Publicado el 2013-08-14 In Francisco - iniciativas y gestos

Finalmente, ver al Papa de cerca

JMJ-BRASIL, Maria Rita Vianna. Después de permanecer más de cuatro horas junto a la valla que separaba a la multitud de la calle por donde pasaría el Papa Francisco ¡¡¡yo lo vi allí!!! Si el extendiese un poco más el brazo y yo la mano, ¡podría haber apretado su mano!!! ¡No hubo forma! ¡Su sonrisa, su simpatía, su carisma, su humildad hacen que el corazón se dispare dentro del pecho! Claro, ¡su pasaje fue rápido, pero suficiente para sentir que Cristo se está haciendo presente entre nosotros! ¡Él es el pastor del pueblo de Dios, tan carenciado de imágenes plenas de Dios!

A pesar de una fuerte garúa (no muy común en esta época en Río de Janeiro), la edad no impidió que nos sentáramos en la arena de la playa de Copacabana, bien frente a una pantalla, participar de la ceremonia de apertura y alimentarnos con las sabias palabras del Santo Padre. Y lo que más impresionó: la presencia de miles de jóvenes (repito: y no tan jóvenes…) en toda la zona de Copacabana y… se podía oír el silencio respetuoso, nadie conversando, con ansia de no perder ni una palabra de Francisco. ¡No importaba el frío, la lluvia… todos permanecían sentados allí.

¡No permitan que les roben la esperanza!

¿Cómo escribir más, cómo conseguir contar la ‘emoción’? La emoción se siente y no siempre se traduce en palabras…

El Papa habló mucho de fe, esperanza y amor… y miró la pancarta colocada antes, dentro de la Iglesia de Santa Teresita, con palabras de nuestro Fundador.

Tantos mensajes de nuestro Papa Francisco… ¡Grabé todos sus discursos, porque son palabras que sirven para toda la vida!

¿Y qué queda realmente? Su mensaje centrado en tantos puntos:

  • ‘No permitan que les roben la esperanza’: es un punto que llama mucho mi atención. Esperanza de que la Iglesia se renueve, que nuestro Padre Fundador llegue al honor de los altares, que Schoenstatt cumpla su misión.

  • ‘Cultura de Encuentro’: Así él habló también para los fieles reunidos en el día de san Cayetano en el barrio de Liniers, en Buenos Aires (el texto completo está en schoenstatt.org); y ¿no es lo mismo que Cultura de Alianza?

  • “Qué dejamos en la cruz? ¿Qué nos deja la cruz en nosotros? ¿Qué enseña la cruz en mi vida?”, refiriéndose a la cruz que peregrinó por los países, antes de la JMJ. ¿Es preciso explicar? Es así, en otras palabras el mensaje de nuestro Fundador: “Dios es Padre, Dios es bueno, bueno es todo lo que Él hace”… “Es voluntad del Padre; pues, cállate…” igualmente cuando nos envía sufrimiento.

Una multitud nunca vista en Río de Janeiro

La foto, sacada desde lo alto de un edificio, habla por sí misma: ¡multitud nunca vista anteriormente en Río de Janeiro! Como nos contó un joven que también acampó en la playa desde el sábado hasta el domingo, todo organizado, todo tranquilo… ¿Saben? No se veía ni una lata ni un envase de bebida alcohólica… Se veían jóvenes confraternizando, cantando, bailando, intercambiando botones u otro recuerdo cualquiera… Se contentaban con alimentarse con lo que contenían las cajas que fueron distribuidas por la organización…, ateniéndose a la triste realidad de los baños químicos… (esa fue realmente la única nota triste…). ¡¡¡Pero felices, libres, verdaderamente misioneros!!!

¡Eso permanece para siempre allá en el fondo del corazón!

Permanece la comprobación de que los jóvenes realmente fueron a la JMJ para peregrinar, para encontrarse con el querido Papa Francisco, para ser enviados. ¡Id y haced discípulos entre todas las naciones!

Se percibía claramente que no eran simplemente días de viaje, de paseo, de fiesta… ¡SINO PEREGRINACIÓN DE ENCUENTRO, DE ENVÍO!

¡¡Y así también nosotros, ‘viejos’ peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud Río 2013!!


Original: portugués. Traducción: Agda Grupe, Argentina

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Finalmente, ver al Papa de cerca

JMJ-BRASIL, Maria Rita Vianna. Después de permanecer más de cuatro horas junto a la valla que separaba a la multitud de la calle por donde pasaría el Papa Francisco ¡¡¡yo lo vi allí!!! Si el extendiese un poco más el brazo y yo la mano, ¡podría haber apretado su mano!!! ¡No hubo forma! ¡Su sonrisa, su simpatía, su carisma, su humildad hacen que el corazón se dispare dentro del pecho! Claro, ¡su pasaje fue rápido, pero suficiente para sentir que Cristo se está haciendo presente entre nosotros! ¡Él es el pastor del pueblo de Dios, tan carenciado de imágenes plenas de Dios!

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