ESPAÑA, Claudia Echenique •
Santi Bustillo ha sido el chofer de la Virgen y la ha conducido en el móvil, todos los días, desde que entró en Cantabria el pasado 27 de mayo hasta el domingo 13 de junio, en que dio el relevo a quien trasladará a la Virgen en su peregrinar por Asturias. —
Al finalizar la misa de despedida, Santi se ocupó de cuidar la imagen de María como si fuera una niña frágil, guiaba los movimientos de las personas para llevarla hasta el móvil de traslado y le daba las últimas indicaciones a quien sería el próximo chofer de la Virgen.
Muy emocionado, pudo contar su experiencia y agradecer a todos por los días vividos: “No sé por dónde empezar pues son muchos días pero ver la ilusión de la gente y uno es simplemente alguien que pulula por ahí para que les llegue esa ilusión…
Si he aprendido alguna cosa, es el perdón. Eso se me va a quedar para toda mi vida. Es que haces 400 km y en algún momento pides perdón, y después otro perdón, y al final termina eso en un abrazo y eso es fraternidad”.
El camino lo hace Ella
Santi continúa su testimonio: “Esta imagen de la Virgen es un chispazo, es fuerza, es alegría. Ella es el camino, más allá de toda la organización y los detalles. Pasa por un pueblo, llega a otro, sigue y sigue, pero el camino lo hace Ella en el corazón de las personas.
Los lugares que más me han impactado por cómo reciben a la Virgen han sido las residencias de ancianos, por lo mal que la han pasado durante la pandemia, y los monasterios, por todo lo que rezan por la gente, es emocionante.
No estoy seguro, -dijo Santi, al despedirse del grupo que continuaba caminando- pero creo que me escaparé y apareceré en alguna otra etapa, en alguna otra ciudad para reencontrarme con María y este equipo hermoso de personas en la peregrinación”.
Al ver este testimonio en Instagram, una señora comentó: “Qué afortunado ser chofer de Nuestra Madre. Muy bien, Santi, la Virgen merecía un chofer como tú. Reza por todos”.
Chofer, burrito, portador, aliado
Ser el chofer de la Virgen como Santi, ser el burrito de María como fue Don João Pozzobon, ser portadores de la Mater con nuestras vidas para que Ella llegue a cada persona con la que nos cruzamos cada día. Es lo que el P. José Kentenich explicaba y proponía: “La Santísima Virgen busca instrumentos que arrastren su carro triunfal al interior de las familias y a la vida pública. Ella quiere ejercer su dominio en la familia y plasmar allí una tierra del amor”. (P. José Kentenich. “Pláticas para la Federación de Familias de Schoenstatt, 1950 – en el libro “La Santísima Trinidad. Un misterio actual” Editorial Nueva Patris).
