Adviento en la Casa del Niño Padre José Kentenich

ARGENTINA, Gabriela Sarquis •

Ya acercándonos al tiempo de Adviento, el martes pasado los niños de Casa del Niño prepararon juntos sus coronas de Adviento. Con mucha alegría y entusiasmo las armaron y llevaron a sus hogares con el propósito de ir preparando sus corazones para la llegada del Niño y acompañar a María y José. —

Mientras estaban sentados en pequeños grupos en las mesas, no solo recibieron ayuda para armar sus coronas de Adviento, sino una explicación sencilla: Esta corona tiene forma de círculo: el Amor de Dios es Eterno, no tiene principio ni fin. Se hace con hojas de muérdago: Dios nos da vida, Él es vida. Queremos estar unidos a Dios que es nuestro Padre y nos da vida. Se ponen cuatro velas: Jesús es la Luz que ilumina nuestro corazón.

Varios educadores, miembros de la comisión directiva y voluntarios acompañaron a los niños en este trabajo de preparación a la Navidad.

La casa llena otra vez

Fue una de las primeras actividades especiales para todos los niños después de las restricciones durante la pandemia. A partir del 1 de noviembre dejamos de trabajar en burbujas para recibir a nuestros chicos todos los días. Una alegría enorme para todos.

Durante todo este mes seguiremos acompañando a nuestros niños en preparación para la Navidad.

La Casa del Niño Padre José́ Kentenich es un hogar de día que acoge a más de 300 niños en el Barrio de San Nicolás -Florencio Varela- uno de los barrios más vulnerables en el área urbana de Buenos Aires. Tratamos de que nuestros niños se sientan acompañados brindándoles amor, oportunidades y esperanzas. Es una obra de misericordia, desde la Alianza de Amor.

El 19 de marzo de 1985 se colocaba la primera piedra de lo que sería la Casa del Niño, en el año del centenario del nacimiento del P. José Kentenich, por lo que lleva su nombre. Con el apoyo del Movimiento Apostólico de Schoenstatt y gracias al esfuerzo y generosidad de mucha gente que apostó fielmente al proyecto, se construyó esta casa, sin fines de lucro, que es un espacio especial para ofrecer a los niños del barrio y sus familias la oportunidad de crecer en un ambiente sano de amor, alegría, libertad y confianza.

Los Padres de Schoenstatt como casi vecinos de la Casa del Niño acompañan espiritualmente y asumieron la responsabilidad legal y administrativa para esta obra de la cultura de alianza solidaria.

La Casa de Niños depende, en gran parte, de donaciones solidarias. Cada uno puede donar sus oraciones, su capital de gracias… y unos, ojalá, algo de su dinero, como ofrenda generosa y solidaria que dará ricos frutos.