Publicado el 2020-04-15 In Alianza de Amor Solidaria en tiempos de Coronavirus

Continuación pascual desde el viacrucis

PASCUA 2020, Mons. Peter Wolf, Alemania •

El Evangelio del Domingo de Pascua comienza cuando María Magdalena va al sepulcro cuando aún está oscuro. Noté esta mención de la oscuridad particularmente este año. Es como una referencia a esta oscuridad distinta, con la que la pandemia del coronavirus ha cubierto nuestro mundo como una manta oscura, ralentizando la vida pública y oscureciéndolo todo. —

En realidad, queríamos celebrar la Pascua. Muchos esperaban con alegría los días de Semana Santa, para cantar en Pascua un alegre aleluya con coro y orquesta.

Y entonces el evangelio comienza con la oscuridad. María Magdalena se atreve a ir al sepulcro en esta oscura mañana. Para ella y para muchos otros discípulos, la muerte de Jesús en la cruz lo oscureció todo. Ella, junto con las otras dos mujeres, quiere mostrarle al Jesús muerto el último servicio de amor que se conoce en la cultura israelí: el embalsamamiento del cuerpo. Además, ella tiene un aceite precioso en su recipiente dorado. Así es como se muestra en la gran vidriera de la resurrección en la catedral de Estrasburgo, a continuación de las estaciones del viacrucis. Se muestran allí un total de diez diferentes apariciones del Resucitado. Todos quieren contar fielmente los relatos bíblicos de cómo continuó la historia con Jesús.

La vidriera de la Pascua

Quieren recopilar toda la evidencia del Evangelio y asegurarse de que la muerte no fue la última palabra en su vida. La vidriera de la Pascua en Estrasburgo quiere mostrarnos que la oscuridad llega a su fin esta mañana de Pascua con el mensaje de los ángeles, con la experiencia de María Magdalena, con la aparición del Resucitado ante Pedro y con el Señor junto con todos los demás discípulos. También se muestran los dos caminantes que viajan de Jerusalén a Emaús. Es como una colección de argumentos contra la oscuridad del viacrucis, que encuentra su fin en el mensaje luminoso y la alegría de la Pascua.

Esta buena noticia nos permite celebrar y lo garantiza: necesitaremos la luz de esta creencia en la resurrección para soportar la oscuridad de la pandemia del coronavirus. Tendremos que consolar a las personas que pierden a sus seres queridos, y también debemos mantenernos con fe y confianza cerca de aquellos que, a pesar de los esfuerzos de nuestros médicos y políticos, desarrollarán la enfermedad y sufrirán las diversas consecuencias de la crisis. El mero optimismo no será suficiente. Necesitamos confianza de fuentes más profundas.

Original: alemán, 15.4.2020. Traducción: Paz Leiva, Madrid, España

Etiquetas: , , ,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *