Publicado el 2020-06-18 In Alianza de Amor Solidaria en tiempos de Coronavirus, Casa Madre de Tuparenda, Obras de la misericordia

La vida regresa poco a poco a la Casa Madre de Tupãrenda

PARAGUAY, los educadores de CMT: Lourdes, Víctor, Magdalena, Rosi Minerva, Alicia y Ricardo Acosta •

La pandemia del coronavirus dio un giro de 180 grados al estilo de vida de las personas en todo el mundo y Casa Madre de Tupãrenda (CMT) no fue la excepción, pues también tuvo que parar sus actividades, con los grandes desafíos que eso implicó en el proceso que se había venido trabajando con cada participante. —

 

 

La vida en confinamiento de los participantes y sus familiares, como para cualquier persona, necesitó de una reinvención para enfrentar las consecuencias de la pandemia. Para muchos, significó perder el empleo o no poder salir a la venta diaria, es decir, no traer el pan en la mesa para los hijos y hermanos.

El programa para paliar la situación hizo lo suyo con provisiones de víveres, ya que no podía regalar el alimento diario que los participantes recibían durante la jornada en CMT.

El gran esfuerzo de los educadores del programa era mantenerse conectados con los participantes y pasarles rutinas para que desarrollaran en sus respectivas casas y con sus familiares.

La primera semana de mayo volvieron los personales del programa y unos días después se sumaron algunos participantes mayores de edad, lo cual resultó muy favorable para implementar todas las exigencias sanitarias del modo de vida que exige el COVID-19.

Y nosotros ¿cuándo retornaremos?

Cuando llamábamos a los chicos por teléfono para realizar el seguimiento de los trabajos a distancia, ellos siempre preguntaban:  Profe, ¿cuándo volvemos a CMT? Ndavy’a vei ma, ahasetereima CMTpe (no me hallo más, quiero volver demasiado ya a CMT)

Tras tres largos meses, llegó el gran día y por fin pudimos decirles a los chicos lo que tanto esperaban: ¡Desde mañana ya pueden volver a CMT!

Muy grata fue la noticia para todos los que trabajamos por el programa y los benefactores, cuando se publicó el decreto presidencial para la fase 3 de la cuarentena inteligente, que en uno de sus puntos habilita desde el 15 de junio la formación y el trabajo de los menores de edad dependientes del Ministerio del Trabajo. Era sin duda una buena nueva que alegraría muchas vidas. Cuando los educadores le comunicaban la noticia a cada uno de los menores de edad, las respuestas eran al unísono de agradecimiento.

Testimonio de participante 1: “Avy’aitereí profe! (me alegro mucho) ya no quería estar más en mi casa”. Tanta fue la alegría que de la ansiedad ni pudo dormir, se levantó a las 03:30 para salir de Villeta y llegar a Itauguá para las 07:30 de la mañana. Por la ansiedad ese primer día de regreso se despertó una hora antes, pero no le importó tener un poco de sueño después, puesto que ya podía volver a CMT.

Testimonio de participante 2:” ¡Gracias, Señor Jesús! ¡Por fin!” comentó al recibir la noticia de que ya podía volver.

Modo COVID de vida, una exigencia

Este nuevo modo de vivir hizo que cambiaran muchas cosas en el día a día de los chicos de CMT. Primero que debíamos respetar la cuarentena, pues era una exigencia y no un simple consejo. Que realmente el COVID-19 era un peligro para todos, ya que día a día viajaban cada uno desde distintas ciudades en ómnibus, aunque extremáramos cuidados. La exigencia en cuarentena, quédate en casa, fue una noticia no muy grata, pero nos adecuamos, buscamos alternativas de trabajo a distancia, el equipo no se dio por vencido y los chicos hicieron el esfuerzo de tratar de cumplir las tareas y exigencias diariamente, procuraron mantenerse comunicados y contando los días para regresar al único lugar donde realmente se sienten libres y con esa contención tan necesaria.

Al final, regresamos con una dura cuarentena inteligente con recursos recortados, pero con las mismas ganas de trabajar y esa alegría única de ellos, porque lo dijeron los chicos: unidos somos más fuertes.

Testimonio de participante 3: “Me siento feliz de volver al lugar donde me siento importante y querido; donde realmente soy yo mismo y hago lo que me gusta, trabajar en la panadería, y tengo una meta: mi pasantía en la panadería de un supermercado.”

Testimonio de participante 4: “De un día para otro dejamos de venir, no podía salir ni a la esquina de mi casa, me sentí solo y triste en mi casa, pensaba macanadas, pero después me acordaba de CMT,  lo rico que se come ahí, de mis profes y tuve fuerza para continuar, porque yo quiero terminar. Cuando me llamaron para volver por ser mayor de edad me puse demasiado contento, porque iba a volver al lugar donde soy feliz”.

 

Página oficial

Todos los artículos de Casa Madre de Tupãrenda

Para donar – pues realmente lo necesitan:

Via PayPal



Transferencias bancarias desde Paraguay

Banco Familiar
SWIFT FAMIPYPAXXX
Cuenta corriente 50 00408672
A nombre de: FUNDAPROVA
RUC 80079669-1

Para transferencias bancarias desde otros países

Nombre: Schönstatt-Patres International e. V.
IBAN: DE91 4006 0265 0003 1616 26
BIC/SWIFT: GENODEM1DKM
Uso previsto: P. Pedro Kühlcke,
Casa Madre de Tupãrenda

Etiquetas: , , , , ,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *