Llegará la Pascua para los jóvenes del lado oscuro de la vida

PARAGUAY, P. Pedro Kühlcke •

A todo el mundo le ha tocado sufrir en los más de dos años transcurridos desde el inicio de la pandemia, pero especialmente a los más desfavorecidos en todo el mundo, incluido Paraguay. El programa «Casa Madre de Tupãrenda» (CMT) sólo pudo realizarse en forma digital -es decir, por teléfono y WhatsApp- y con la comida de los chicos, la propia casa tuvo que cerrar. Las visitas a la cárcel de jóvenes, ni pensar. Pero llegará el tiempo de Pascua… —

Mientras tanto, aquí en Paraguay la pandemia ha disminuido felizmente, por lo que podemos volver a realizar muchas actividades como de costumbre, ¡por supuesto siempre con mascarilla! 

Varias veces por semana estoy en la cárcel juvenil de Itauguá, para oir confesiones, acompañamiento personal o para nuestro servicio pastoral en la cárcel los sábados. Una y otra vez se me acerca un joven con los ojos brillantes de alegría y me dice: “¿Sabes qué, pa’i (Padre)? ¡En cuatro días saldré de la cárcel! ¿Tienes sitio para mí en Tupãrenda? Quiero participar en el programa de CMT y aprender un oficio. ¡No quiero volver a caer en la drogadicción y el robo!”. “¡Sí, por supuesto, me encantaría! Llámame en cuanto llegues a casa”. ¡Jesús ha resucitado en él!

Salir de las drogas

Sí, Tupãrenda es realmente un signo de esperanza para muchos que tuvieron que pasar su infancia en la calle: solos, hambrientos, tristes, sin perspectivas de futuro… Las drogas fueron el único (aparente) consuelo, pero que los llevó más al abismo hasta acabar en la cárcel. Cuando oyen hablar de CMT, para muchos es la primera vez que pueden imaginar una vida mejor: con un trabajo, con la oportunidad de formar una familia que ellos mismos nunca tuvieron, con alegría y satisfacción en el corazón. 

Entrenar habilidades sociales

En el último tiempo han llegado muchos «nuevos». En los primeros dos meses aprenden «habilidades blandas», Soft Skills, habilidades personales y sociales que son muy importantes para luego, a futuro, poder mantenerse en su trabajo. Hay que empezar desde abajo hacia arriba: poner la mesa y comer juntos en una misma mesa, usar y limpiar bien el baño, aprender a tener paciencia consigo mismo y con los demás, no renunciar a todo al primer error o crítica, pequeños trabajos de carpintería… Nuestra entrenadora Lourdes tiene mucha paciencia con los nuevos, pero también les demuestra que nos tomamos en serio la nueva vida y los desafíos de cada uno de ellos.

Horticultura, sastrería, panadería

Tras estos dos primeros meses, es el turno de la «horticultura», el cultivo de verduras, con una duración de dos meses. Allí los jóvenes pueden usar sus fuerzas juveniles con la pala y el rastrillo, pero también tienen que tener paciencia para plantar las semillas, trasplantarlas, regarlas, desmalezarlas, etc. El punto culminante es entonces la cosecha, y el orgullo de poder comer juntos las verduras cultivadas en casa.

Después le toca el turno a la sastrería y, sobre todo, a la panadería, y luego el paso a la vida laboral. Siempre es conmovedor cuando los «antiguos alumnos» nos envían fotos e informes sobre lo bien que les va.

Mucho de lo que está pasando en el trabajo en la cárcel y en la Casa Madre de Tuparenda es posible gracias a las generosas donaciones. Cada donación hace posible la Pascua.

Sitio web oficial

Todos los artículos sobre la Casa Madre de Tupãrenda

Gracias

Original: Alemán 25/3/2022. Traducción: Tita Andras, Viena, Austria