PARAGUAY, Lourdes y Jaime Ortiz •
El Rosario de la Aurora nació el sábado 5 de marzo de 1999 en el Santuario Joven de Asunción. Como antecedente, nos remontamos al mes de diciembre de 1998, cuando se realizaba en Tuparenda la tradicional Jornada de Planificación de la Familia de Schoenstatt, en la cual se sacarían el lema y los objetivos para el año 99.—
Nosotros participamos en calidad de jefes recién electos de los Miembros de Liga de Asunción. En un momento de esa jornada, en el compartir con los demás participantes, los representantes de la diócesis de Ciudad del Este comentaron que ellos estaban llevando adelante un “Rosario de la Aurora” como preparación y ofrecimiento al Capital de Gracias por la próxima bendición del Santuario Terruño, que en aquel momento aún no iniciaba su construcción física.
Con Jaime quedamos tocados profundamente por esa iniciativa, ya que somos fieles devotos del santo rosario, y desde que nos eligieron para el encargo veníamos pensando qué ofrecer de regalo a la Mater, ante el desvalimiento que uno experimenta frente a un encargo y responsabilidad de ese tipo.
Ambos lo vimos como un regalo y una voz de Dios, y nos llenó de emoción comprobar que la Mater habla siempre y muestra los caminos.
Ese era el aporte que los miembros de la Liga podíamos ofrecerle para seguir creciendo como incipiente comunidad que empezaba a organizarse y afianzarse dentro de la Obra Familiar.
Lo hablamos con nuestro asesor de aquel tiempo, el P. Mariam, el apellido no me acuerdo cómo se escribe y, aunque no le entusiasmó mucho la idea, nos dio su sí paternal.
Santa Misa después del Rosario de la Aurora. Celebrante: P. Reginald, Nigeria
La Mater cuidará perfectamente
Empezamos oficialmente ese sábado 5 con un regalo más de la Mater, totalmente impensado: Una hermana de la Liga, muy activa, muy querida, sufrió un grave problema de salud y estaba internada en terapia intensiva luchando por su vida.
Se inició entonces el Rosario de la Aurora, con el deseo de construir y servir a la Liga, de la mano del rosario, y con un sello muy fuerte de pedir un milagro de sanación. Milagro que se dio, y hoy ella sigue fiel a su Alianza de Amor.
Luego, la nietita de otros miembros fue diagnosticada también de una enfermedad en torno a la cual seguimos unidos en oración y fe. ¡Hoy Gaby es el ángel del Rosario de la Aurora!
Con los años decayó bastante la asistencia. El horario de hecho no es fácil, así como otros varios factores.
Perseverar en la fe
Los asesores llegaron a insistirnos que lo dejáramos ya. Varias veces nos lo pidieron. Y nosotros dijimos siempre que NO. Pero con obediencia, dijimos que, en todo caso, nos alejábamos de dirigirlo y motivarlo, pero que le dejábamos a la Mater que decidiera su continuidad o no. ¡Y siempre se mantuvo un grupo con los matrimonios Cubilla y Batella, quienes se mantuvieren fieles!
Hasta ahora vemos con mucha alegría que hay fieles, fidelísimos instrumentos, que regalan a la Mater, en la aurora de todos los sábados, la oración que más le gusta… ¡el santo rosario! ¡Gracias, oh Dios, por tu bondad!
