#Ucrania

Publicado el 2022-02-27 In Alianza solidaria

Guerra en Ucrania: «También es solidario ver las noticias, aunque duele mucho»

En alianza solidaria con Ucrania, Equipo editorial •

Solo horas después del inicio de la invasión rusa a Ucrania, miembros del equipo de schoenstatt.org comenzaron a difundir en sus redes el llamamiento del Papa Francisco para la paz y su convocatoria a una jornada de ayuno y oración por Ucrania, el 2 de marzo, Miércoles de la Ceniza. Poco después, ya estaba también en schoenstatt.org, en los cinco idiomas, como artículo destacado. Un gesto de solidaridad con el pueblo de Ucrania, con los soldados, los niños, las madres, los padres fallecidos, con los niños, mujeres y ancianos en los sótanos y las estaciones de metro, los cientos de miles de refugiados llevando de su vida anterior lo que se puede llevar en una maleta, con tantas personas que, por las ansias de poder de un dictador, en una hora perdieron sus sueños, sus planes para el futuro. —

Donaciones de Caritas llegando a Ucrania

Donaciones de Caritas llegando a Ucrania

¿Qué podemos hacer? Mucho.

Una parroquia en Madrid esta mañana publicaba el enlace al llamado del Papa Francisco en schoenstatt.org. Como el llamado mismo, hasta ahora solo aparece dentro de noticias más amplias en Vatican Media, aparentemente ayudaba tener este texto.

Desde España, Argentina, Bolivia, Portugal, Chile, Alemania, Paraguay, Ecuador… schoenstattianos se unieron en oración y con la difusión.

¿Qué podemos hacer? Mucho.

Ante la invasión rusa, Cáritas está movilizando equipos de emergencia en Ucrania. Cáritas Internacional en Alemania apoya la ayuda con 150.000 euros y pide donaciones urgentes para las víctimas del conflicto. Los coordinadores de la Federación de Familias en España difunden en la página web de la Federación el llamado de Caritas España por donaciones urgentes.

La Coordinación Emergencias del Movimiento de los Focolares ha lanzado una recolección de fondos extraordinaria para sostener a la población ucraniana. Los aportes que se depositen serán gestionados para hacer llegar a la población ucraniana ayudas de primera necesidad para la alimentación, tratamientos médicos, la casa, la calefacción y la acogida en distintas ciudades del país, en colaboración también con las Iglesias locales.

¿Qué podemos hacer? Mucho.

#Ucrania

Obelisco en Buenos Aires, iluminado en los colores de Ucrania

En muchas ciudades, los edificios emblemáticos fueron iluminados en los colores de Ucrania, como en Buenos Aires, Berlín, Paris… También se hizo en catedrales y santuarios.

Se hacen marchas, se toca el himno de Ucrania…

¿Qué podemos hacer? Mucho.

«Tenemos y podemos hacer algo que exprese solidaridad. También es solidario ver las noticias, aunque duele mucho. Ya me he encontrado a alguno que dice no poner la tele, para no sufrir», comenta Paz Leiva. Llorar con los que sufren, sufrir con los que mueren – esto es solidaridad concreta.

¿Qué podemos hacer? Mucho.

Una pregunta que también inquieta al Papa Francisco, quien a pocas horas del inicio del conflicto, visitó la embajada rusa en el Vaticano, donde se reunió con el embajador Alexander Avdeev, para expresar su “preocupación” por la guerra en Ucrania tras la invasión de las tropas rusas, informó la Sala de Prensa de la Santa Sede. Francisco estuvo poco más de media hora en la delegación diplomática. Algo inédito. Un líder de estado no visita a una embajada. Se considera humillante. No le importa a Francisco.

¿Qué podemos hacer? Mucho.

El papa Francisco llamó a Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica de Ucrania, en la tarde del 25 de febrero, tal lo anunció en un comunicado de la secretaría de la Iglesia Católica Griega de Ucrania.

“Durante la llamada telefónica, el papa Francisco se interesó por la situación en la ciudad de Kiev y en toda Ucrania en general. El pontífice dijo a Su Santitad: ‘Haré todo lo que pueda’”.

“El Santo Padre también se interesó por la situación de los obispos y sacerdotes en las zonas más afectadas por la operación militar rusa y agradeció a la Iglesia greco-católica ucraniana su cercanía al pueblo ucraniano. En particular, el Papa elogió la opción de permanecer entre la gente y al servicio de los más necesitados, también poniendo a disposición el sótano de la Catedral greco-católica de la Resurrección de Kyiv para dar refugio a las personas”.

“El Santo Padre aseguró a Su Beatitud Sviatoslav su cercanía, su apoyo y sus oraciones por la querida Ucrania. Al final del encuentro, el Santo Padre envió su bendición para el sufrido pueblo ucraniano”.

A última hora de hoy, 26 de febrero, el Papa ha hablado por teléfono con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyi para asegurarle sus oraciones por la paz y el alto el fuego. «Sentimos el apoyo espiritual de Su Santidad», ha escrito el líder ucraniano en Twitter.

¿Qué podemos hacer? Mucho.

Nuestra Señora de Kiev

Nuestra Señara de Kiev

Este sábado 26 de febrero, en la catedral de Colonia hubo una oración por la paz. Es muy emocionante cuando, hacia el final del servicio, un pequeño coro de la comunidad católica ucraniana de la archidiócesis vuelve a cantar un himno de su tierra natal. Se trata de la oración por la unidad, la libertad y la paz. Pero incluso si no se sabe lo que los cantantes están cantando en su propio idioma, esta música melancólica expresa toda la tristeza, el dolor inconfesable sobre los terribles acontecimientos de Europa del Este. Y un gran anhelo de que los sangrientos conflictos que tanto sufrimiento provocan en el pueblo ucraniano lleguen pronto a su fin, que nadie tenga que temer por su vida o la de sus seres queridos. Esta melodía, que ocupa un lugar central en la oración del mediodía de la catedral de Colonia, suena como un lamento. Algunos de los asistentes al servicio se enjugan furtivamente las lágrimas de los ojos, sus expresiones son serias, aunque apenas sean visibles tras sus máscaras. Pero aun así, se puede adivinar la gran simpatía que existe entre los presentes. Los miedos que la gente trae consigo son lo suficientemente cercanos como para tocarlos. Muchos buscan consuelo en la catedral de Colonia a esta hora del mediodía, donde el preboste de la catedral, Guido Assmann, y el padre Mykola Pavlyk, en representación de los católicos ucranianos, rezan juntos por el fin de la guerra en Ucrania.

Tal como en Colonia, en muchas diócesis del mundo, en muchos santuarios se rezó por la paz, por el fin de la guerra, por el pueblo de Ucrania. Muchos se unieron a los ucranianos que rezan frente del icono de Nuestra Señora de Kiev.

El llamamiento de Sant’Egidio

En estas horas dramáticas para la capital de Ucrania, Andrea Riccardi y la Comunidad de Sant’Egidio, con un manifiesto al que se puede adherir desde todo el mundo, lanzan la propuesta de llegar a un inmediato alto el fuego y de proclamar de manera urgente Kiev como «ciudad abierta». Cada uno puede firmarlo y difundirlo para así mostrar solidaridad con el pueblo de Ucrania y con la gente que se mueve en solidaridad concreta:

El llamamiento de Sant'Egidio
Kiev, ciudad con tres millones de habitantes, es hoy un campo de batalla en Europa.

La población civil, indefensa, vive en una situación de peligro y terror mientras busca protección en los refugios subterráneos. Los más débiles, desde los ancianos hasta los niños, o las personas sin hogar, están aún más expuestos. Ya se han producido las primeras víctimas civiles. Kiev es una ciudad que representa un gran patrimonio cultural. No se puede pensar en la cultura europea, en la historia de Europa sin Kiev, del mismo modo que no se puede pensar en la cultura rusa, en la historia de Rusia, sin Kiev.

La ciudad, con todos sus monumentos, alberga conjuntos que son patrimonio de la humanidad. Kiev es una ciudad santuario para muchos cristianos, en primer lugar, para los cristianos ortodoxos de todo el mundo. En Kiev empezó la historia de fe de los pueblos ucraniano, bielorruso y ruso. En Kiev nació el monaquismo ucraniano y ruso. El gran monasterio de las Cuevas que domina desde la colina el gran río Dniéper es un lugar sagrado y milenario de peregrinación y de oración. Kiev es una ciudad de gran valor para todo el mundo cristiano.

El destino de Kiev no deja indiferente a quien, desde Oriente hasta Occidente, observa y vive apasionadamente la ciudad y su gente. Después de Sarajevo, después de Alepo, no podemos asistir nuevamente al asedio de una gran ciudad. Los habitantes de Kiev piden un impulso de humanidad. Su patrimonio cultural no puede estar expuesto al peligro de destrucción.

La santidad de Kiev para el mundo cristiano exige respeto. Imploramos, a quienes pueden decidir, abstenerse de utilizar las armas en Kiev, que declaren un alto el fuego en la ciudad, que proclamen Kiev como «ciudad abierta», que no ataquen a sus habitantes con la violencia de las armas, que no violen una ciudad a la que hoy mira toda la humanidad. Que esta decisión facilite una negociación para llegar a la paz en Ucrania.

Andrea Riccardi Comunidad de Sant’Egidio

Para firmar

En varias páginas de Schoenstatt no hay guerra; en la página oficial no hay declaración propia, pero los responsables pagan tasas por la publicación de una noticia de Vatican Media sobre el tema.

Pero en muchos corazones de Schoenstatt hay alianza solidaria. Hagamos lo que podemos para hacer crecer la corriente de solidaridad en alianza.

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Con citas breves de Caritas España, AICA Argentina, Domradio Alemania.

 

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