ECUADOR, P. Rafael Amaya / María Fischer •
Lo hicieron una vez más. Como desde el inicio de la pandemia, y durante todos estos años difíciles, y aún este año 2023. Una vez por mes, el Santuario de Schoenstatt en la ciudad de Quito se convierte en Casa de Pan, en Casa de Caridad, donde, en una fila larga, los pobres del barrio esperan sus “bolsas de caridad”, con alimentos y lo que necesitan para vivir. Son familias donde nadie tiene trabajo, madres solteras, ancianos. Schoenstattianos con compromiso social, o sea, schoenstattianos sencillamente, hacen las donaciones, buscan los alimentos, los ponen a las bolsas y los entregan. —
Bolsas de caridad, Santuario de Quito
“Buenos días, agradezco al P. Rafael y a todos los que integran esta iglesita por habernos dado los víveres a todas las familias. De verdad que lo necesitamos, gracias”, dice uno de los beneficiarios.
“Les quiero agradecer porque desde aquí, desde el santuario, desde nuestra iglesia continuamos haciendo esta obra de caridad que da esperanza y alivio a muchas familias. Ofrezco mi oración por ustedes y continuemos con esta labor. Que Dios los bendiga”, comenta el P. Rafael en un video breve, que mes por mes se graba y se difunde entre los que se sienten parte de esta obra de la misericordia, estas obras por el cual Jesús nos va a preguntar aquel día del encuentro con el al final de nuestra vida. “¿Qué hiciste por mí?” Los schoenstattianos de Quito le van a decir: “Señor, sí, te dábamos a comer… Dábamos a comer a tus hermanos preferidos, a los mas pobres de los pobres de nuestra ciudad”.
Bolsas de caridad, Santuario de Quito
Lo que significan las bolsas de caridad para Schoenstatt en Ecuador …y mas allá
Sin la campaña, se mencionó en el Encuentro Internacional de Santa María 2000, Schoenstatt quizás habría permanecido como el cristianismo sin San Pablo: una realidad pueblerina, sin horizonte, sin tierra a conquistar.
Sin el compromiso social concreto, sin proyectos como la entrega de las bolsas de la caridad, Casa del Niño, Cien Casas, Encuentro, Dequeni, Casa Madre de Tuparenda, Lichtzeichen, Maria Ayuda, Pastoral carcelaria, sin el actuar en campos de refugiados, en hogares de niños y de ancianos, en hospitales, entre personas en situación de calle… Schoenstatt quizás habría permanecido, quizás su permanencia se hubiese convertido en una realidad encerrada, de elite, una burbuja, un club de autosantificación.
Gracias, P. Rafael.
Bolsas de caridad, Santuario de Quito
