FRANCISCO – CITAS SEMANALES •
Todos los estamentos de la Iglesia, y otros muchos de fuera de ella, creyentes o no, han recibido las palabras claras y esperanzadoras, a la vez que motivadoras de Francisco, para asumir la responsabilidad que todos tenemos de construir un mundo de acuerdo al querer de Dios, en la fuerza del Espíritu y por la senda de Cristo. Cardenales y obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, novicios y seminaristas, familias, jóvenes y ancianos, comunidades e instituciones han recibido esta propuesta de salir “a la calle”, a llevar no una esperanza utópica, sino en hechos concretos, en proyectos evangelizadores de vida al hombre, esté este donde esté, y si es en la “periferia”, allí mismo, con todos los riesgos y peligros que conlleva. Prefiero una iglesia accidentada porque sale a servir, que enferma por ensimismamiento, nos repite constantemente. Testimonio de todo esto está en el apartado de Schoenstatt.org, donde se van seleccionando semana a semana, textos que nos impulsan en nuestra propia peregrinación. Sin duda, que siendo nosotros Iglesia, también estas palabras van dirigidas a nosotros. ¡Cómo se alegraría el Padre con este impulso misionero que se nos regala desde el corazón mismo de la Iglesia! (P. José María García) •
En dictaduras, siempre piensan por el pueblo pero no dejan pensar al pueblo.
Todos son necesarios en la búsqueda del bien común, en las condiciones actuales de la sociedad mundial donde hay tantas iniquidades y cada vez más las personas son descartables, verlos aquí es un regalo.
Yo les confieso que a veces a mi me da un poquito de alergia, y para no decirlo así en término tan fino un poquito de moquillo, el escuchar discursos grandilocuentes con todas estas palabras, cuando conoce a la persona que habla, y dice que mentiroso que sos.
Es una gran alegría la cantidad y variedad de organizaciones, que están comprometidas en la construcción de un Paraguay mejor y próspero, pero si no dialogan no sirve para nada. Y si chantajean no sirve para nada.
La corrupción es la polilla, la gangrena de un pueblo.
Les pido que no cedan a un modelo económico idolátrico que necesita sacrificar vidas humanas en el altar del dinero y la rentabilidad.
El desarrollo económico tiene que tener rostro humano, no a la economía sin rostro.
Los cristianos además tenemos un motivo mayor para amar y servir a los pobre, en ellos vemos el rostro y la carne de Cristo, que se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza.
Los pobres tienen mucho que enseñarnos, en humanidad, bondad, sacrificio, solidaridad.
Las ideologías tienen o una relación incompleta, o enferma, o mala con el pueblo, las ideologías no asumen al pueblo.
Fíjense en el siglo pasado, ¿en qué terminaron las ideologías? En dictaduras siempre, piensan por el pueblo pero no dejan pensar al pueblo.
No sirve una mirada ideológica que termina usando a los pobres para intereses políticos y personales. Las ideología terminan mal, no sirven.
No autoexcluirse porque todos necesitamos de todos.
No hay personas de primera, segunda o de tercera, todos somos de la misma línea.
Siempre cuando hay verdadero diálogo se termina en un acuerdo nuevo, donde todos nos pusimos de acuerdo en algo. Hay diferencias, quedan a un costado, pero esos puntos en los que nos pusimos de acuerdo nos comprometemos y lo defendemos; es un paso adelante.
El diálogo es para el bien común, y el bien común se busca desde nuestra diferencias.
La uniformidad nos anula, nos hace autómatas. La riqueza de la vida está en la diversidad.
¿Cuál es la identidad de un país? el amor a la Patria; la Patria primero, después mi negocio.
No tengan miedo de entregar lo mejor de sí. No busquen el arreglo previo para evitar el cansancio, la lucha. No coimeen al réfere.
A jugarsela por algo, esa es la vocación de la juventud y no tengan miedo de dejar todo en la cancha, jueguen limpio, jueguen con todo.
Dios siempre está a favor todo lo que ayude mejorar levantar la vida de sus hijos.
Que importante es que ustedes jóvenes vayan intuyendo que la verdadera felicidad pasa por la lucha de un país fraterno.
Es bueno que ustedes los jóvenes vean que la felicidad y el placer no son sinónimos.
La felicidad exige compromiso y entrega.
Todas las citas del encuentro con los constructores de la sociedad, Paraguay, 11. 07. 2015, compiladas para schoenstatt.org por Andreza Ortigoza, Dequeni
