Publicado el 2022-06-19 In Iglesia - Francisco - Movimientos, Laicos y matrimonios

Animar a toda la Iglesia en el alegre compromiso de la evangelización para las familias y con las familias

IGLESIA UNIVERSAL, María Fischer – con material de la página del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida •

Ha sido publicado el documento: “Itinerarios catecumenales para la vida matrimonial. Orientaciones pastorales para las Iglesias particulares”. El documento es una iniciativa del Año “Familia Amoris laetitia” y responde al deseo del Santo Padre de ofrecer nuevos itinerarios para la preparación al sacramento del matrimonio. —

«La alegría del amor que se vive en las familias es también el júbilo de la Iglesia»: son las primeras palabras de Amoris laetitia, que constituyen un mensaje, pero también un llamamiento del Santo Padre Francisco para que la Iglesia sepa proclamar, especialmente a los jóvenes, la belleza y la abundancia de la gracia que se encierran en el sacramento del matrimonio y en la vida familiar. La llamada es a formar y acompañar a los jóvenes para que no sólo comprendan, sino que experimenten la presencia del Señor en la pareja y así, como dice el Papa Francisco, lleguen a «madurar en la certeza de que en su vínculo está la mano de Dios».

La necesidad de un nuevo catecumenado

El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida ha preparado, con este fin, un documento que ofrece a los pastores, a los cónyuges y a todos los que trabajan en la pastoral familiar, una visión y una metodología renovadas de la preparación al sacramento del matrimonio y a toda la vida matrimonial.

“Itinerarios catecumenales para la vida matrimonial. Orientaciones pastorales para las Iglesias particulares” da continuidad a una indicación expresada reiteradamente por el Papa Francisco en su Magisterio, a saber, «la necesidad de un “nuevo catecumenado” que incluya todas las etapas del camino sacramental: los tiempos de preparación al matrimonio, su celebración y los años posteriores», especialmente cuando los cónyuges pueden estar atravesando crisis y momentos de desánimo.

novios

Jornada de novios, Costa Rica

El rol de matrimonios en el acompañamiento

Por parte del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, se destacan dos aspectos nuevos del Documento: en primer lugar, una mirada al futuro de la familia, con una preparación muy remota a la vocación matrimonial. En efecto, se trata de preparar el terreno empezando a trabajar con los niños, adolescentes y jóvenes, plantando semillas cuyos frutos podrán verse en los años venideros. Jóvenes que, de otro modo, probablemente nunca se casarían. Y es que la propuesta no es simplemente renovar la preparación inmediata al matrimonio, sino poner en marcha una pastoral vocacional que anuncie a los niños y adolescentes la vocación al matrimonio, para que sean acompañados al descubrimiento gradual de la llamada a la vida familiar cristiana. Una preparación rápida de los novios, justo antes de la celebración del rito, en efecto, ya no es suficiente hoy en día para que la Iglesia se ocupe verdaderamente de aquellos que el Señor llama a casarse y a construir una familia cristiana.

En segundo lugar, se destaca la importancia de que, junto a los sacerdotes, haya matrimonios que acompañen el catecumenado de los que piden el sacramento del matrimonio. Su experiencia de vida matrimonial es decisiva para que haya comprensión, aceptación y gradualidad en este camino, que, en muchas partes del mundo, entre otras cosas, se dirige ahora a menudo a parejas que ya viven juntas y que pueden así sentirse comprendidas por quienes viven su experiencia ya familiar.

Un vínculo entre familias que se apoyan mutuamente

«La preocupación del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, comenta el Card. Kevin Farrell, Prefecto – es transmitir a los obispos, a los agentes de pastoral familiar y a los formadores, la invitación del Santo Padre a repensar seriamente la preparación al matrimonio como un acompañamiento continuo antes y después del rito sacramental. Una proximidad competente y concreta, hecha de vínculos entre familias que se apoyan mutuamente».

Divorciados en nueva unión y matrimonios en crisis

En el prefacio al Itinerario catecumenal para la vida matrimonial del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida , el Papa Francisco insiste en que «la Iglesia quiere estar cerca de estas parejas y caminar también con ellas (…), para que no se sientan abandonadas y puedan encontrar en las comunidades lugares accesibles y fraternos de acogida, de ayuda al discernimiento y de participación».

«Es mi ferviente deseo que a este primer Documento le siga cuanto antes otro, en el que se indiquen métodos pastorales concretos y posibles itinerarios de acompañamiento, dedicados específicamente a aquellas parejas que han experimentado el fracaso de su matrimonio y viven en una nueva unión o se han vuelto a casar civilmente». El Papa Francisco quiere seguir trabajando en la acogida de los divorciados vueltos a casar, y reclama a la Iglesia que se involucre en este trabajo.

La parte final del documento se dedica al acompañamiento de «las parejas en crisis», que «forman parte de la historia de las familias», y para las que reclama que la parroquia o la comunidad dispongan «de un servicio pastoral de acompañamiento de las parejas en crisis, al que puedan acudir quienes perciban que se encuentran en esta situación particular».

Y es que, añade el texto, «prevenir las rupturas, en efecto, es un factor decisivo hoy en día para evitar las separaciones, que pueden deteriorar y dañar irremediablemente el vínculo». En este sentido, Roma sugiere que «sean los cónyuges, especialmente los que han vivido una crisis después de haberla superado, los que se conviertan en ‘acompañantes’ de las parejas en dificultad o ya divididas».

Del mismo modo, apunta el texto, «es urgente poner en marcha proyectos de formación destinados a las parejas que acompañan tanto a los que están en crisis como a los separados, con el fin de crear las condiciones para un servicio pastoral que responda a las necesidades de las familias» y, también, de los hijos.

No obstante, «a pesar de todo el apoyo que la Iglesia puede ofrecer a las parejas cristianas, hay, sin embargo, situaciones en las que la separación es inevitable», admite el documento, que reconoce, citando Amoris Laetitia, que «a veces puede llegar a ser incluso moralmente necesaria, cuando precisamente se trata de sustraer al cónyuge más débil, o a los hijos pequeños, de las heridas más graves causadas por la prepotencia y la violencia, el desaliento y la explotación, la ajenidad y la indiferencia».

Por ello, resulta indispensable «acompañar [también] pastoralmente a los separados, los divorciados, los abandonados». «Hay que acoger y valorar especialmente el dolor de quienes han sufrido injustamente la separación, el divorcio o el abandono, o bien, se han visto obligados a romper la convivencia por los maltratos del cónyuge», añade el documento vaticano.

En muchos países, hay proyectos probados especialmente para estos últimos dos aspectos, el acompañamiento de matrimonios en crisis, para separados – Betania en España por ejemplo -, y para divorciados en nueva unión, con la “Pastoral de Esperanza” nacida haca muchos años en Paraguay y hoy presente en muchos países más.

Invitamos a todos a compartir sus experiencias via Schoenstatt.org

Familia Amoris Laetitia


El documento ha sido publicado en papel por la Libreria Editrice Vaticana en italiano, y, por el momento, se puede encontrar online en italiano y en español. En breve se publicarán versiones en otros idiomas.

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