COSTA RICA, Ingrid Bolaños •
Una de las parejas participantes del “Reencantándonos”, el primer retiro para parejas divorciadas y vueltas a casar, pocos días después del mismo, envió a los encargados un testimonio personal que queremos compartir. Esto es la vida real. —
«Nos recibieron santos de la puerta de al lado, que se ponen la armadura de Dios para hacer de lo ordinario algo extraordinariamente bien. Se respiraba amor, alegría y paz.
Nos consagramos a la Madre de Dios para que el mensaje de fe y esperanza llegue a nuestra relación.
Hay un antes y un después de este retiro de parejas. Tengo un cuadernito de notas para recordar que debo admirar a mi pareja, para reconocer mis emociones y sentimientos, quitarme mis máscaras y responsablemente ordenar mi mundo interior para que exista un equilibrio entre el plano sobrenatural, sensible y físico.
Tenía que escribir y escribir
Se me hizo una ampolla en mi dedo, no podía olvidar nada, tenía que escribir y escribir.
Luego llego el diagnóstico de nuestra relación que nos ayudó a reavivar la llama del amor y que se convierta en algo fuerte como una roca.
Conciso, preciso, pero no omiso, así describiría la parte teórica. Apenas para mí, que tengo muchas ganas de aprender y madurar en la fe, que soy un poco dispersa y me siento cansada de los quehaceres diarios.
Mientras las hormiguitas de Dios seguían trabajando por sus hermanos, en todo momento había un detalle, siempre el aliento de Dios se respiraba por cada rincón, hasta con juego de pólvora comenzó el Rosario, no hay casualidades solo “Diocidencias”.
Buscaremos la alegría del amor en nuestra familia
Lo más importante es hoy, nos comprometimos a hacer un cambio: buscaremos la alegría del amor en nuestra familia con la belleza de poner en el centro a Jesús y a María.
Prometimos ir a misa y rezaremos el Rosario; nos comunicaremos más y mejor; seremos mejores personas porque amaremos a Dios sobre todas las cosas y lo demás vendrá por añadidura.
Gracias Movimiento de Schoenstatt, de verdad que salimos “REENCANTADOS”.
