Encuentro

Publicado el 2022-09-24 In Obras de la misericordia, Proyectos

Querer mirar nuestra ciudad con otros ojos

ESPAÑA, Fátima Alvarado •

Dicen que los grandes sueños se gestan entre cañas en un bar con amigos y no sé si será cierto pero lo que sí puedo decir es que hace ya más de 10 años que entre risas y bromas en el bar surgió lo que ahora conocemos como Proyecto Encuentro Acoge. Éramos un grupo de amigos y conocidos que soñábamos con algo distinto. —

Siempre uno piensa que para poder acercarse a la pobreza y la exclusión ha de dar el salto al tercer mundo porque desconoce lo que está debajo de su casa o no sabe mirar su ciudad con otros ojos. Ante las ganas de hacer algo por nuestra ciudad y concretarlo en el hoy y no en un verano próximo con algún día para regalar, decidimos hacer una convocatoria aprovechando las navidades donde todos tienen ganas de regalar su tiempo. Se envió un mensaje de difusión entre los contactos y se convocó el 22 de Diciembre 2011 a salir a las calles de Madrid para ir a recorrer nuestros barrios y aportar alimentos y un buen rato de conversación. La cosa se nos fue de las manos porque de repente se presentaron más de 50 personas y nos distribuimos en grupos de 5-6 lanzándonos a descubrir diferentes barrios de Madrid para conocer las historias de personas que habitan nuestras ciudades y que sufren de la mayor pobreza que hoy existe: la soledad.

Diferentes realidades de la situación de la calle

Íbamos sin ninguna preparación profesional con nuestros picnics, y fuimos conociendo diferentes realidades que la situación de calle te presenta, simplemente con la ilusión de ayudar. No sabíamos que esa iniciativa pre-navidad iba a sembrar en nosotros una razón para querer mirar nuestra ciudad con otros ojos y desde esa mirada poder actuar. Descubrimos muchas realidades que sumadas a un momento de crisis personal hacen que una persona no sepa gestionar las necesidades básicas y le lleven a la situación de calle (inmigración, trastornos psiquiátricos, drogodependencias, depresión, pobreza…)

¡Y así surgió el proyecto! Decidimos realizar estas rutas de forma semanal para podernos ir acercando a estas personas que habíamos conocido, unas nos abrieron rápidamente sus historias y otras recelosas al no conocerlos, ni un saludo nos regalaron. De ahí que entendimos la importancia de tener una frecuencia en nuestras salidas, para que desde la cercanía y la escucha sin juicios pudiéramos descubrir que había detrás de ese saco de dormir, de esas cajas de cartón tiradas en el suelo.

Madrid, Palma de Mallorca, Barcelona

Fueron años de aprender mucho, ya que es muy desconocida la realidad de la calle y en ella existe mucho prejuicio, pero a medida que íbamos sumergiéndonos más en sus historias más deseo teníamos de querer aportar algo, aunque no sabíamos cómo hacerlo.

Pasando los años y fuimos aprendiendo a manejar diferentes situaciones y a contactar con los recursos que existen en nuestras comunidades autónomas para ser de alguna manera puente de unión entre aquellos que lo han perdido todo, incluida su dignidad.

Se creció en rutas y en ciudades (Madrid, Palma de Mallorca y finalmente Barcelona) y decidimos en Septiembre 2019 que quizás era el momento de poder constituirnos como Asociación para poder llegar a acceder a más recursos y tener nuestro sello y nuestra carta de presentación. Queríamos ser ángeles en la noche, personas que en medio de la oscuridad pudiéramos acercarnos a la realidad que nos envuelve y que desconocemos y poder ser ​ vínculo con los recursos sociales intentando dar algo de luz. Hacernos presentes desde lo sencillo: algo de comer, unas mantas y sobre todo tiempo para escuchar y así desde la escucha buscar la vía para empezar a caminar junto a ellos, respetando su libertad y sus tiempos que no son los nuestros.

El acompañamiento, la escucha activa y ser puentes con los recursos sociales

De esta manera, aprendiendo desde sus historias, hemos ido creando nuestra identidad como grupo, intentando irnos formando poco a poco en el mundo complejo de las personas que viven en situación de calle. Y hemos ido adquiriendo compromiso, primero con ellos y desde ahí con las diferentes instituciones que hemos ido conociendo a través de sus historias.

En definitiva, somos todos voluntarios, que regalamos un tiempo a la semana para poder cambiar la mirada a nuestro alrededor y concretar en historias reales que dirección coger y que recurso puede acompañar mejor las diferentes realidades que vamos descubriendo, ya que ninguna es igual a la otra. Nuestras claves no son más que el acompañamiento, la escucha activa y ser puentes con los recursos sociales.

Necesitamos más gente comprometida para poder llegar a conocer más historias y más rincones así que no queda más que decir ¿y tú te atreves?

“Lo esencial es invisible a los ojos”.

Encuentro

Fuente: periodicodebaleares.es Con permiso.

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1 Responses

  1. Paz Leiva dice:

    Enhorabuena, Fátima y gracias por compartirlo. Nuestras ciudades son tierra de misión. Sólo falta mirar con otros ojos.

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