Y de repente, estamos frente del Santo Padre

JMJ2016, por Sebastián Denis y Maria Fischer •

El miércoles por la tarde, los jóvenes schoenstattianos llegados a la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia, se reunieron en una parroquia de la ciudad, desde donde salieron en peregrinación hacia el Santuario de la Misericordia. Durante el camino, se recitaron unos textos ya elaborados y difundidos en la preparación del encuentro «Stay connected» (“Permanece conectado”) de la Juventud de Schoenstatt de Polonia.

Caminaban escuchando, rezando y meditando las experiencias hasta llegar al lugar de la Jornada Mundial de la Juventud, cuando de repente, en una esquina, los jóvenes se encontraron con la ruta bloqueada. Imposible seguir adelante…

¡Qué grande fue la sorpresa y la emoción al darse cuenta de que, justo frente a ellos, estaba pasando el Santo Padre Francisco! Tan grande fue la emoción que no pudieron sacar fotos ni videos… Menos mal. El inesperado encuentro con Francisco no ocurrió en los celulares, sino en la realidad, y en vez de mirar a sus celulares y tablets, como casi siempre pasa en momentos como éstos, miraron al Santo Padre y le permitieron, así, que él los mirara a los ojos.

Viene a la mente una anécdota que comentaba un colaborador cercano de Francisco. Fue en la Misa matutina en Santa Marta. Una monja que tuvo la gran suerte de estar en esta Misa, estuvo muy temprano en la capilla… y quien también llegó temprano fue Francisco. Con una sonrisa grande se acercó a la monja, extendiendo su mano hacia ella – mientras que ella comenzó a buscar con ambas manos su celular para grabar el momento. El Santo Padre la miró un momento, con una tristeza en su cara, retiró su mano y se fue…para saludar a otra persona.

Momentos de peregrinación

Muchos de los jóvenes del Movimiento de Schoenstatt están alojados en un colegio, ubicado bien en el centro de la ciudad de Cracovia. Disfrutan muchísimo poder encontrarse con los jóvenes de otros países y vivir juntos la JMJ2016.

Quedaron impresionados por el Santuario de la Misericordia y también visitaron el Santuario de San Juan Pablo II.

Antes de llegar a Cracovia, visitaron el Santuario de Belén en Rokole, el único Santuario de Schoenstatt en Chequia.

La fe de este chico, de este amigo nuestro, que ha trabajado tanto para esta JMJ…

Por la tarde, desde el balcón del arzobispado de Cracovia, el Papa Francisco dirigió unas palabras en su primer encuentro con los jóvenes participantes en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). En sus palabras improvisadas en italiano, el Santo Padre recordó a Maciej Szymon, el joven voluntario que falleció de cáncer el pasado 2 de julio, y que diseñó una gran cantidad de materiales para la JMJ de Cracovia como las imágenes de los santos patronos y el kit del peregrino:

¡Os saludo, os saludo cordialmente!

Os veo con mucho entusiasmo y mucha alegría. Pero ahora debería decir una cosa que nos entristecerá el corazón. Permanezcamos en silencio. Es una cosa referida a uno de vosotros. Maciej […] tenía poco más de 22 años. Había estudiado diseño gráfico y había dejado su trabajo para ser voluntario de la JMJ. En efecto, todos los dibujos de las banderas, las imágenes de los santos patronos, del equipo del peregrino, y demás, que adornan la ciudad son suyos. Precisamente en este trabajo ha encontrado su fe.

En noviembre se le diagnosticó un cáncer. Los médicos no pudieron hacer nada, ni siquiera con la amputación de una pierna. ¡Él quería llegar vivo a la visita del Papa! Tenía un puesto reservado en el tranvía en el cual viajaría el Papa. Pero murió el 2 de julio. La gente está muy afectada: él ha hecho un gran bien a todos.

Ahora, todos en silencio, pensemos en este compañero de camino, que ha trabajado tanto por esta Jornada; y todos nosotros, en silencio, desde el corazón recemos. Que cada uno rece desde su corazón. Él está presente entre nosotros.

Alguno de vosotros puede pensar: «este Papa nos estropea la tarde». Pero es la verdad, y nosotros debemos acostumbrarnos a las cosas buenas y a las cosas malas. La vida es así, queridos jóvenes. Pero hay una cosa de la cual nosotros no podemos dudar: la fe de este chico, de este amigo nuestro, que ha trabajado tanto para esta JMJ, le ha llevado al cielo, y él está con Jesús en este momento, ¡mirándonos a todos nosotros! Y ¡esta es una gracia! ¡Un aplauso a nuestro compañero!

Nosotros también le encontraremos un día: «¡Ah, eras tú! ¡Encantado de conocerte!». Es así. Porque la vida es así: hoy estamos aquí, mañana estaremos allá. El problema es elegir el camino adecuado, como lo ha elegido él.

Demos gracias al Señor porque nos da estos ejemplos de coraje, de jóvenes valientes que nos ayudan a seguir adelante en la vida. Y ¡no tengáis miedo, no tengáis miedo! Dios es grande, Dios es bueno y todos nosotros tenemos algo bueno dentro.

Ahora me retiro. Mañana nos veremos, nos volveremos a ver. Vosotros, cumplid vuestro deber, que es hacer lío toda la noche…Y mostrar vuestra alegría cristiana, la alegría que el Señor os da por ser una comunidad que sigue a Jesús.

Y ahora os doy la bendición. Y como hemos aprendido de niños antes de irnos, saludamos a mamá. Recemos todos a la Virgen, cada uno en su propio idioma. Ave, o María… (Todos juntos rezaron un Avemaría)

¡Buenas noches!¡Buenas noches! Y rezad por mí.