Publicado el 2020-06-05 In Casa Madre de Tuparenda, Obras de la misericordia, Pastoral carcelaria

«La visita al Vaticano tiene implicaciones cada vez más amplias…»

SCHOENSTATT SOCIAL, María Fischer 

“La visita al Vaticano tiene implicaciones cada vez más amplias…” escribe el P. Pedro Kühlcke. La visita al Vaticano ocurrió cuando lo invitaron al Encuentro Internacional de la Pastoral Penitenciaria Católica por mediación de Pamela Fabiano, del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. En la audiencia final con el Papa, le regaló el libro “Libertad en la cárcel”, en el que describe sus experiencias con la pedagogía del P. Kentenich en su trabajo en la cárcel. Los textos del libro están disponibles en cinco idiomas en Schoenstatt.org. Su presencia en el Vaticano tuvo otra consecuencia: lo entrevistó una periodista de Vatican News. Dicha entrevista, con el título «Descubro a Jesús en cada joven en la cárcel», tiene implicaciones cada vez más amplias

Por ejemplo, tiene implicaciones en Austria, concretamente en la revista de las obras misioneras pontificias allewelt (todo el mundo), en la que también escribe la misma periodista Ines Schaberger. Vatican News autorizó la publicación en allewelt de fragmentos de la entrevista.

Es así como los austriacos saben ahora de estos jóvenes de la clase más pobre de Paraguay y que acaban en un reformatorio, porque el hambre y el abandono los han convertido en ladrones. Esos jóvenes, cuyos padres a menudo han desaparecido y cuyas madres trabajan en algún país extranjero o están también en la cárcel y que, con la edad con la que otros chicos reciben su primera Playstation, ellos están en la calle y tienen que sobrevivir. Jóvenes con cicatrices en el cuerpo y en el alma. jóvenes que anhelan con fuerza otra vida, jóvenes para los que un paquete de cacao es un tesoro que esperan semana tras semana, y que responden a un abrazo con una sonrisa tan resplandeciente, tan sincera y pura, que inmediatamente se les lleva en el corazón para siempre, porque Dios sin duda los lleva también en el corazón. En cada joven de la cárcel descubro a Jesús, dice el P. Pedro Kühlcke. Yo también. Y lo dicen todos los que van con el P. Pedro Kühlcke a la cárcel cada semana.

En la entrevista naturalmente también se habló de lo que viene después de la pastoral penitenciaria y que en realidad es sencillamente parte de esta: la preocupación por los jóvenes que salen de la cárcel y quieren empezar una nueva vida. Casa Madre de Tupãrenda es su meta y la respuesta del P. Pedro a su pregunta: ¿Qué haré después? ¿Estaré otra vez totalmente solo?

Casa Madre de Tupãrenda

Han resistido

“Su situación ha cambiado por el coronavirus. Mediante la página web deduje que el centro tuvo que cerrar en marzo. ¿Cómo se ha desarrollado la situación? ¿Tiene usted una idea de cuándo volverá a abrir y de cómo les va a los jóvenes que estaban en su programa de formación? ¿Y cómo están en esta situación?”

“Cuando a principios de marzo se confirmaron en Paraguay los dos primeros casos de COVID-19, el gobierno adoptó inmediatamente medidas severas de cuarentena y nosotros cerramos nuestro centro por precaución. Mantenemos contacto diario con todos los jóvenes, los apoyamos con llamadas, víveres o dinero. Es sorprendente que hasta ahora casi todos han resistido bien, aun cuando no pueden acudir a nuestro centro. Un signo de que con nosotros han aprendido mucho para su vida y de que el “cuidado a distancia” es importante. Queremos reanudar poco a poco el programa y fabricar tapabocas en el área de costura. Para nosotros es un gran desafío continuar financiando el programa en estas circunstancias”, dice el P. Pedro Kühlcke.

Mientras tanto, ya han regresado los primeros jóvenes a la Casa Madre de Tupãrenda. Ojalá que pronto se permita visitar a los jóvenes que están en la cárcel y que siempre existan personas que sigan apoyando al P. Pedro, al equipo de pastoral penitenciaria y a los colaboradores en la Casa Madre de Tupãrenda y, sobre todo, a los jóvenes, con contribuciones al capital de gracias y sí, también con donativos.

 

Fuente: Revista de las obras misionales pontificias, “allewelt”, Austria, https://www.missio.at/alle-welt/ . Vatican News ha autorizado la publicación de la entrevista original en “allewelt” bajo la rúbrica “Preguntas a todo el mundo”. La reproducción en Schoenstatt.org se ha realizado con la amable autorización de la autora.

¿Para qué voy a cuidarme, si no quiero ni puedo servir a otros?”, se pregunta la monja. “Si no estuviera en la cárcel, mi vida consagrada no tendría sentido”.

Eso dijo en una entrevista una religiosa española, que durante los meses de confinamiento a causa del coronavirus prefirió permanecer en su pequeña oficina de la cárcel de mujeres antes que en su convento. Aunque el P. Pedro no estuvo en la cárcel, no necesita decir expresamente que hubiera preferido quedarse con “sus” chicos.

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Uso previsto: P. Pedro Kühlcke,
Casa Madre de Tupãrenda

 

Original: alemán. Traducción: Rodolfo Monedero/es, Madrid

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1 Responses

  1. Marcelo Aravena dice:

    Me impressiona positivamente el articulo sobre el Padre Pedro Kühlcke vemos coo en casi todos los sistemas y programas carcelarios se repiten situaciones y lugar comunes. Es un tema complejo como también sus soluciones. Si las hay en un mundo donde el interno o el ex-interno de alguún presidio queda marcado para siempre, interior y exteriormente, privada y socialmente. De mis 7 años de trabajo pastoral en los Estados Unidos, 6 años trabajé voluntariamente en una cárcel federal de Texas. Esa insttitución «correcional» donde trabajé ecumenicamente com pastores bautistas parecen cómodos hoteles en comparación con nuestras sobrepobladas e insalubres cárceles de nuestros países. Pero una cosa es común, según mi parecer: la privación de la libertad es el mayor castigo que una persona puede recibir sobre todo si es inocente o su crimen por el cual fue forzado por las circunstáncias. Sin Duda este es un tema complejo. Podriamos seguir conversando y ver como desde nuestro carisma ajudar a los que más sufren.

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