PERÚ, Queca Espinoza. El jueves 9 de mayo en una reunión de la rama de señoras (madres) de Schoenstatt todas fueron invitadas a apoyar a dos jóvenes del Callao a fin de que pudieran participar de la Jornada Mundial de la Juventud, que se hará del 23 al 28 de julio en Río de Janeiro, Brasil con la presencia del Papa Francisco.
Fue una gran alegría participar de un exquisito té con la compañía de buenas amigas, con el hermoso espectáculo de bailes de la marinera peruana y de tango, poesías ofrecidas a las madres y abuelas en su mes, escuchar canciones de los Beatles y la tan conocida de Diego Torres, “Color esperanza”… Fue un gozo para el alma que se reflejó en los rostros de las personas que colaboraron y ayudaron. La alegría fue aún más grande por haberlo ofrecido en alianza solidaria con dos jóvenes, aportando lo necesario para su participación en la JMJ en Río.
La importancia de la juventud en el Movimiento de Schoenstatt
Esta iniciativa nació motivada por lo vivido en el Congreso de Comunicadores de Schoenstatt en la Argentina, en noviembre del año pasado. Los participantes del Perú experimentaron nuevamente lo importante que es la juventud para el Movimiento. El Padre Kentenich comenzó su misión con jóvenes, algo que habrá que continuar siempre. Por eso el grupo de señoras realizó esta reunión para apoyar económicamente a los jefes de la juventud femenina y masculina del Callao. Ellos estuvieron presentes en la reunión y ofrecieron una representación del Padre Kentenich.
También se contó con la participación de Cristian Patiño, encargado del grupo de jóvenes peruanos que irán a la Jornada, y del Padre Paul Jaimes, quien al final de la reunión impartió la bendición a todos los presentes.
“Los desafíos y el dinamismo de la juventud”
fueron marcados por la Conferencia 2014 como uno de los cinco campos estratégicos del apostolado; los proyectos de este campo serán ofrecidos, junto a los de los otros campos, como dones de alianza 2014. Con la misma actitud de nuestro Fundador, “Dilexit ecclesiam”, traemos con humildad y alegría los frutos de la Alianza de Amor: una Familia de Schoenstatt renovada por la gracia del 2014, con nuestros “Siervos de Dios” y nuestros proyectos apostólicos. Como Familia Internacional de Schoenstatt nos ponemos al servicio de la Iglesia con todo lo que somos y tenemos: nuestras corrientes de vida, nuestros proyectos vinculados a nuestra Cultura de Alianza: Omnia Matri Ecclesiae. Pediremos al Santo Padre que nos envíe hacia el segundo siglo de la historia de Schoenstatt. (Documento de trabajo 2014).
Muchas gracias por el documento de trabajo que han incorporado a esta vivencia.
Quedamos en eso, permanecemos fieles.
Desde Lima-Perú queca espinoza