VENEZUELA, José Alejandro Molano •
Me llamo José Alejandro, me estoy formando como religioso Agustino Recoleto y les escribo desde Venezuela. Es una gran alegría para mí comentarles el cariño y la devoción que siento hacia la persona del Siervo de Dios Padre José Kentenich.
Su ejemplo me lo mostró hace ya dos años mi director espiritual poco antes de iniciar mi formación religiosa y lo hizo precisamente para darme un ejemplo de fidelidad al Señor Jesús. Desde ese momento he encomendado mi vocación a la intercesión del Padre Kentenich. El es el modelo que deseo imitar para configurarme en Cristo, sumo y eterno Sacerdote y desde allí alcanzar mi propia santidad.
Cuando me encomiendo a la intercesión del padre Kentenich, oro también a Dios por su pronta beatificación, pues creo que es un gran modelo que puede dirigirnos hacía Jesús.
El motivo por el cual me dirijo a ustedes es el solicitarles, si lo tienen a bien y si está en sus posibilidades, alguna estampa con reliquia de segundo grado del Siervo de Dios para mi devoción particular. El próximo año seré enviado a la experiencia de noviciado y me gustaría poder llevar dicha reliquia conmigo…
Foto: Seminario Nuestra Señora del Buen Consejo, Palmira, Venezuela
Nota de la redacción: Ya enviamos un sobre hacia Venezuela.
Me parece interesante y hermoso ver cuanta fe despierta este sacerdote. Ojala yo tuviera la bendicion de un milagro, le he pedido tanto a DIOS !por la conversion de.mis hijas y mis yernos y el señor no me lo ha concedido, solo el sabe porque ojala el padre kentenich obre el milagro y que el señor le permita actuar en su nombre.AMEN.
Cuando mi amado Padre José Kentenich quiere «arrancarse» a las periferias, lo hace! Él no se queda encerrado en la vitrina, como lo comenta nuestro Santo Padre Francisco, sino que él sale al encuentro de otros. En este caso, acompaña, bendice e intercede por un religioso Agustino Recoleto. Qué hermoso testimonio José Alejandro el que nos regalas! El Padre Fundador se toma muy en serio lo que uno le pide y le ofrec: hace 31 años atrás, después de tener en claro mi vocación, yo le pedí a mi Padre José que me regalara un marido con fe y si fuese posible, schoenstattiano…y aquí estoy, feliz con mi esposo al que quiero cada día más.
Que el Padre Kentenich te bendiga e interceda ante Dios y ante María Santísima regalándote mucha fidelidad en tu vocación. Un cariñoso saludo desde Viena, Austria
Tita Ravera de Andras