Publicado el 2017-01-15 In Alianza solidaria, Francisco - iniciativas y gestos

En estos días de tanto frío pienso, y los invito a pensar, en todas las personas que viven en la calle…

Maria Fischer, Redacción schoenstatt.org·

«En estos días de tanto frío, pienso y los invito a pensar en todas las personas que viven en la calle, azotadas por el frío y tantas veces por la indiferencia. Desgraciadamente, algunos no han sobrevivido, pidamos por ellos y pidamos al Señor que caliente nuestro corazón para poder ayudarlos» (Papa Francisco – Ángelus, domingo 8 de enero de 2017).

«Por este mes de enero, comenzamos así», comparte Silvia Losada, de Tucumán. Han pasado tan solo dos días de la decisión, en el equipo de schoenstatt.org, de hacer suya la iniciativa del Papa Francisco de cambiar la tradición de décadas de las dos intenciones de oración mensuales del Papa (definidas con mucha anticipación) y difundir en su lugar, una «de plazo largo» y otra del último momento. Actual. Urgente. Una intención en el pulso del tiempo, como diría el P. José Kentenich. La respuesta medial y eclesial no fue tan fuerte. Para muchos, es simplemente demasiado espontáneo (o actual o con la mano en el pulso de tiempo) este Papa de 80 años, que entiende como pocos los desafíos pero también las oportunidades evangelizadoras de la era digital, con su rapidez y amplitud de la comunicación.

Tucumán se hace protagonista – y el Capital de gracias se llevará al Santuario Original y a los Santuarios de Madrid, Monterrey y Bamberg

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Poco después del anuncio de la intención actual de enero, Silvia Losada, del equipo de schoenstatt.org contó: «Ya lo difundo en todos los grupos y mi contactos de WhatsApp. En cuanto a llevar el Capital de gracias al Santuario mensualmente, me ofrezco, pero quisiera hablarlo con el equipo de Pastoral de Santuario para coordinar». Dos días más tarde, se ampliaba el compromiso: «De acuerdo a lo que les había adelantado, el Santuario Jardín de María, de Tucumán, Argentina, ¡se une a la iniciativa! Los encargados serán Lilian y Antonio Haskour, de Pastoral de Santuario. Ellos ya colaboraron en la difusión cuando rezábamos en Alianza solidaria por los Santuarios del mundo. Estamos viendo como difundir e incentivar para que entreguen el Capital de gracias para llevar cada mes al Santuario.»

Diseñaron un capitalario simple que ya se está difundiendo como inspiración para otros.

Eduardo Shelley y Gaby de la Garza se comprometieron a llevar el Capital de gracias al Santuario de Monterrey (México); entre el P. Egon Zillekens y Maria Fischer se hará la entrega en el Santuario Original, y ya desde el inicio, todo fue garantizado por parte del P. José María y los «dreamteamers» de Madrid para concretarla entrega en este Santuario.

Renate Siebenkäs, de la diócesis de Bamberg (Alemania), se fascinó con la idea. Aún busca inspiraciones para los aportes al Capital de gracias, para las personas sin techo que mueren de frío en las calles de las ciudades grandes de Europa, en las carpas de los refugiados varados en la Isla de Lesbos o frente a las vallas y cercas en los Balcanes. Pero fue justo ella quien nos ha regalado la imagen, el ícono de la intención de este mes y el Capital de gracias en alianza solidaria con el Papa y la gente expuesta a la inclemencia del invierno europeo. Hablamos de la foto de arriba, hablamos de la Mater en la nieve.

La Mater en la nieve

MTAimSchnee03.01 (3)La imagen de la Mater, cubierta de nieve. La Virgen María sin techo, sin paraguas, sin abrigo, en la nieve, con viento y temperaturas bajo cero. Azotada por el frío. Un icono de solidaridad con las personas a las cuales el Santo Padre quiere dirigir nuestra mirada: a los hombres, mujeres, jóvenes, niños y bebés (si, bebés) en Roma, en Colonia (son 500 – 600 personas que viven en la calle en esta ciudad de los Reyes Magos y del Carnaval), en Madrid, en Berlín, en París, en Budapest… Personas que por tantas razones perdieron su hogar.

Tengo un departamento lindo, caliente y seguro. Sólo mi auto vive en la calle por falta de un garaje. El otro día tenía una cita en otra ciudad, temprano. Salí para limpiar mi auto de nieve y hielo. El termómetro marcaba unos -10°C, y a pesar de tener un abrigo, después de 20 minutos, estuve congelada. Solo para darme cuenta de que la batería había muerto por el frio y otra parte de mi auto había sufrido un daño también. Al llamar al taller (y alquilar otro auto para poder llegar a tiempo a mi cita), el hombre en la línea de servicio me comentaba: «Bueno, si su auto está en la calle, con estas temperaturas hay que contar con daños graves…». Los 30 minutos en el frío, rápido e instantáneamente, se convirtieron en Capital de gracias por la gente de la intención de oración del Papa Francisco… y así cada momento de estar en el frío.

