COSTA RICA, Milena Fonseca •
En medio de un año de pandemia la Misión Schoenstatt del Este en Costa Rica se reinventó. El Espíritu misionero se mantuvo presente para llegar este año a la Parroquia Inmaculado Corazón de María en Santa Cruz de Turrialba aún en medio de las adversidades y las restricciones. —
La unión del equipo y del Padre Claudio Andrés Gómez Martínez, párroco de la comunidad, hizo posible una nueva modalidad misionera.
Se sustituyó la jornada de fin de semana por visitas quincenales repartidas entre las misas de sábado por la tarde y de domingo por la mañana. Durante cada eucaristía se brindó a la comunidad información del Movimiento y se entregaron poco más de 50 diarios (alimentos) a las familias con mayor necesidad.
Que, por tu fuego, María, arda nuestra esperanza
Antes y después de cada celebración el equipo misionero compartió con las personas que asistían y entregaban oraciones con la imagen de la Mater para que poco a poco se fueran identificando con ella.
Gracias al esfuerzo de todos, la semilla sembrada y la tierra fértil de la comunidad, se logró el objetivo de toda misión, siendo esta la que más frutos ha dado con la aceptación de imágenes de la Virgen Peregrina: 26 para enfermos, 5 de catequesis de niños, 1 de catequesis de confirmación y 3 de familias.
A pesar de las limitaciones y los contratiempos, la divina providencia siempre se hizo presente y nos permite disfrutar hoy los resultados maravillosos de la misión, que esperamos con ansias también para el 2021 confiados en nuestro lema: «Que, por tu fuego, María, arda nuestra esperanza”.
“El cielo está de fiesta!! La Mater cuenta con varias Peregrinas de Enfermos y de Catequistas conquistando corazones y familias en Santa Cruz de Turrialba. Alegrémonos misioneros, una vez más hemos hecho vida el nada sin ti, nada sin nosotros”. Se lee en un testimonio: “Muy lindo el envío y el sacerdote muy contento con Schoenstatt.”
