ARGENTINA, Navidad Solidaria, Maria Fischer •
“Hoy puedo decir que sentí a Jesús nacer en mi corazón”, se lee en una story de Instagram de la Navidad Solidaria 2021 en La Plata. Testimonio de uno de los jóvenes que salieron, en la Nochebuena, a las calles de La Plata para compartir la alegría de la Navidad con los que allí están, para transformar la Navidad de los que están solos. —
“Luego de recorrer la ciudad y ver todas las realidades que Jesús quiso poner en mi encuentro, hoy me siento feliz y dichoso de ver en el otro, en el hermano, en el solitario y en el desamparado a una clara necesidad de amor. La cual, creo, que es únicamente saciada con Jesús”, comenta Gerónimo Donati.
“Mi experiencia en Navidad Solidaria fue hermosa. Con mi grupo fuimos a la Clínica del Niño, a la DDI (Policía en Función Judicial) de calle 61, a una farmacia en calle 12 y al Sanatorio Argentino. Nos cruzamos con gente muy amigable con la que pudimos pasar un buen tiempo hablando. Se notaba que algunos necesitaban de esa compañía al estar solos en Navidad por su trabajo.
La verdad es que llena el alma ver que, con un simple gesto, le podés alegrar la noche a alguien que no puede pasar la Navidad con su familia. Navidad Solidaria es una experiencia que tendrían que probar todos para disfrutar de una noche distinta”, dice Maximiliano Giannota.
Desde hace 20 años en plena Nochebuena, un nutrido grupo jóvenes se congregan a partir de la 1:30 AM en el Santuario de Schoenstatt de la ciudad de La Plata, para participar de la Navidad Solidaria.
Los mueve la intención de hacer llegar la alegría de la Navidad a todos lo que, por múltiples razones, no pueden vivirla con sus seres queridos, sea porque están solos, o en situación de calle, por estar enfermos en un hospital, o bien porque deben cumplir un horario de trabajo y no pueden estar junto a sus familias.
El origen de la Navidad Solidaria
La Navidad Solidaria comenzó en medio de los momentos de gran incertidumbre y desesperanza de la crisis del diciembre de 2001. A lo largo y a lo ancho de la Argentina, los saqueos eran noticia y retrataban la tragedia de un país sumergido en la peor crisis económica de su historia reciente. Los actos de vandalismo y las muestras de descomposición social alcanzaron incluso a pequeños comercios y restaurantes. Renunció el entonces presidente Fernando De la Rúa y en esos siete días de saqueos fueron asesinadas siete personas.
En esa situación donde reinaba la desilusión y la angustia por el futuro, un grupo de 20 jóvenes del movimiento de Schoenstatt se decidieron a dar un signo de que algo diferente se puede hacer, porque aún en medio de grandes crisis, sigue siendo Navidad y Jesús vuelve a nacer, en medio de la noche y en un pesebre, para dar esperanza y alegría a los que sufren.
Hoy, 20 años después, ese grupo creció a más de 200 integrantes pertenecientes a distintas comunidades religiosas y movimientos juveniles de la Arquidiócesis de La Plata, para vivir ese mismo espíritu de ser comunicadores de la alegría de la Navidad y “Testigos de Esperanza”. Cada 24 de diciembre salen a hospitales, plazas, estaciones de servicio, comisarías, cuartel de bomberos, paradas de micros, locales comerciales de la ciudad, servicios de guardia, para compartir fraternalmente un gesto de cercanía junto a un pan dulce, una estampita, y un momento de diálogo.
La Nochebuena en la calle
Esta madrugada del 25 de diciembre de 2021, entre los participantes se armaron grupos de 5 o 6 personas, que, caminando o con vehículos, recorrieron distintos puntos de la ciudad y sus alrededores para llevar un mensaje de paz y solidaridad
Una vez que cada grupo finalizó el recorrido, alrededor de las 5:30 hs, todos volvieron a reunirse en el Santuario de Schoenstatt para compartir un testimonio de lo realizado y concluir con la Misa de Navidad al alba, que fue presidida por el obispo auxiliar Mons. Jorge E. González.
Entre los participantes de la Navidad Solidaria se encuentra Seba Iakonis, que desde hace varios años registra la movida de los jóvenes platenses y la sube a su canal de YouTube con una síntesis de cómo se vive la madrugada del 25 de diciembre. Él nos explica que “uno sale al encuentro de aquellos que están atravesando una Navidad solitaria. Porque Navidad es el nacimiento de Jesús, la llegada de un signo de esperanza, luz y alegría para el mundo y queremos llevar a todos ese mensaje de alegría”.
Los recuerdos de los primeros
El padre José María Iturrería, quien, como joven universitario, estuvo en los comienzos, dice que “se sale a transmitir un mensaje de esperanza, de que existe un futuro posible, de que no todo está perdido, porque Jesús vuelve a nacer. Compartir un pan dulce, una estampita o un momento fraterno, aun en momentos de crisis, es un signo de que la alegría se puede comunicar aún en las situaciones más difíciles. Recuerdo parar micros y desconcertar a los chóferes porque en vez de pedirles el boleto, les dijimos “¡Feliz Navidad! Te queremos regalar un pan dulce y celebrar con vos”.
