PORTUGAL, Hna. M. Paula. El miércoles cerca de 100 jóvenes peregrinaron hasta el Santuario de Schoenstatt para pedir un milagro a la Santísima Virgen. Su compañero y amigo Rafael, de 13 años, está en coma después de dos operaciones de urgencia al cerebro. Se trata de un grupo organizado para apoyar a Rafael. No pudiendo hacer nada más que rezar y unirse en el dolor, estos jóvenes llegaron hasta el Santuario a pesar de la tormentosa tarde.
Al llegar formaron un círculo tomados de las manos delante del Santuario. Como llovía mucho, aceptaron entrar al salón para hacer oración. Lloraron, cantaron y rezaron. Después, formando grupos, fueron al Santuario para hacer su compromiso personal con la Santísima Virgen pidiéndole por Rafael. En el Santuario se estaba rezando el rosario que fue interrumpido para que los jóvenes, en un momento de silencio, hiciesen oración. Uno de los más pequeños, se acercó al altar donde estaba el Santísimo expuesto y permaneció en oración. Uno a uno repitieron el gesto.
Un profundo silencio
Había un profundo silencio, una atmósfera intensa de oración de jóvenes y adolescentes que necesitan ayuda para aprender a luchar con el dolor de acontecimientos que no pueden entender y, particularmente, aceptan su impotencia ante estos casos.
Fue un hermoso gesto solidario de apoyo a la familia, especialmente la hermana de Rafael que estaba presente y recibió una decena del Rosario de nuestro Capital de Gracias. Las marcas en las ventanas de la sala expresaban los que tenían en el alma. Escribieron frases como “fuerza Rafael”. De algún modo salieron mejor que como llegaron al Centro Tabor: lloraron, hablaron sobre las cualidades del amigo y salieron consolados por la Madre y Reina que los acogió en su Santuario.
Fuente: http://schoenstatt50aveiro.blogspot.de/
Traducción: Carmen M. Rogers, Santiago, Chile
