PARAGUAY, por Rafael Vera •
Durante las Misiones Universitarias en la Semana Santa, me tocó ir con la Peregrina de los no videntes. Y la Mater me hizo llegar hasta el lugar indicado.
Conocí a Don Claudio, un hombre de 45 años con ganas de luchar. Vive en la ciudad de Gral. Morinigo. Tuvo la experiencia de palpar el suave relieve de nuestra Madre y su Hijo. Se conmovió mucho por la visita de la Madre y se regocijó. Don Claudio valoró y agradeció la visita de la Virgen, la besó y con mucha fe pidió que pueda volver a recuperar la vista.
La Madre no deja de sorprender. Le regaló una Eucaristía en la parroquia de la ciudad, luego de mucho tiempo. Agradezco infinitamente la existencia de esta modalidad. La peregrina de los no videntes pudo llegar a un lugar recóndito.
Les pido tengan en sus oraciones a Don Claudio y los cientos de ciegos que necesitan esta visita en Paraguay.