Una amiga me regaló, hace meses, un paraguas con un texto que dice: De hecho, quise salvar el mundo. Pero llueve. De hecho, salvo el mundo, saliendo bajo la lluvia y la nieve (lo detesto, en verdad), haciéndolo Capital de gracias, el «plus» que agregamos desde nuestro carisma al rezar por la intención «en el pulso del tiempo» del Papa.

Mirar, rezar, hacer: El Proyecto «Encuentro» en Madrid

La intención actual del Papa también hace pensar: ¿Qué hacemos concretamente en Schoenstatt por la gente que vive en la calle? Recuerdo el proyecto «Encuentro» en Madrid.

¿Qué significa el Proyecto Encuentro?
• Es acoger a las personas que viven en la calle.
• Es aprender a mirar con otros ojos mi ciudad, mis calles, mi barrio.
• Es tomar parte activa en la realidad que me rodea y no ser indiferente a lo que ocurre
• Es despertar la solidaridad, en un tiempo de crisis.
• Es la entrega a los demás, el amor al prójimo sin etiquetas ni prejuicios.

El Proyecto Encuentro es un ejercicio de hacer propios los problemas de los que me rodean y construir a través de mi testimonio un mundo mejor que contagie a otros y que acoja a todos.
Es caminar las calles con otros pies, mirar con otros ojos, abrazar con otros brazos. Es escuchar sin juzgar, hablar sin lamentar y acompañar sin imponer. Es ser consciente de que tenemos que ser una respuesta para el mundo de hoy que está herido y sin rumbo.
No podemos quedarnos en nuestras casas. Es hora de salir a ayudar al hermano necesitado.

Es así que salen, hace ya unos años, varios schoenstattianos y gente de buena voluntad para repartir comida, enseres, ropa o mantas de abrigo. El 23 de diciembre salieron para entregar mochilas con turrones, polvorones, latas, pan de molde, algo de embutido, un refresco y una prenda de abrigo …

Las 100 Casas

Días atrás, Mercedes Bonorino, envió a los misioneros, que acababan de entregar las fotos de sus ermitas para el mosaico de la Virgen Peregrina en Belmonte, un mail con la foto de la Mater en la nieve. Escribió:

«Como regalito te mando una foto: una prueba muy linda de los ecos de gracia que está produciendo esta corriente de ermitas que se unen a la misión de la Mater desde Roma, para llegar a los círculos más amplios de la Iglesia y del mundo. Una señora del sur de Alemania, que conoció Schoenstatt hace 2 años a través del boletín y schoenstatt.org, se ha enamorado de esta misión, se siente totalmente parte de la Sala Pozzobon en Belmonte. En el espíritu de Don João, visita esta ermita, cerca de Bamberg, cuya foto subió a la página hace unos meses. Ayer la visitó con -15°C de temperatura, digna discípula de Joao en la nieve, tal como él anduvo bajo el sol abrasador…».

No hay sólo gente que sufre el frío por no tener casa. Hay quienes sufren del sol abrasador, de lluvias torrenciales, de condiciones higiénicas deplorables… Para algunos de ellos, construimos casas, estas 100 casas solidarias que ya son casi 200. Cada aporte para estas casas, sean donaciones, construcción, logística, artículos, traducciones… es aporte al Capital de gracias por la intención del Papa.

El lunes 16 salen unos 75 jóvenes en peregrinación a los lugares santos del Santo Cura Brochero, ofreciendo rezar y llevar las intenciones de todos. Una intención que llevarán es la del Papa Francisco. La del pulso del tiempo, la de la Alianza Solidaria. ¿Queremos salvar el mundo, aunque llueva?

 

La misericordia renueva y redime, porque es el encuentro de dos corazones: el de Dios, que sale al encuentro, y el del hombre. Mientras este se va encendiendo, aquel lo va sanando: el corazón de piedra es transformado en corazón de carne (cf. Ez 36,26), capaz de amar a pesar de su pecado. Es aquí donde se descubre que es realmente una «nueva creatura» (cf. Ga 6,15): soy amado, luego existo; he sido perdonado, entonces renazco a una vida nueva; he sido «misericordiado», entonces me convierto en instrumento de misericordia.

Papa Francisco, MM16

 

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1 Responses

  1. Nora Pflüger Totti dice:

    Excelente artículo, y qué bueno es recordar que no sólo el frío hace sufrir. En este momento, en mi ciudad, La Plata, estamos agobiados por un calor húmedo abrasador, y familias enteras están padeciendo la falta de agua y de servicios higiénicos elementales, ante la indiferencia de los responsables del suministro. Esto perjudica sobre todo a los ancianos y a los niños.
    Por supuesto, me uno a la oración por los que sufren más que nosotros.
    Nora Pflüger Totti

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