Publicado el 2018-03-01 In Dilexit ecclesiam, Iglesia - Francisco - Movimientos

Un Coliseo Rojo que grita contra la indiferencia

ROMA, por P. Rolando Montes de Oca •

“Ven tú también, queremos romper el velo de la indiferencia”- me dice Alessandro Monteduro, el director de “Ayuda a la Iglesia necesitada” en Italia. Me pregunto por qué no, de hecho, el número de cristianos perseguidos en el mundo ha crecido en los últimos tiempos, son muchos millones. “Iluminaremos de rojo el Coliseo y vendrán, autoridades de la Iglesia, el presidente del Parlamento Europeo y sobre todo víctimas de la violencia islamista”. Podría ser la ocasión de mostrarles apoyo, solidaridad, de sostenerlos espiritualmente…. —

Comienza la difusión

Comienzo a encontrar los carteles de anuncio del “Coliseo Rojo“ en los murales informativos de universidades pontificias, de residencias sacerdotales, de parroquias… yo mismo, junto a colegas de la universidad, comenzamos a divulgarlo cuanto podemos, lo escribo en el grupo WhatsApp del consejo nacional de Schoenstatt-Italia, lo comparto con los chicos del camino Neocatecumenal, preparamos vídeos promoviéndolo, otros también lo divulgan.

Un encuentro con familiares de mártires de nuestro tiempo

La mañana del 24 febrero me sorprendo gratamente leyendo noticias. El papa ha recibido, escuchado y abrazado al esposo y a la hija de Asia Bibi, la señora paquistaní condenada a muerte y encarcelada desde el 2009 acusada de blasfemia, y a una de las chicas que logró escapar años después de ser raptada por Boko Haram, llevando en su vientre el hijo de uno de sus violadores.  También el presidente de Italia ha enviado un mensaje uniéndose al acto contra la indiferencia.

Llegó la noche en que se iluminaría de sangre el Coliseo. Una amiga me comenta que la lluvia débil, que no quiere cesar, significa el llanto del Cielo. Estaban allí los familiares de Asia Bibi y la víctima del Boko Haram, cristianos del Medio Oriente, familiares de mártires de nuestro tiempo, hubo discursos emotivos y solidarios, conexión en directo con hermanos en Alepo y Mosul. Y el Coliseo se cubrió de rojo.

¿Por qué hemos ido tan pocos?

Participo de lágrimas, aplausos y oraciones viendo junto al coliseo romano ensangrentado, los testigos que muestran con una crudeza escalofriante la muerte, la vida, la fe de estos hermanos nuestros… Y al final de todo, vuelvo a casa. Y no puedo evitarlo, me pregunto:

¿Por qué en una ciudad como Roma, donde no es posible caminar por las calles, o subir a cualquier medio de transporte público sin encontrar religiosas, sacerdotes, religiosos, y laicos católicos, a la iluminación en rojo del coliseo hemos ido tan pocos?

¿Por qué en una ciudad donde pasamos horas cada día conectados a internet, solo unos cuarenta han seguido la transmisión en vivo por YouTube?

¿Será que movimientos, órdenes religiosas, asociaciones sacerdotales, consagradas, etc. que producen miles de iniciativas hermosas están tan concentradas en sus propias espiritualidades, iniciativas y métodos que pierden de vista algo tan grave y actual come el martirio que se sufre hoy? ¿Tendremos de verdad la actitud de salida o será solo una expresión de moda?

¿Por qué en el grupo WhatsApp de Schoenstatt Italia no hubo ni siquiera un comentario a la invitación? No sé si habría algún otro schoenstattiano en el evento.

¿Sería la lluvia y el consecuente peligro del resfriado la causa de la pobre participación?

¿Las víctimas habrán regresado a sus casas con la sensación de que a nosotros nos preocupa e interesa el hambre, la discriminación, las torturas, amenazas y muertes de sus familiares, que las prefieren antes que negar a Cristo?

¿Será que con este acto, en lugar de destruir la indiferencia, la hemos solo evidenciado?

¿Será que mientras a los cristianos del Medio Oriente no los detiene ni la muerte, a los que estamos en Roma nos apaga una llovizna?

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5 Responses

  1. Siempre hemos sido tibios antes el horror de esta nueva injusticia que sufrimos los católicos. No tenemos una FE fuerte que Jesús triunfo en la cruz Es LA Roma de hoy la prueba. DESTRUIRE ESTE TEMPLO Y LO CONTRUIRE EN TRES DÍAS.
    ALLÍ DND INICIÓ LA PERSECUCIÓN DE LOS CRISTIANO TAMBIÉN POR LA SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO CAERÁ LA NUEVA PERSECUCIÓN DE ESTE MILENIO. CRISTIANOS CATÓLICO OREMOS, CLAMEMOS A DIOS POR JUSTICIA. EL CUIDARÁ DE SUS HIJOS.

  2. Juan dice:

    Gracias al P. Rolando por compartir su historia y su reflexión. Los primeros cristianos dieron su vida por su Fe de la misma manera que hacen los mártires de hoy. Como bien explica Tita, la mayor parte de los que nos reconocemos cristianos vivimos nuestra Fe y nuestra espiritualidad dentro de nuestra zona de confort y cuánto nos cuesta salir de ella. La sociedad que nos envuelve nos presenta una amplia oferta de justificaciones para auto satisfacernos diciendo qué hacemos lo que podemos y no se nos puede pedir más. Los mártires lo dan todo, dan su vida por su Fe y no se paran a justificarse.

  3. Silvia Sibay dice:

    Estimado Padre Rolando:
    Un buen sacudón para todos los que nos sentimos parte de la Iglesia. Y está ocurriendo en toda la sociedad. El«no te metas» se hace cada vez más notorio. Nos cuesta salir de la zona de confort, de nuestros grupos, de nuestro movimiento.
    Pero puedo decir, con satisfacción, que el «salir al encuentro» ha dado muchos frutos en mi provincia de Tucumán, Argentina., entre los schoenstattianos.
    Queda mucho por reflexionar, en esta Cuaresma. Parar un poco en la vorágine en la que vivimos y mirar mucho más a nuestro alrededor, solidarizarse con el que sufre y estar al servicio.
    Gracias por sus palabras, que a modo de ejemplo, nos toca en las diversas circunstancias en las que debemos actuar.

  4. Alexandra Kempff Ibarra dice:

    ¡Aplaudo el «jalón de oreja» que nos hace a todos! Realmente me deja mucho que pensar para este tiempo de cuaresma. ¡GRACIAS!

  5. Tita Ravera de Andras dice:

    Estimado Padre Rolando: Muchas gracias por enviar este artículo a schoenstatt.org y que se publique algo que debería despertar la conciencia, el corazón, la generosidad de todos nosotros, los cristianos del mundo. Vale la pena preguntarse cuál es el motivo de tal tibieza frente a una realidad horrible a la que se enfrentan cristianos de hoy en tantos lugares del mundo. Estaremos tan cómodos en nuestros hogares calefaccionados? Nuestra cuenta en el banco tiene suficiente dinero para no quitarnos el sueño? Estamos sanos y si no, podemos elegir el médico al que queremos ir? Si no me gusta el cura de mi parroquia, simplemente tengo otras 10 alternativas de misa en mi barrio? O tal vez la información que recibimos a diario a través de los medios de comunicación nos tiene saturados e indiferentes al dolor? Y los schoenstattianos, no sólo de Italia, sino del mundo…hacen suyas las palabras del Santo Padre de salir de nuestro mundito para ir al encuentro de los otros? Mea culpa, mea culpa, mea maxima culpa….”‘Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca» (Ap 3,15)
    Me miro al espejo y me digo: Tita…atención con tu tibieza…
    Tita Ravera de Andras

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