensa, profunda e interesante . En que todo coopera para el bien dependiendo de la «sabiduria», Estoy muy contenta que me haya tocado vivirla . Con mucha confianza de las comisiones y jueces que aclararán todo. Solo hay que dejar, soltar y rezar.
    En los pocos días de desarrollo de este proceso se han vivido situaciones muy buenas, para el que quiera reconocer el bien.
    Miguel y Rosario dicen «se han esbozado y consolidado dos posiciones radicalmente diferentes». Eso NO ES ASI
    Hubo dos encuentros obviamente con contenidos diferentes que mutuamente se ayudan .
    Ellos hablan de «Mitos» Aclaro que :mantener nuestros santuarios espiritualmente y económicamente .No es un mito
    Es una realidad, el gran aporte a la iglesia.
    La alianza de amor con la Mater ,es la confianza de la victoria diaria .
    La fe practica en la divina providencia, es el faro de la vida .
    Rezo e invito a rezar Por el Padre Kentenich.

    Con Maria Reina Familias de un nuevo Pentecostes

  10. Roberto Henestrosa dice:

    No usaría un …De acuerdo… con un autor que se declara Ateo, para fundamentar una actitud desarrollada por el Padre Kentenich, el conocía a cada uno de la familia, y no solo a 150 como evoca su estudio sociológico al autor no creyente. Si fuéramos a rescribir la historia pensaría en un titulo: Qué me dice la fe practica de Dios Padre (Para diferenciar del Padre Jose Kentenich) y como le respondo a una mala interpretación, sesgada en un contexto inoportuno?. Flaco favor nos hace este artículo, pero goza de la libertad de expresar lo que uno quiera, donde quiera, y así creamos una “nueva verdad”, esa que nos interpela a saber si somos “homo Sapiens” o criaturas predilectas de Dios. Me quedo con lo segundo y todo lo que me apegue a la fe.
    Gracias por el articulo me hizo fundamentar mi fe, mas un. El Padre es Santo para mi, y su pedagogía me oriento a buscar la Santidad diaria, dentro del mundo, ¿se entiende?
    PD: Dignifico a la mujer en una época donde no era tomada en cuenta. La primera comunidad fundada. A seguir estudiando. Esa es la tarea ahora.

  11. Renate Dekker dice:

    Com todo o respeito para com a opinião de cada membro de Schoenstatt e sua liberdade de externá-la, gostaria de deixar aqui meu testemunho. Em tudo o que sei sobre o padre KENTENICH, Pai e Fundador de Schoenstatt, (que não tive a graça de conhecer pessoalmente, mas conheço sua espiritualidade), o que mais admiro e me toca profundamente é o organismo das vinculações: o plano natural, a experiência filial humana, como base da vinculação sobrenatura a Deus como Pai. E isto não só em teoria, mas como experiência de vida. E mais: a vinculação ao Pai, cresce e se expande e inclui toda a Santíssima Trindade. É um processo de vida do qual dou testemunho.
    Segundo: não conheço ninguém que respeite mais a dignidade feminina do que Padre Kentenich. Recomendaria que também a nível de Federacion, seria muito valioso pesquisar e fazer um aprofundamento do que Padre Kentenich define como a árvore da dignidade feminina: a raíz para ele é a filialidade,o tronco a maternidade e a copa ou a coroa, o reconhecimento intuitivo da verdade. Conheci pessoalmente Irmãs de Maria que ele educou e que encarnaram essa dignidade. Um exemplo: Irmã Emanuele.

    • Roberto Henestrosa dice:

      comparto plenamente tu modo de pensar.

    • Favor de escribir en el idioma del articulo (se traducirá al portugues dentro de poco, para comentar en portugues, gracias)

      • Renate Dekker dice:

        Perdão, Maria Fischer, se respondi em português um artigo em espanhol. Assim como entendo espanhol, a semelhança da linguagem me fez supor que os outros de lingua catelhana também pudessem entender
        português! Não é assim?

  12. Pilar dice:

    Gracias por este artículo. Ahora quizá el desafío sea revisar muchas cosas para poder refundar el movimiento .

  13. Laura Paredes M. dice:

    María nuestra Madre, Coronada este 31 de mayo del 2020 le pide a su familia de Schoenstatt ver la pequeñez de su instrumento y reconocerlo humano y frágil a través de Ella la Mujer de hoy recupera su dignidad, tantas veces pisoteada y desconocida.

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