PARAGUAY, Testimonios de las Misiones Familiares 2015, Alexandra Garcete de Sánchez •
Este es nuestro segundo año misionando en la ciudad de Melgarejo en el Dpto. del Guaira. El año pasado nosotros elegimos Borja… pero otro era el pueblo que había elegido la Mater. Nos cerró algunas puertas y nos abrió otras hasta que nos dimos cuenta de adónde quería que fuéramos. Y este año la resultante creadora nos permitió verificar que ¡era Melgarejo!
El recibimiento, la apertura y la calidez de todos los pobladores de Melgarejo son impresionantes. Al llamar este año al director de la escuela que nos presta las instalaciones para el festejo del Cumpleaños Gigante, nos dijo: “¡claro!, la escuela es su casa, pero voy a pedirles algo: queremos un cuadro de esa Virgen, porque desde que ustedes festejaron ese cumpleaños el año pasado, aquí en la escuela tuvimos muchas bendiciones y milagros, ¡nosotros queremos tener su cuadro en nuestra escuela!” Y esto fue para nosotros la señal, Ella quiere instalarse en la escuela Valerio Godoy de Melgarejo.
Ya tenemos las primeras dos misioneras de la Campaña del Rosario con un testimonio impresionante, y nos han entregado una hermosa carta de gratitud en la cual expresan que la Mater las eligió, y que esperan una conversión total de su comunidad gracias a la imagen Peregrina que va recorriendo los hogares, siendo muy bienvenida, y ellas siempre repiten “Ella es la gran misionera, Ella obrará milagros”.
Todos nos reciben, incluso los no católicos
Otra vivencia impresionante fue el haber recibido la visita de la Hna. Agape, de la Comunidad de las Hermanas Evangélicas de María y una notita en la que nos agradecían el trabajo que estábamos haciendo. Se enteraron por el testimonio de una mamá que llevó su hijo al Taller de Niños y nos invitaron a visitarlas. Cuán sorprendidos quedamos con su denominación: Hermanas Evangélicas de María y no sólo por ello, sino porque nos contaban que en Alemania y en otros países conocen muy bien y son amigos de los Padres y las Hermanas de Schoenstatt. Las visitamos y cuál fue nuestra sorpresa y admiración al enterarnos de que conocían tanto a nuestro Padre Kentenich, su historia y además la vinculación que tuvo el Padre Kentenich con la Hermana Basilea, Superiora de esta congregación. Hermoso compartir, nos cantamos mutuamente y compartimos nuestras vivencias. ¿Será este un paso más en pos de la Confederación Apostólica Universal?
