DILEXIT ECCLESIAM, Maria Fischer •
En el nuevo vídeo publicado con vistas a la 108ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado (JMMR), que se celebrará el último domingo de septiembre, el Papa Francisco nos invita a crecer juntos como humanidad, promoviendo la aportación cultural y espiritual que los migrantes y los refugiados pueden ofrecer a las comunidades de acogida. —
La Sección de Migrantes y Refugiados – una pequeña oficina pastoral de la Santa Sede, dirigida por el Papa Francisco, que ayuda a la Iglesia a acompañar a los refugiados, a quienes se ven obligados a migrar o a las víctimas de la trata de personas – ofrece este video para prepararnos a la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, ofreciendo además material en diferentes idiomas.
Junto con el Santo Padre, Bertrand Gorge de Francia, cuenta cómo, al abrir las puertas de casa a la acogida, su familia se enriqueció humanamente gracias a la presencia de refugiados con los que compartió parte de su vida.
En el video, presentado en el ámbito de la campaña de comunicación promovida por la Sección Migrantes y Refugiados, el Papa Francisco nos pregunta a todos nosotros: ¿cómo podemos favorecer un encuentro enriquecedor con los migrantes y refugiados?
Campamento Migrante de San Felipe, Chile, donde trabaja la Fundación María en el Camino
Todos invitados a compartir y aportar
Las respuestas más inspiradoras se convertirán en parte de la campaña.
Como lectores de schoenstatt.org, supuestamente pensamos directamente en la labor de un refugiado burundés, Jean de Dieu, en Nakivale, el campo de refugiados en Uganda, en lo que hace Verónica Morandé en un campo de migrantes en Chile o Vladimir, el misionero de la Virgen Peregrina, en las calles de Santiago, o los Padres de Schoenstatt de Polonia que abrieron su casa a refugiados de Ucrania. Pero seguramente hay muchas historias más para compartir… con la Sección de Migrantes y Refugiados, y con schoenstatt.org, para motivarnos mutuamente a encuentros enriquecedores con migrantes y refugiados.
En las huellas de Jesús, María y José, migrantes y refugiados como 89,3 millones de personas hoy.
