ALEMANIA, Peter Hagmann •
El primer domingo de febrero de 2023, tuvo lugar la segunda velada en línea del Taller de Hombres sobre las sugerencias del libro de Richard Rohr, «El hombre salvaje» – ya informamos sobre la primera velada con referencias detalladas a este libro, que merece la pena descubrir. A esta segunda velada de la trilogía asistieron algo menos de 30 hombres. —
«Los hombres lo tienen difícil, tómatelo con calma, duros por fuera y blandos por dentro, los niños se calibran como hombres ¿Cuándo es un hombre un hombre?» era la canción de Herbert Grönemeyer ( traducción libre del texto original en alemán) allá por 1984, tópica, irónica y cierta. La búsqueda de la propia imagen masculina no se ha vuelto más fácil desde entonces.
El descubrimiento de la feminidad en el hombre
Girolamo da Santa Croce: Juan el Bautista, retablo de la iglesia de la Asunción de Vis, Croacia
En esta velada, el autor Richard Rohr nos confrontó con dos tipos de hombres y con lo que él llama «dos viajes»: el primer viaje, al «hombre normal» que corresponde a la imagen común de la «masculinidad» y que, si no tiene cuidado, se convierte fácilmente en el hombre equivocado o machista. Pedro es un buen ejemplo del prototipo de la falsa fuerza masculina: lleva la espada, traiciona a Jesús tres veces, pero no permanece bajo la cruz. Este primer viaje consiste en descubrir la parte femenina, en aceptar la propia debilidad, encarnada en el Evangelio por el «débil» Juan, el discípulo predilecto, que es el único que persevera bajo la cruz, junto a las mujeres.
En este primer viaje, es bueno acercarse a la propia feminidad en el hombre, en la persona de la madre, la hermana y más tarde la esposa, y ser capaz de permitir la debilidad, los sentimientos y la apertura.
De vuelta a la verdadera y profunda masculinidad
Después de este primer viaje de conocimiento y aceptación de estas partes femeninas, debe haber un segundo viaje de vuelta a la masculinidad «verdadera y profunda», que Richard Rohr llama el «hombre salvaje» o también el «hombre santo». Lo llama el «viaje de Juan el Bautista», representado como un viaje solitario al desierto, a la soledad, alimentándose de «miel silvestre», el alimento de los marginados y excluidos. También se podría llamar a este viaje «pasión», en el sentido de sufrimiento y pasión, como «energía masculina». Se trata, pues, de la energía, de la fuerza, de la paternidad en sentido espiritual y de la humildad o la toma de conciencia de los propios límites.
Pedro, Juan el Bautista y nosotros
En el intercambio, quedó claro desde las figuras bíblicas, de Pedro como el hombre «clásico» y Juan el Bautista como el hombre «salvaje», que se necesita un tiempo de desarrollo y crecimiento para madurar de un «hombre clásico» a un «hombre salvaje»; que no necesita ocultar su lado femenino, sino que aprende a descubrirlo y a entenderlo como una fortaleza. Como ejemplo, se mencionó que no es fácil reconocer una debilidad personal, pero es posible compensarlo en la comunidad, realizando la experiencia de centrarse en sus fortalezas.
Estos principios no sólo se aplican allí, sino también en muchas otras comunidades: no ocultar las propias debilidades, sino reconocerlas; ayuda no solo para aceptarlas, sino fomentarla, para que luego se generen ricos efectos de sinergia en la comunidad.
El segundo viaje presupone, que el primero se ha completado: la crisis masculina de la mediana edad puede ser un indicador, como el comienzo de este segundo viaje, que en el sentido de Erich Fromm tiene menos que ver con el «tener» y más con el «ser». También para este segundo camino es importante contar con modelos y mentores que permitan al hombre desarrollarse positivamente, conciliar la paternidad con el amor incondicional de Dios y despojarse cada vez más el pensamiento de rendimiento.
Para la tercera velada de la serie «El Hombre Salvaje» con impulsos y pensamientos de los escritos de Richard Rohr, los hombres interesados se reunirán de nuevo el domingo 05 de marzo 2023 a las 20:00 (Alemania). Enlace de acceso en www.maennerwerkstatt2022.org
Original: alemán. Traducción: Roberto M. González, Bonn, Alemania / Paraguay
