CUBA, por Juan Vicente Escobar, Misión Cuba de la Juventud Masculina de Chile, relatando cómo vivieron con la juventud la visita del Papa Francisco a Holguín •
Acá todos revolucionados por lo del Papa. Cuando llegó a Cuba tocaron las campanas de aquí de la parroquia y toda la comunidad pudo ver su llegada en la tele del padre Bladimir.
Los jóvenes partimos el domingo a las 7 de la mañana. Viajamos en 3 camiones y éramos como 120 jóvenes que fuimos recogiendo en el camino porque venían de toda la provincia.
Fue muy cansador, pero todo muy bacán el ambiente, íbamos con muchas banderas, todo el viaje cantando, gritando, en cada lugar que parábamos nos bajábamos. Todos a la plaza a gritar, a bailar, de todo, los camiones empapelados con cosas del papa, muy divertido.
Vigilia de la juventud en Gibara
El domingo por la tarde llegamos a Gibara, que es un pueblo cerca de Holguín, muy lindo el lugar, muy turístico, bonitas las casas, y muy chico.
Ahí en Gibara hicimos la vigilia durante la noche con todos los jóvenes en una iglesia del lugar que estuvo muy buena. La organizaron los jóvenes de aquí de Santa Cruz, así que tuvimos que ayudarlos y participar en varias cosas; bailamos, rezamos y nos acostamos como a la 1, todos ahí en la iglesia y había que despertarse a las 4 porque la caravana de los buses oficiales, que ponía el gobierno para todas las personas que querían ir, venía a las 5 de la mañana, así que no dormimos nada; yo, por ejemplo, dormí como hora y media.
Los únicos con banderas – de todo el mundo
Llegamos a la misa al otro día llevando muchas banderas (éramos los únicos con banderas, así que a todo el mundo le llamaba la atención). Llevamos las banderas de Schoenstatt, la de Chile y la de España que habían dejado las españolas (unas 25, miembros de la Juventud Femenina de España, que estuvieron un tiempo en Cuba), una de Argentina, la cubana, muy chistosos, ¡parecíamos la delegación internacional!
Vimos pasar al Papa tres veces muy cerca en el papamóvil, ya que estábamos pegados a la reja. La verdad, no prestamos mucha atención a la misa porque ¡hacía un calor!, estábamos al sol, no se escuchaba mucho y estaba muy lleno, terminé todo quemado…
La barra brava del Papa
Después nos fuimos a almorzar y de ahí el Papa iba a bendecir la ciudad desde un cerro, así que partimos todos para allá. Fuimos todos con las banderas y llegamos a la calle por donde iba a pasar el Papa y el padre se metió por la calle en la que estaba todo el mundo esperando en las veredas (porque no había rejas), y nos pusimos todos a correr por la calle cantando y gritando. Avanzamos varias cuadras y nadie entendía nada, todos nos sacaban fotos, nos grababan, parecíamos como algo “oficial”, muy gracioso, éramos como la barra brava del Papa, todo esto bajo una lluvia que empezó a caer y terminamos todos empapados corriendo.
Ahí lo vimos pasar de nuevo en el papamóvil y nos volvimos como a las 5 de la tarde de ayer. Nos demoramos en volver porque en el medio de todo esto un camión se echo a perder, se demoraron como una hora en arreglarlo. Mientras tanto todos jugando afuera, haciendo rondas de casino, que todavía no pudimos aprender muy bien, y llegamos anoche como a la 1, muertos. Hoy todos hemos dormido el día entero y seguimos cansados.
Pero estuvo muy buena la peregrinación, más que por lo del Papa, por el ambiente que se generó, todos quedamos muy felices.
Misión Cuba
Misión Cuba es un proyecto de la Juventud Masculina de Chile. Por invitación del P. Bladimir, de la Federación de Sacerdotes en Cuba, ahora está ya el segundo equipo de jóvenes schoenstattianos en Camagüey, la ciudad en donde el P. Bladimir está trabajando con grupos de Schoenstatt. Se quedan unos meses al servicio de Schoenstatt en Cuba. Durante unas semanas también estuvieron unas 25 jóvenes de la Juventud Femenina de España en Camagüey. Los inicios de Schoenstatt en Cuba radican en la primera generación de Misión Cuba de hace unos 10 – 15 años.
¡VIVA LA BARRA BRAVA DEL PAPA! Claro que sí, el Papa dijo «hagan lío» y la juventud hace lío (y veo que el P. Bladimir no se ha quedado atrás, ¡gracias Padre!). Hace lío misionando, llevando a la Mater por esos caminos a los que es difícil llegar, pero a los que los jóvenes llegan. No cambien nunca esas ganas, esas fuerzas, esa locura de llegar al otro a través de María que lleva al niño en sus brazos y nos cobija a TODOS. Somos UNO en el seno de María. Somos UNO en la casa del Padre.