Después de su cuarto intento

PARAGUAY, Ani Souberlich, José Marín • 

El viernes 17 de diciembre se llevó a cabo la última graduación del año en Casa Madre de Tupãrenda, con cuatro nuevos valientes que llegaron a la meta. Cada fiesta de graduación en CMT es única e irrepetible. Esta vez tuvo el sello del testimonio de la madre de uno de los egresados, Gabriel, un joven que después de su cuarto intento terminó el programa de reinserción social. Toda una lucha… pero una lucha ganada. —

Emocionada, y emocionando a los presentes, esta madre dijo:

“Es muy difícil hablar y clarificar lo que uno siente en estos momentos. Lo único que yo quiero decir es que los milagros existen. Yo he visto milagros en la vida de mi hijo. Y con la mano de Dios salvarle a mi hijo de mil cosas que, diciendo con palabras, son inexplicables. Y yo digo que él es mi campeón y es un hijo muy querido de Dios.

Porque cuando uno es elegido, como todos los muchachos que hoy están acá… porque sólo los elegidos llegan a metas así. Dios los eligió a ustedes y mientras estén acá van a tener mucha bendición porque este es un lugar bendecido. La bendición acá llega por manos del padre Pedro. No hay otra explicación.

Yo puedo decir esto en nombre de todas sus mamás: Muchísimas gracias, padre Pedro; muchísimas gracias, Tía Ani y a todos los profesores que no solamente estuvieron con mi hijo, sino también con mi familia. Es muy difícil hablar y clarificar lo que uno siente en estos momentos. Denle, hijos, esa satisfacción a su mamá de ver ese milagro en la vida de ustedes, den testimonio”.

Estas palabras nos incentivan a seguir adelante, a no bajar los brazos a pesar de los problemas y las dificultades que se puedan presentar.

48 milagros vivos que caminan por las calles de Paraguay

A diario somos testigos de pequeños y grandes milagros en la vida de estos jóvenes que tienen ya su única esperanza puesta en Casa Madre de Tupãrenda.

Con ellos, ya son 48 egresados del programa CMT, 48 vidas transformadas, gracias a la oración, al trabajo diario de todo el personal de la Casa y gracias a los aportes económicos de tantas personas dentro y fuera de Paraguay, especialmente desde Alemania y Suiza, donde muchos, en el curso del año, aportaron su granito de arena.

Les tenemos presentes en las oraciones y en la misa de los martes en el Santuario de Tupãrenda.

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