ESPAÑA, Paz Leiva •
Esto del confinamiento se está haciendo largo. Aunque con tanto tiempo libre, estamos todo el día ocupados. —
Ayer fue Jueves Santo. A media tarde, un WhatsApp me hizo fijar la vista en el móvil: es Tita, desde Viena, voy a responder. “En un rato te atiendo”. Tardé media hora en poder atender a mi amiga. Tita “luchaba” con un texto del padre Busse. Un texto profundo, cargado de humanidad, como es el padre Busse, alegre, lleno de esperanza: con un alemán culto, aderezado con expresiones cotidianas, cargadas de imágenes de la vida real y comparaciones casi imposibles de traducir sin que pierdan su más profundo sentido. En la media hora que tardé en atender el WhatsApp, Juan Eduardo, desde el otro extremo del mundo y María, desde la redacción habían ayudado a resolver la duda de Tita. Y no era una duda menor.
Quien no conozca los artículos del padre Busse, se pierde mucho. Pueden empezar leyendo el que se publica hoy bajo el título “Viernes Santo – el precio de la reconciliación”.
Así es este equipo de schoenstatt.org. Cualquier día a cualquier hora hay alguien dispuesto a ayudar, en el momento.
Hoy es Viernes Santo
El punto importante de esta mañana era el “retiro” del padre José María. Allí estábamos preparados frente al televisor. El aviso de que empezaba la charla corrió por las redes. Móviles alejados, que no desconectados. Acabada la charla, nos dimos un tiempo de introspección y luego diálogo matrimonial.
Era casi la hora de comer en España. Miguel Ángel corregía dos artículos para hoy. Se asoma por WhatsApp Eduardo, desde México, dispuesto a echar una mano con su buen humor de siempre: «corregir en Viernes Santo computa doble». – “Triple”, le contestan desde redacción. Lo bueno es que nada computa, todo es voluntario. Computa la amistad, el amor a Schoenstatt, la afición a contar historias, las ganas de dar un servicio…
Y es que colaborar en schoenstatt.org es un “servicio esencial”, aunque no figura entre los descritos en las listas de servicios esenciales durante el confinamiento. Deberían incluirlo.
Todos nosotros llevamos años separados, sin visitarnos ni vernos – como en el confinamiento – pero estamos siempre unidos.
También en Viernes Santo.
desde Armenia Quindio. fesde mi cama con mi discapacidad siempre prendo mi celular par conectarme con el santuario en la camara web de ustedes. estoy en mis oracion pidiendo a la MTA pra q nos bendiga a todos en especial a los schoensttatianos. cuando no por yutube desde Roma con los italianos del santuario de zRoma. Mil gracias ya q es mi manera de estar en contacto asi sea espiritualmente ya q fisicamente estoy muy limitado. Un abraxo.
¡Hermosa ilustración del servicio que se hace desde esta página! Somos una familia, físicamente sólo pocos se han visto alguna vez pero se comparte tanto que los siento cercanos.
Te añado una anécdota: en el equipo de corrección tenemos una «competencia» (también gracias a Eduardo) entre los del hemisferio norte y «las damas del sur.» La diferencia de horarios hace que esté siempre alguien a disposición. Solamente no sé todavía cuándo duerme María porque ella está disponible siempre.