Carlos Fiorucci, otro integrante de los comienzos, nos relata que “Con 19 años, en el 2002, participé de mi primer Navidad solidaria. En ese momento éramos unos 40 jóvenes con algunos sacerdotes. Lo mejor de esa experiencia fue ver como un gesto tan simple, le cambia tanto a quien no pudo pasar la Navidad con su familia. Y ese día tuve el primer click para entender que el cambio empieza por cada uno, de no esperar a que otros se encarguen de cambiar la realidad, sino que tenemos que ir nosotros a ser protagonistas. Me acuerdo de momentos de mucha emoción, de gente que no esperaba compartir un pan dulce con alguien esa noche porque le tocó trabajar. Hoy ya con 38 años, teniendo 2 hijas, valoro mucho más que antes esto que hacíamos. No salir de «fiesta» con amigos esa noche, para poder regalar ese gesto tan importante para quienes no pueden ver a sus hijos, a su pareja, a sus hermanos por tener que trabajar. Fue una escuela para la vida, que me dejó amigos y una huella muy importante”.
Tomá, llévaselo a otro
Sofi Andrade, una joven universitaria que participa desde hace un par de años, nos cuenta: “Antes de conocer Navidad Solidaria no le encontraba mucho sentido a quedarme trasnochando en Navidad. En el 2019 me contaron sobre esta iniciativa, que iban a hacer un encuentro previo para realizar unos pesebres que serían entregados a las personas que nos encontremos en situación de calle, y no dudé en ir a la actividad. No conocía a casi nadie, pero me encontré con gente muy humana con ganas de hacer algo por los demás. Llegó el 25 a la madrugada y fui para el santuario de Schoenstatt. Había mucha gente, me acuerdo de que explicaron la dinámica de cómo nos teníamos que manejar, entonces formé un grupo con personas que no conocía e hicimos el recorrido en auto.
Nuestro primer punto fue la terminal de ómnibus y allí nos encontramos con mucha gente en situación de calle. Nos quedamos mucho tiempo hablando y compartiendo cositas navideñas para que ellos disfrutaran. Lo que más me impactó fue que al irnos, yo le dejé una bolsa con pan dulce y otras cosas a un chico y él me dice ‘tomá lleváselo a otro’. Entonces pensé: qué increíble, el que menos tiene, pensó en otra persona que está en la misma situación, y en vez de quedarse el pan dulce, me dijo que se lo lleve a otro.
Me llevo esa actitud en lo más profundo de mi corazón, que le carga de sentido a la Navidad y a la vida. Me da mucha esperanza”.
Nos encontramos con una realidad de ver personas durmiendo en la calle y que no tienen algo para comer
Entre los diversos testimonios de lo que dejó la Navidad Solidaria, Martín Cheves expresó: “Quiero compartirles lo que fue mi experiencia en Navidad Solidaria: Nos solemos dividir en grupo y los integrantes en el mío eran: Agustina Celentano, Matías Mariescurrena, Agustín Olavarría, Estefania Ojeda, Paola Silva y Yessica Silva.
Fue una noche de aprendizaje y de risas, de escuchar a cada trabajador que fuimos a visitar en una noche que quizás quieran pasar tiempo con sus familias o estar descansando tranquilos en sus casas, pero no pueden. También nos encontrarnos con la realidad de ver personas durmiendo en la calle y que no tengan algo para comer en una fiesta como la Navidad; sin embargo, con nuestro grupo no nos quedamos al margen, sino que fuimos a lo directo: ayudar en darle un pan dulce, garrapiñadas y algunos budines para que tengan algo al despertarse y tengan esperanzas de que en algún momento de la vida va a cambiar o a mejorar. Especialmente escuchamos al otro, acompañamos a la gente en los buenos y malos tiempos”.
Se ve y se siente la presencia de Jesús en cada corazón que cruzamos y entre nosotros
“Navidad Solidaria es un testimonio súper concreto sobre lo que Dios hizo con nosotros al regalarnos personas que se preocuparon cuando necesitamos algo. Es salir al encuentro de la gente que está sola para que se sientan acompañados por ese Jesús que nace y que quiere llegar a todos.
Jesús es un niño, y como María lo trajo a nosotros, necesita que nosotros lo llevemos a los demás.
En la Navidad Solidaria se vive a flor de piel la venida de Jesús a nuestros corazones al encontrarnos con la sonrisa y el agradecimiento del hermano que está en la calle. Se ve y se siente la presencia de Jesús en cada corazón que cruzamos y entre nosotros.
Llenemos los corazones de Esperanza llevando a Jesús al encuentro con los demás, así como Dios nos lo regaló a través de María y de la gente que, en nuestro camino, fue fiel instrumento de su Amor y su Paz dándonos a nosotros la Esperanza de que junto a Él todo es posible.
¡Muy Feliz Navidad a estos 20 años de la Navidad Solidaria!”, comenta Juan Martín Dagostino.
“Navidad Solidaria no es un delivery de golosinas navideñas, ni un saludo espontáneo, pasajero como cualquier otro. Es un encuentro genuino, sincero, en donde la sorpresa de los receptores se transforma en alegría… Como los niños abriendo regalos quizás” relataba Seba Iaconis desde el Instagram de Navidad Solidaria. “Y quizás haya corazones endurecidos que no se abren al encuentro con nosotros, pero el gesto, el regalo y el saludo podrían dejar resonando varias cosas en cualquier corazón”.
Navidad Solidaria: “Hoy puedo decir que sentí a Jesús nacer en mi corazón”.
Colaboración destacada: P. José María Iturrería, La Plata, Argentina
