ALIANZA SOLIDARIA EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS, Juan Barbosa •
Una escala obligada puede ser el comienzo de algo hermoso. Un “alto en el camino”, impensado, no programado, puede significar también un nuevo destino….Una nueva llegada a personas que, del otro lado del mundo, son “e-visitadas” por un mensaje de la Virgen María. ¿Cómo es esto?—
Cassio, un integrante de la Familia de Schoenstatt de Brasil y del Dreamteam de schoenstatt.org, de viaje por Europa llegó al Santuario de Lisboa como una escala intermedia en su viaje de regreso. “Quería visitar mi casa” como él dice en su peregrinar hacia allí, el Santuario Cenáculo de la Familia del Padre.
En el ingreso, las tres letras de la M.T.A. (Mater Ter Admirabilis) realizadas en la típica piedra calzada portuguesa reciben al peregrino para adentrarlo en el misterio de las Tres Gracias del Santuario….De todo Santuario de Schoenstatt en el mundo.
Le pareció un lindo símbolo y, de pie, tomó una foto de esa linda imagen de las tres letras. En ella, salieron también los pies de Cassio…¡Todo un símbolo!.
La Mater necesita de nuestros pies para avanzar…Para llegar a los demás y al mundo.
¿Pero cómo hacerlo en estos tiempos donde el Covid-19 nos lleva a permanecer quietos…en cuarentena?
¡La Mater nos dice…” ¡VAMOS! Tenemos que aprovechar todos los medios disponibles para llegar a los demás y acercarles calma, serenidad y confianza en mi Hijo”.
Y es así como esa foto, a escasas horas de compartida por Cassio, recorrió cientos (¿Por qué no miles?) de hogares de Argentina, Brasil, Bolivia, México, Venezuela, Chile, Paraguay, Costa Rica, Panamá y distintos países de Europa… ¡La Mater no se queda quieta y mucho menos en tiempos de crisis!
Crisis significa oportunidad… ¿Aprovecharás tú, querido lector, para “e-llevarla” a nuestra Madre y Madre de Dios a los demás en estos tiempos de desasosiego?
Desde aquí te invitamos a que, desde tu cuarentena, utilices todos los medios digitales disponibles para acercarte a los demás y con ella. ¡Tu esfuerzo no será en vano!
¡Vamos MTA!
Vamos MTA
Gracias, Cassio, por llevarnos a Lisboa. Estuvimos contigo, rezando por tu vuelta a Brasil. No nos veíamos , pero estábamos todos. Ese es el misterio de estos tiempos. Saludos, ya sabes, en Madrid te esperamos cuando esto pase, que pasará.
¡Hola!. Jamás comento mis notas pero permitanme hacerlo por primera vez…
Vi la foto y los pies y en mi interior resonó una voz que decía, bien conciso, lo que plasmé en el escrito en tan solo unos pocos minutos.
Mi invitación: ¡Escuchemos al Espíritu que nos habla!. ¡Son increíbles las cosas que podemos hacer con Él!.
¡Qué bueno Cassio que fuiste al Santuario en Lisboa!