COSTA RICA, Martin Miller y Silvia Fernández, Edwin Bogantes y Marcela Nassar •
Con gran alegría y con nuestra querida Mater al frente, el pasado 30 de Abril se llevaron a cabo las Misiones Familiares de un día en la comunidad de Cipreses de Curridabat. —
En conjunto y colaboración con la Parroquia de San Antonio de Padúa de Curridabat y con el apoyo del padre Oldemar Ruíz, párroco comprometido con los fieles de su comunidad, llevamos un mensaje de paz y amor en este tiempo de pascua a los hogares de la zona.
Misiones Familiares del Este se puso al servicio de la Iglesia y empezó su plan de acción para llevar a cabo esta importante petición y misión evangelizadora.
Con ayuda del padre Oldemar y los fieles que sirven en la Capilla de Cipreses se hizo una evaluación de las zonas para determinar los hogares que visitaríamos.
¡La Misión era evangelizar!
Así iniciamos a las 8:00 am con el envío de los Misioneros en la Capilla de Cipreses y una bendición especial por parte del padre Oldemar para que Dios y La Mater nos acompañaran. Llegamos a 17 hogares donde dábamos un mensaje de amor en nombre de Dios, en varias ocasiones el tema fue inspirado y guiado por el Espíritu Santo ya que la conversación la iniciaban las personas presentes en cada hogar. Las familias exteriorizaron su alegría por recibir a católicos comprometidos que se acercaran a «tocar las puertas».
Con la Virgen Peregrina
Durante las visitas nos acompañó la imagen de La Virgen Peregrina, se oraba por las necesidades de la familia y se les entregaba un bolsito misionero con la oración de consagración, el rezo del rosario y un rosario misionero.
La Mater llevo cariñosamente a cada hogar el regalo del cobijamiento donde los miembros de la familia contaban con un espacio para conversar y sentirse escuchados. Muchas familias exteriorizaron sus preocupaciones y situaciones difíciles vividas durante la pandemia o actualmente; esto nos unió más a ellos ya que pudimos compartir y sentir más de cerca la realidad que viven.
Los evangelizados fuimos nosotros
Sorprendidos con el gran regalo dado por nuestra querida Virgen; los evangelizados fuimos los miembros de Misiones Familiares ya que encontramos el verdadero amor y entrega fiel, cada testimonio compartido fue un vivo ejemplo del amor de Dios.
Ella, con suave violencia nos recuerda que todos somos hijos de Dios y que, cuando le servimos, somos nosotros los que más recibimos su amor y su gracia.
