¡Encendidos por tu amor, locos por Schoenstatt!

ARGENTINA, Priscila Farías y Nacho Sanguinetti •

En Semana Santa, un grupo de jóvenes deja todo de lado para vivir las Misiones Universitarias “Ita Pater, Ita Mater” – MUIPIM -. —

Las misiones universitarias pertenecen al Movimiento Apostólico de Schoenstatt. Jóvenes de ésta comunidad se refugian durante Semana Santa en distintos parajes del interior del Chaco para vivir y sentir una Semana Santa distinta, alejados de la cotidianidad y cerca de Dios. La base de las misiones universitarias, no radica en las actividades que los jóvenes realizan dentro del colegio, sino que lo más importante está en la salida, “Alianza en salida” pues el fin primero es llevar a Jesús y María por las calles y casas de los pueblos.

Este año, los jóvenes visitaron por tercer y último año consecutivo los parajes de San Ramón, María Auxiliadora y Campo Grande de Colonia Elisa, situadas aproximadamente a 88 Kilómetros de la capital del Chaco, desde el miércoles 17 de Abril hasta el domingo de Pascua.

Misionando en Campo Grande

Dejar las comodidades y lo cotidiano

Los misioneros durante esa semana viven en los colegios de la zona, donde duermen, cocinan y pasan sus días buscando y compartiendo el sentido de la Pascua y el espíritu de Resurrección que tanto marcan estos días. Con la particularidad que este año, muchos jóvenes, llevaron bicicletas para realizar su recorrido del día, y armaban carpas para tomarse una siestita reparadora, y luego continuar misionando. También en los ratos libres se invitó a niños de la comunidad a jugar, con juegos organizados por los misioneros y sin olvidarse de los almuerzos y meriendas compartidos con los mismos.

El servicio se hace carne y la entrega realidad, cuando esta sangre joven se anima a dejar las comodidades y lo cotidiano para ir a lugares desconocidos, con la confianza puesta en Dios y buscando transmitir aunque sea tan sólo un poco del amor que ellos mismos reciben.

Misionando en San Ramón

Un toque de aventura

El sábado 20, a pesar de que todo el día estuvo lluvioso, los misioneros salieron a misionar todos empapados, llenos de barro, con el clima hostil, pero felices, cumpliendo la misión. Una vez finalizada la misión en cada paraje, los pasó a buscar un tractor de la comunidad, lo cual hizo que la misión además de salir fortalecidos, tuvo su toque de aventura y llena de vida y alegría.

El domingo 21 de abril, a las 10 horas, se realizó el cierre de las MUIPIM 2019, los misioneros compartieron la santa misa de Pascua de Resurrección, celebrada en la capilla Santa Rosa de Lima de Colonia Elisa, presidida por el Padre Marcelo, misa muy emotiva, con día muy lluvioso, pero ¡encendidos por amor a Maria, locos por Schoenstatt!

Misionando en bicicleta

Un Sí sin manuales

A continuación compartimos testimonios:

Un sí con miedos, dudas, ansiedades; un sí sin manuales. Un sí creyéndose incapaz de tal honor.
Un sí jugado como el de María, confiando y entregado por completo, un «Que se haga en mí y nosotros tu voluntad».
¿Acaso dar la vida transforma un corazón?
Regalar mi tiempo, mi cansancio, horas de sueño, renunciar a pasar tiempo con mi familia y amigos, desvelarme pensando en que tiene que estar todo. ¿Acaso todo eso, tendría su recompensa?
Serte fiel en la tempestad y en las dificultades, unirnos como equipo para superar cada prueba, no dejarnos llevar por el caos y confiar. Quiero recordar que «Si es tiempo de Cruz, es tiempo de fidelidades».
Recordar que sólo somos instrumentos y que esto no depende de nosotros, que depende de quien lo puede todo, que es su misión y que siempre está ahí cuidándonos.
Proponerse “ser padres”, como nuestro padre fundador, que sin serlo biológicamente, regaló amor generosamente, cobijó y formó una familia. Corrigiendo fraternalmente, siendo firmes cuando debíamos y amando sin medidas.
Sirviendo con humildad y sencillez, disfrutando a pleno nuestros encargos, siendo niños, dejándonos llenar por todas las gracias que la Virgen María quisiera regalarnos como recompensa. Servir con nuestra humanidad, con lo que somos con nuestra historia, sin disfrazarla; ofrecerle lo que somos.
¿Todo esto sería posible?
Esta misión fue un milagro; un milagro de amor inmenso. Dios se manifestó en cada persona, en cada gesto.
Dios impuso sus planes y fuimos dóciles a ellos.
Dios nos mostró que no tenemos que esperar milagros físicos o visibles, que Él está en lo sencillo.
«Cuando llegamos a la cima entendí, que es por amor»
Y así volví a mi hogar, “encendida por su amor, y loca por Schoenstatt”, cobijando mi pequeñez en sus manos, y completamente agradecida por tanto amor.

Priscila Farías

¿Por qué vamos a embarrarnos, mojarnos y dormir poco?

Soy Nacho, tengo 25 años y la verdad no sé por dónde empezar a describir semejante locura. Misiono desde hace varios años pero nunca creí vivir una misión tan increíble como la que viví esta Semana Santa. Una vez más fui al Cielo durante cuatro días, un Cielo donde 150 jóvenes tiraban para el mismo lado, con la misma locura, ser instrumentos de María y Jesús. 150 jóvenes que no se guardaban nada, ni lo bueno ni lo malo, todo lo sacábamos afuera y nos apoyábamos entre todos. Cuatro días en donde todos los problemas terrenales pasaron a un segundo plano, donde Jesús y María caminaban entre nosotros, estaban en cada mimo, en cada abrazo, en cada sonrisa y llanto y ¡nunca nos dejaron solos!

Si hoy me preguntan ¿por qué vamos a misionar? ¿Por qué vamos a embarrarnos, mojarnos y dormir poco? Les diría porque estamos locos, no hay otra explicación. Locos por ver sonreír al que tenemos alado, locos por compartir y ayudar, locos por ser los pies de María y Jesús.

¡Hoy más que nunca estamos vivos y estamos locos!

Espero haber expresado un poco de todo lo que siente mi corazón al decir: “Ita Pater, Ita Mater” (si Padre, si Madre).

Nacho Sanguinetti

Misa de cierre de las misiones