Kentenich

Publicado el 2018-06-20 In José Kentenich

¿Qué espera el P. Kentenich del Schoenstatt paraguayo?

AÑO DEL P. KENTENICH, por Óscar Sandoval, Paraguay •

El pasado 16 de mayo, en el Santuario Joven, el P. Antonio Cosp nos brindó una charla abierta en la que nos contó las experiencias de sus encuentros con el P. Kentenich y recordó el momento de la fundación del Movimiento, su llegada al grupo de jóvenes y que habían escrito una carta al P. Kentenich, por entonces exiliado en Milwaukee.—

Antonio Cosp KentenichMencionó los años de su formación en Chile (2 años) y en Brasil (4 años), el viaje de los primeros paraguayos (Antonio Cosp y Claudio Giménez) junto con unos argentinos, en momentos en que el Vaticano liberaba las restricciones y liberaba al P. Kentenich de su largo exilio.

Habían llegado a Schoenstatt, viajando en barco, el 26 de marzo de 1966 (cumpleaños del Padre Antonio), donde los esperaba Esteban Uriburu, y la primera pregunta que le hicieron fue: “¿y cuando vemos al P. Kentenich?”. Fue así como el P. Antonio tuvo un gran regalo por el día de su cumpleaños, ya que fue asignado como monaguillo en una misa celebrada por el padre fundador.

Usted tendrá éxito en Paraguay

La entrevista fue posible recién al día siguiente y por casualidad.  El P. Antonio comenta que en 35 minutos aproximadamente le pudo explicar quién era, de dónde venía, y luego detalladamente sobre el Schoenstatt paraguayo, los dos grupos existentes de la Juventud Masculina y la Juventud Femenina. Le pidió que los bendijera a ellos, a su familia y a él. También le comentó la disposición de cinco seminaristas suizos (entre ellos Nicolás Schwizer) de trabajar en Paraguay.

“El P. Kentenich me respondió contento por lo que le comentaba y de pronto me dijo: Usted tendrá éxito en Paraguay…”, dice el P. Antonio: no era vidente, pero sí muy intuitivo… y creo que no se equivocó.

En uno de los dos viajes anuales a Schoenstatt, Antonio y Claudio tuvieron una entrevista personal con el P. Kentenich y le expresaron su preocupación por el “desinfle” de su grupo en Asunción. “El P. Kentenich se puso inmediatamente de rodillas y juntos rezamos, del Hacia el Padre, ‘Te pido todas las cruces…’”

Que nuestra alianza sea real y no adormecida

Tras esta breve reseña de sus experiencias con el padre fundador, el P. Antonio se enfocó en el tema principal de la charla: “¿Qué espera el P. Kentenich del Schoenstatt paraguayo?”.

Nos decía que sin dudas somos frágiles y pecadores, pero que cultivamos la fe, la esperanza y el amor. El padre fundador sabe que nos mueve la divisa: “alegres por la esperanza, seguros por la victoria, con María hacia los tiempos más nuevos”.

Sabe también que el movimiento en Paraguay es muy bendecido: dos obispos, dos sedes de los padres, tres santuarios (Asunción, Tupãrenda y Ciudad del Este), varias Hermanas de María y un laicado muy entregado y fiel, de fuerte crecimiento con muchos buenos líderes. Un movimiento que se sostiene por sí mismo dada su entrega y espíritu comunitario.

El P. Kentenich es nuestro gran maestro y nos formamos en su escuela.

¿Qué espera entonces el padre fundador del Schoenstatt paraguayo?

  1. Que nuestros santuarios-hogar estén vivos.
  2. Que nuestra alianza sea real y no adormecida.
  3. Que seamos siempre generosos y entusiastas y luchadores, que controlemos nuestro Horario Espiritual y vivamos nuestro propósito particular.
  4. Que nos distingamos como constructores de familias, con un especial cuidado de nuestros hijos y nuestro matrimonio.
  5. Cero argelería (antipatía) y cero “piré vaí”(mal humor), y por eso atrayentes.

Fuente: Revista Tuparenda, Paraguay

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