ARGENTINA, Inés Petiti •
El pasado 8 de diciembre, en la parroquia Ntra. Sra. de Itatí, de Goya, se celebró la renovación del compromiso misionero.
Con el clima celestial que caracteriza al día de la Inmaculada, sumando al regalo del comienzo del Año de la Misericordia, los misioneros de la Virgen Peregrina de Schoenstatt de Goya, se comprometieron a caminar con Ella por un nuevo año.
Esta hermosa ceremonia se hizo durante la Santa Misa de las 20 hs., celebrada por el P. Orlando, ante Jesús y la Madre de Itatí, que cobijaron a todos sus hijos en la paternidad misericordiosa del Padre Dios.
El sí dado de cada misionero pronunciado ante Dios y la Virgen de Itatí, implica el serio compromiso de llevar a la Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt y a su Hijo Jesús a los lugares adonde Ella quiera ir, poniéndose a disposición como instrumentos en sus manos.
Con la promesa de ser fieles a ese compromiso, los misioneros honraron también a la Madre Correntina de Itatí y a su Hijo, en un templo colmado en el comienzo del Año de la Misericordia.
Dieciocho mil Avemarías en la ermita de Schoenstatt de Goya
A pesar de la lluvia, el 18 de diciembre los peregrinos desde muy temprano llegaron a la ermita para poder coronar a la Mater con los veinte rosarios y expresarle su gratitud de hijos.
Cada uno ofreció su desvalimiento, su miseria, su tristeza, sus luces y sombras, implorando con en el rezo, con en el “nada sin Ti, nada sin nosotros”, con el armado de la corona.
Cada rosario es una corona para esa Madre, con una esquela en la que se manifiestan los aportes al capital de gracias: ¡yo te pido madre! ¡yo te ofrezco!
Nuevamente los misioneros renovaron su ser instrumentos de María y de su Hijo.