Publicado el 2016-11-04 In Francisco - iniciativas y gestos

¿Cómo está la gente?

FRANCISCO EN EL AÑO DE LA MISERICORDIA •

A través de una llamada telefónica, el Papa Francisco expresó el 2 de noviembre al Arzobispo de Spoleto-Norcia, Mons. Renato Boccardo, su cercanía a la población afectada por los últimos terremotos, especialmente el ocurrido el 30 de octubre, y señaló que durante su viaje a Suecia siguió esta tragedia “y desde allá he orado por ustedes”.

La localidad de Nursia –Norcia en italiano y pueblo natal de San Benito– fue afectada por un fuerte sismo el 24 de agosto, que golpeó también otras zonas del centro de Italia. Sin embargo, fue el terremoto del 30 de octubre de 6,5 grados el que terminó por derrumbar poblados enteros, como Castelluccio de Nursia y Amatrice, dejando miles de damnificados.

En Amatrice, localidad severamente castigada en el terremoto del 24 de agosto, cuando murieron casi 300 personas, se derrumbó la iglesia de San Martín, seriamente dañada en el anterior sismo, al igual que la torre símbolo de la ciudad que milagrosamente había quedado en pie en medio de tanta desolación.

Además, según indicaron los monjes benedictinos, ocasionó el colapso de todas las iglesias de Nursia.  Una de ellas es la basílica de San Benito, construida en el siglo XIV y dedicada al fundador de los benedictinos San Benito de Nursia, como se conocía la ciudad en la época romana. Hoy, aunque la fachada gótica resistió al sismo, es lo único que queda en pie: el pórtico y la torre se derrumbaron.

En declaraciones a Radio Vaticana, Mons. Boccardo dijo que cuando habló con el Pontífice, lo primero que le dijo Francisco fue que “probé en llamarte otras veces, también en los días pasados, cuando estuve en Suecia, pero el número que tenía no era el correcto. Quiero asegurarles mi cercanía, mi oración, mi participación en el sufrimiento de toda la gente, ¿cómo está la gente?”.

El Arzobispo le explicó que desde hace dos meses los pobladores viven en la precariedad, con el temor y la incertidumbre. Sin embargo, le aseguró al Papa que “cuando les diga (a los fieles) que usted ha llamado, esto será para ellos un incentivo, un gran consuelo y un impulso para no perder la esperanza”.

“Sí, sí –le pidió Francisco–, dígales que rezo por ellos, que estoy cercano y que comparto su dolor, su fuerza, pero anímalos a seguir adelante”.

Los movimientos sísmicos continúan en el centro de Italia. En la madrugada de este jueves 3 de noviembre se registró un nuevo terremoto de 5 grados.

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