Publicado el 2013-06-21 In 100 casas, Alianza solidaria

Se pueden construir tres o cuatro casas… y se van a construir

PARAGUAY, mda.“¡¡Gracias de corazón por todo!! Aunque no consigamos todo el dinero, conseguimos algo y construimos casas para las familias que están en las peores condiciones”, escribe Ani Souberlich una semana después de la publicación de “un techo donde cobijar”. Con los cuatro primeros donativos – de Argentina y de Alemania – se puede empezar: cuatro de las treinta familias pasarán el también húmedo y frío invierno de Paraguay en una casa sencilla, muy sencilla, en vez de bajo unas bolsas de plástico tensadas con un par de palos.  Y todo por 200 € cada casa.

„Es una iniciativa muy buena, quiero colaborar”, así dice  pocas horas después de la publicación Rosa Ciola, de Buenos Aires – Argentina. Más rápidos que ella fueron dos donantes de Alemania, que, sin pedir muchas aclaraciones,  hicieron una transferencia por PayPal,  el mismo día en el que se mandó la noticia con el boletín. Otra donación se anunció pocos días más tarde. La solidaridad se puede tocar con las manos. Solidaridad en la alianza de amor más allá de las fronteras.

Salimos a la periferia

Existe un pequeño grupo de personas jóvenes en Paraguay, que han hecho propias las palabras del Papa Francisco y salen a la periferia, donde fueron a parar las familias, que esperando unas oportunidades un poco mejores, se trasladaron del campo a la ciudad. Uno siente el recuerdo de la “Ciudad de la alegría” de Dominique Lapierre, cuando Ani Souberlich relata de las familias que clavan un par de palos en el suelo húmedo de una pradera, y sujetan encima bolsas de plástico de colores, para proteger a sus hijos pequeños de la lluvia. Niños pequeños resfriados,  enfermos, hambrientos…Salimos a la periferia, dice Ani Souberlich. “y experimentamos que es verdad lo que dice el Papa Francisco: en la periferia se vive la fe de manera más intensa”. Alianza solidaria con el Papa Francisco en las calles de Asunción – y entre los lectores de Schönstatt.org.

Naturalmente hay también otras reacciones. “Si lo que quieren es reparar a toda costa tejados rotos, que lo hagan y nos dejen en paz “, fue el comentario de un joven de la JM de Alemania.

Pura solidaridad

El grupo de Paraguay sigue, entre tanto, haciendo planes: el próximo año quieren organizar cursos de carpintería, cerrajería, costura y cocina, para que jóvenes y adultos puedan tener la oportunidad de encontrar trabajo. De momento existen algunos puntos de encuentro con empresas de Asunción. “Con una sola empresa que se haga cargo del coste de los materiales, se podrán ofrecer los cursos gratis”, dice Ani Souberlich. También tienen la esperanza de tener no solo un techo sobre sus cabezas, sino una vida con dignidad, con trabajo, con un salario propio…con futuro.

Parece que surge en las calles de Asunción un proyecto de la cultura de alianza, de la alianza solidaria con los más pobres de los pobres, motivado por el Papa Francisco. Aún es tiempo de colaborar. Aún existe la posibilidad de obtener una de las cinco tarjetas con mensajes manuscritos por el padre Kentenich – como agradecimiento por la solidaridad de su corazón. Porque no se trata de tejados rotos, se trata de personas y se trata de palpar el cuerpo de Cristo en los pobres, como dice el Papa Francisco.

Original: alemán. Traducción: M. Paz Leiva, Madrid, España


Actualización 21 de junio, a 100 días del pontificado de Francisco: 5 casitas más…

 

Cuenta bancaria para giros desde Europa (zona SEPA)

IBAN DE08400602650062268615
BIC GENODEM1DKM
Uso previsto: Un techo para cobijar

Contacto para envío vía Moneygram

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