PARAGUAY, Lourdes y José Marin •
Nuestra participación en Casa Madre de Tupãrenda (CMT) surgió como fruto de un retiro por invitación del padre Pedro Kühlcke. Para nosotros, desde el inicio, no fue un apostolado más, ¡fue EL apostolado! —
Empezamos en un equipo reducido llevando la merienda a la cárcel de menores, en donde aparte de lo material y lo espiritual, que siempre es importante en esos lugares, les llevábamos un abrazo, el cariño y la cercanía que nunca habían recibido. Pero nos dimos cuenta que eso no era suficiente. Ahí nace este proyecto de la CMT con el apoyo de muchas personas solidarias que se sumaron tanto en nuestro país como, para sorpresa nuestra, del exterior.
Historias de vida dolorosas
Casa Madre es un proyecto de inserción social, laboral y familiar para jóvenes menores de edad que estuvieron privados de su libertad por diferentes motivos. Aquí aprenden varios oficios en un proceso de 9 meses. Estos jóvenes hacen grandes esfuerzos por salir o reducir sustancialmente el consumo de drogas y vuelven a tener el anhelo de ser mejores personas para ayudar a sus familias y a otros chicos que pasaron por lo mismo. Vuelven a aprender a soñar. Nos encontramos con historias de vida muy dolorosas, que la mayoría de las veces son el resultado de la pobreza y los condicionantes sociales, injusticias y discriminación que les toca vivir.
Un ejemplo de este proceso que realizan los jóvenes es Luis Rubén, quien se graduó en la semana de Pascua. Fue una alegría tan grande, él estaba radiante. Luis Rubén es un chico que procuró muchísimo, tuvo problemas familiares, pobreza, le costó salir de las drogas y a pesar de todo y la pandemia incluida, logró llegar a la meta. ¡Es un ejemplo!
El apostolado compartido hace más matrimonio al matrimonio
Casa Madre nos regala la alegría de hacer juntos como matrimonio este apostolado, nos sentimos identificados, nos realiza como personas y como padres. Nuestra paternidad se extiende, se acrecienta y nuestras almas se funden en una. Cuando estamos ahí, tenemos el mismo palpitar y nos hace crecer en la misma dimensión.
El apostolado compartido hace más matrimonio al matrimonio. Hoy solo podemos sentir gratitud a Dios y a la Matercita que nos eligió y nos llevó de la mano para esta misión.
Lourdes y José Marin pertenecen a la Federación Apostólica de Familias, Asunción Paraguay
Excelente este testimonio de Lourdes y Joséde una entrega alegre sin condiciones sólo siguiendo el sendero que Dios les tiene trazado. Adelante y fuerza para seguir con entusiasmo. El darda mås alegría que sólo recibir.