Publicado el 2018-12-09 In Francisco - iniciativas y gestos

Una visita de sorpresa en la periferia

FRANCISCO, OBRAS DE LA MISERICORDIA, con material de AICA •

El Año Santo de la Misericordia es historia… pero las obras de la misericordia, gran tema de este año, siguen siendo la prueba de autenticidad de nuestra alianza con Jesús. Entre ellos, visitar a los enfermos, a los presos… El Santo Padre, en el marco de los “Viernes de la Misericordia”, quiso retomar este compromiso de misericordia real visitando, el viernes 7 de diciembre, dos comunidades de las periferias de Roma: “CasAmica Onlus” y la comunidad terapéutica “El Puente y el Árbol”. —

Fuente: Vatican Media

El Papa salió las 15.30 de Casa Santa Marta acompañado por monseñor Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización. La primera visita lo llevó a la CasAmica Onlus en la zona de Trigoria, una estructura que recibe a personas enfermas que deben recibir atención hospitalaria continua, acompañadas por sus familiares. Se trata de personas que atraviesan graves dificultades económicas y que no disponen de recursos suficientes para mantener su sustento primario cotidiano.

Los huéspedes de la Casa son en su mayoría italianos y provienen de las regiones del sur, obligados a trasladarse a los principales centros de salud de Roma para recibir tratamiento, además estaban presentes algunas familias del norte de África y de Europa del Este. Los hospitales que atienden a los huéspedes de la Asociación, que padecen enfermedades muy graves, como tumores o leucemia, son el Campus Biomédico, el Instituto Nacional de Tumores Regina Elena y el Hospital Pediátrico Bambino Gesù. El servicio que se ofrece en estos centros pone de relieve el fenómeno de las “migraciones por motivos de salud”, a lo que se añade la carga de incomodidades y la pobreza que ello conlleva.

Fuente: Vatican Media

Gran sorpresa al abrir la puerta

El Papa llamó a la puerta y fue recibido por el personal de servicio, que quedó sorprendido por la inesperada visita. A su llegada, algunos pacientes se encontraban en la gran cocina y algunos niños en la sala de juegos. El Santo Padre se detuvo a jugar y a bromear con ellos, luego intercambió algunas palabras de consuelo con los padres que lo recibieron con gran afecto, escuchando con mucha atención sus sufrimientos.

Seguidamente, acompañado por la presidenta de la Asociación CasAmica Onlus, doctora Lucia Cagnacci Vedani, el pontífice escuchó la historia de Aquiles y Andrei, dos niños de 13 y 11 años de edad que sufren de enfermedad oncológica grave, huéspedes en la institución con sus padres, los búlgaros Sandra y Plamen y la historia de Arwa que viene de Marruecos, niños de 3 a 5 años de edad con enfermedades hematológicas; y por último, a Orazio da Montalto di Castro, Giuseppe da Cosenza y Giosina da Acireale, acompañados de sus respectivos cónyuges, que también padecen graves enfermedades oncológicas.

Antes de saludarlos, el Santo Padre dejó un pergamino en memoria del encuentro y entregó algunos regalos para las familias.

Fuente: Vatican Media

El Puente y el Árbol
Posteriormente, el Papa se dirigió a la comunidad de rehabilitación terapéutica “Il Ponte e l’Albero” (El Puente y el árbol, situada en uno de los puentes del barrio Laurentino 38, una zona muy difícil de la periferia sur de Roma. Los huéspedes de la estructura son doce jóvenes con problemas mentales, que han experimentado condiciones familiares que no mejoran su situación.

El Papa, a pie, subió dos escalones del puente, llegó hasta donde estaban los muchachos, sorprendiéndolos en medio de una de sus actividades. Con esta visita, el papa Francisco realizó el deseo de estos jóvenes, que hace meses le habían escrito una carta en la que le hablaban de sus dificultades cotidianas causadas por sus dificultades mentales, así como de su voluntad y sus esfuerzos para continuar en el camino del tratamiento junto a los médicos y agentes, esperando una visita del pontífice.

El Papa se sentó con ellos, los escuchó y los animó, respondiendo a sus preguntas. Mientras tanto, también han llegado a la comunidad algunos padres que han abrazado al Papa con gran emoción, agradeciéndole este gesto de cercanía.

El doctor Paolo Stievano, director psicólogo de la institución, explicó al pontífice la gran angustia de estos chicos y cómo la estructura sanitaria del Departamento de Salud Mental de la “ASL Roma 2” logra proveer ayuda a las familias.

Antes de irse Francisco les regaló un gran pan dulce de 10 kg como regalo para las próximas fiestas navideña.

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