Publicado el 2018-12-23 In Casa Madre de Tuparenda

Transformando vidas – Última graduación 2018 en Casa Madre de Tupãrenda

PARAGUAY, Ana E. Souberlich •

El 10 de diciembre de 1939 la Madre tres veces Admirable de Schoenstatt fue coronada como Reina, en reconocimiento y agradecimiento por todo lo que obró a lo largo de los primeros 25 años de Schoen­statt (ver 2ª acta de fundación, nº 42). A partir de ese momento, quedó el título de Madre y Reina tres veces Admirable. Desde entonces, la Mater fue coronada innumerables veces. El P. Kentenich mismo la coronó en Dachau como Reina del pan, en un momento en que el hambre se hacía extremo y amenazador. Hoy 10 de diciembre de 2018, como las coincidencias no existen sino que todo viene de la Divina Providencia, creo firmemente que la Sma. Virgen se eligió este día, tal como hace 79 años para coronarse nuevamente como la Reina, la Reina que transforma vidas permitiendo que de los graduados de la Casa Madre de Tupãrenda surja el hombre nuevo. —

CMT

Ana María Acha con uno de los graduados

Celebramos la última graduación de cinco participantes del programa. Un ambiente de fiesta y alegría desbordaba en nuestra casa. Los egresados estaban acompañados de sus amigos y familiares.

Contamos con la presencia del viceministro de Justicia, Pascual Barrios, la presidenta de Fundaprova, Esc. Ana Maria Acha, el vicepresidente, el P. Pedro Kühlcke y demás miembros del Consejo, la superiora de las Hermanas de María de Schoenstatt en Paraguay, Hna. M. Clarisa Ferrer, como así también algunos invitados especiales y benefactores.

Los jóvenes recibieron los certificados por culminar exitosamente el programa, en cada área que cursaron en Casa Madre de Tupãrenda: habilidades sociales, horticultura, panadería y confección industrial textil.

“¡Estuvo hermosa la ceremonia! Cada vez los chicos toman más conciencia del privilegio que tienen y lo valoran más”, comenta Ana María Acha.

Significan 41.975 asaltos menos

Desde agosto del año 2016, ya suman 23 los egresados. Parecen pocos en número, pero en la realidad, al rehabilitarse y reinsertarse laboralmente en la sociedad, estos 23 jóvenes equivalen a 115 víctimas de asaltos menos al día, pues los jóvenes reconocen que, por día, necesitan robar mínimo 5 veces para sobrevivir y solventar su consumo. Si miramos un poco más en detalle, equivale anualmente a 41.975 asaltos que ahora no se cometen, gracias a que los 23 egresados están en un trabajo estable o han iniciado un autoempleo.

Mientras tanto, los otros 20 participantes que están en el programa, equivalen anualmente a 36.500 asaltos menos.

Casa Madre de Tupãrenda, además de ser casa de esperanza para estos jóvenes que han delinquido, también ayuda a que la ciudadanía tenga más seguridad. Si sumamos 41.975 + 36.500, son 78.475 asaltos evitados por año, gracias a la oportunidad que estos jóvenes encontraron aquí.

Son 23 vidas salvadas

Con total certeza, sólo nos resta decir: “Gracias por todo Madre, todo te lo agradezco de corazón”, pues cada egresado pone todo su esfuerzo por llegar a la meta. Lo que no han aprendido a lo largo de 17 o 18 años en sus vidas, deben hacerlo en nueve meses que dura el programa.

Implica mucho esfuerzo y luchar con ellos mismos para poder aprender a descubrir lo bueno que hay en ellos, que no son sólo un cúmulo de fracaso y delincuencia, sino que también Dios los soñó, los pensó y los gestó para algo grande y bueno. El pasado debe ser enterrado pues ya han pagado por su error al haber sido privados de libertad, algunos por meses, otros por años…

Son adolescentes, como cualquier otro, que no tuvieron la oportunidad de conocer otro camino, que tuvieron que aprender a sobrevivir solos desde niños, pasando por mucho sufrimiento, mucha humillación, mucho dolor. Tienen heridas profundas que no pueden sanar por sí solas en 9 meses, sólo la Mater y el buen Dios pueden soplar sobre esas heridas y sanarlas.

Damos gracias a Dios, a la Santísima Virgen y a los que hacen posible este noble programa, en el que se brindan oportunidades a decenas de adolescentes que buscan una vida mejor.

Agradecemos a todos los que hacen posible el milagro de CMT con sus donaciones, las grandes como recientemente una donación de mas de 2000 Euros, de la herencia de un miembro de Schoenstatt en Alemania que solo a través de Schoenstatt.org conocía la Casa Madre de Tupãrenda, o las pequeñas que equivalen a un vaso de leche para uno de estos jóvenes. Todo suma para sacar adelante cada vida.


Cuentas bancarias

Paraguay

A Nombre de: Fundaprova
Banco: Sudameris Bank SAECA
Cuenta: 102792992
RUC: 80079669-1
IC/SWIFT BSUDPYPXXXX

Europa

Nombre: Schönstatt-Patres International e. V.
IBAN: DE91 4006 0265 0003 1616 26
BIC/SWIFT: GENODEM1DKM,
Uso previsto: P. Pedro Kühlcke, Casa Madre de Tupãrenda

Página oficial: www.fundaprovapy.org

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