Publicado el 2016-06-25 In Francisco - iniciativas y gestos, Francisco - Mensaje, Iglesia - Francisco - Movimientos

“Los mártires y los santos de todas las tradiciones eclesiales ya son uno en Cristo…”

FRANCISCO EN ARMENIA, por AICA y redacción •

El Papa Francisco inició el viernes 24 de junio su visita apostólica a Armenia, el “primer” pueblo cristiano de la historia, marcado por el genocidio. La visita del Papa durará hasta el domingo 26 de junio y es muy esperada por la población, después de la que efectuara san Juan Pablo II en el año 2001.

Antes de iniciar el viaje, el papa Francisco se dirigió a la basílica pontificia de Santa María la Mayor, para pedir que ayude y bendiga el viaje apostólico a Armenia. Como es tradición, el Santo Padre permaneció en oración delante de la imagen de la Virgen Salus Populi Romani, y como en otras ocasiones depositó un ramillete de flores sobre el altar en honor a la Virgen, las cuales tenían los colores de la bandera de Armenia.

La fe es una realidad constitutiva de la identidad del pueblo armenio

El Papa Francisco destacó que la fe es una realidad constitutiva de la identidad del pueblo armenio, en su primer discurso en Armenia pronunciado en la catedral apostólica, de la ciudad de Echmiadzín, donde se dio un abrazo de paz con el patriarca Karekin II, Catholicós de todos los armenios.

“La fe en Cristo no ha sido para Armenia como un vestido que se puede poner o quitar en función de las circunstancias o conveniencias, sino una realidad constitutiva de su propia identidad, un don de gran valor que se debe recibir con alegría, y custodiar con atención y fortaleza, precio de la misma vida”, sostuvo.

El Papa pidió que el Señor bendiga a este pueblo “por este testimonio luminoso de fe, que muestra de manera ejemplar la poderosa eficacia y fecundidad del bautismo recibido hace más de mil setecientos años con el signo elocuente y santo del martirio, que ha sido un elemento constante” en su historia.

Asimismo, dio las gracias por el camino que la Iglesia Católica y la Iglesia Apostólica Armenia recorrieron “a través de un diálogo sincero y fraterno”, con el fin de llegar a compartir plenamente la mesa eucarística. En este sentido, deseó que el Espíritu Santo ayude a realizar esa unidad, reconociendo la gran labor de Su Santidad Vasken I y Karekin I, san Juan Pablo II y Benedicto XVI.

«El mundo –lamentó- está tristemente marcado por las divisiones y los conflictos, así como las formas graves de pobreza material y espiritual, incluida la explotación de las personas, incluso los niños y los ancianos, y espera de los cristianos un testimonio de respeto mutuo y la cooperación fraterna, que irradia en frente de cada conciencia del poder y la verdad de la resurrección de Cristo».

El jesuita Guillermo Ortiz explica:

«Papa Francisco, que sostiene que “la realidad es superior a la idea”, afirma que la sangre de los mártires de una y otra tradición nos une fuertemente. Porque antes de matarlos no les preguntaron si eran evangélicos, ortodoxos, luteranos, católicos, apostólicos. Los mataron por ser cristianos. “Los mártires y los santos de todas las tradiciones eclesiales ya son uno en Cristo…” (Mayo de 2015, video mensaje al Encuentro de diálogo y oración en Phoenix, Estados Unidos).

El viaje del Obispo de Roma a Armenia está signado por esta convicción. Cuando masacraron al pueblo armenio, no preguntaron si aceptaban o no el Concilio de Calcedonia, digo yo. Los mataron por creer en Jesús. Francisco explica: “Esto nos tiene que animar a hacer lo que estamos haciendo hoy: orar, hablar entre nosotros, acortar distancias, hermanarnos cada vez más”.

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«La memoria es fuente de paz y de futuro”

El memorial de Tzitzernakaberd es un lugar silencioso, pulcro, que invita al recogimiento. Una gran aguja preside un monumento circular, abierto, que recuerda a Yad Vashem, en Israel, o a Stonehenge. Un homenaje a los muertos, sobrecogedor, al que llegó el Papa Francisco, acompañado por el Cathólicos y el presidente de Armenia. Al lado, algunos de los descendientes de los supervivientes del, ayer volvió a decirlo – aunque para muchos parece políticamente no correcto, pero esto nunca le importa a Francisco – , «genocidio armenio», que ahora hace un siglo masacró a 1,5 millones de personas.

El Papa Francisco rezó este sábado por la mañana en el Memorial de Tzitzernakaberd que recuerda a todos los fallecidos en el genocidio armenio perpetrado por el Imperio Otomano entre 1915 y 1923 en el que murieron alrededor de 1,5 millones de personas.

“Aquí rezo, con dolor en el corazón –escribió Francisco en el libro de los huéspedes ilustres– para que nunca más existan tragedias como esta, para que la humanidad no se olvide y sepa vencer con el bien el mal. Dios conceda al querido pueblo armenio y al mundo entero paz y consolación. Dios custodie la memoria del pueblo armenio. La memoria no va aguada ni olvidada; la memoria es fuente de paz y de futuro”.

Acompañado de su séquito y de diversas autoridades civiles y religiosas entre quienes estaba el presidente de Armenia, Serzh Sargsián, el Santo Padre dejó una ofrenda floral en el memorial, que fue llevada hasta el lugar de manera solemne por tres guardias.

Francisco rezó unos momentos en silencio por los fallecidos en el genocidio, mientras la banda tocaba el himno pontificio. Luego el Papa se dirigió al lugar de la “llama eterna” en donde dejó una rosa blanca, mientras que el mandatario y el Catholicós de todos los Armenios, dejaron rosas rojas.

Siguió un momento de oración en el que el papa Francisco y el catholicós Karekin II bendijeron el incienso mientras era recitado el Padre Nuestro en armenio. El coro entonó diversos himnos entre los cuales el canto del ‘Hrashapar’. El cardenal argentino Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias orientales leyó el Evangelio y el Papa rezó la siguiente oración:

Cristo, que coronas a tus santos y cumples la voluntad de tus fieles
y miras con amor y dulzura a tus criaturas,
escúchanos desde los cielos de tu santidad,
por la intercesión de la Santa Madre de Dios,
por las súplicas de todos tus santos,
y de aquellos de quienes hoy es la memoria.
Escúchanos Señor y ten piedad,
perdónanos, expía y redime nuestros pecados
Haznos dignos de glorificarte,
con sentimientos de gracia
junto al Padre y al Espíritu Santo
ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén

Después del acto, Francisco se trasladó en los ya habituales carritos de golf blancos hasta un pequeño «bosque de los justos», en el que plantó un árbol en memoria de los muertos por la injusticia y la sinrazón. Ayer, en Armenia. Hoy, en las playas y las fronteras de la misma Europa que cada vez se reconoce menos en el espejo de lo que quiso llegar a ser. Hoy, en los terrenos conquistados por el IS donde se asesinan a cristianos sin piedad y sin perdón. Hoy, en tantos lugares del planeta donde la dignidad humana, la vida y la felicidad de las personas son ignorados y violados por corrupción, mentira, envidia y ganas de poder…

 

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Fotos: Twitter A. Spadaro

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1 Responses

  1. Alicia quiroga alcantara dice:

    Fue una Bendicipn haberlo tenido aqui, cada una de sus palabras fue un balsamo para el alma e invito concientemente a una ENTREGA DE AMOR A DIOS, la emocion sentida desde el fondo de nuestro corazon fue la oracion perfecta

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