Feria de artesanos y emprendedores en la ermita de City Bell

ARGENTINA, Maria Fischer •

Ya desde lejos se veían los carteles y las banderitas que adornaban la entrada de la ermita de City Bell en este caluroso sábado 18 de marzo. En el gran predio, con la Sala de Usos Múltiples, la ermita misma y el mural como fondo, se lucieron los stands de artesanos y emprendedores locales. Una alianza tan interesante como fecunda. —

Con Lilita y Carlos Ricciardi

Camino a La Plata para la jornada de inicio y la Misa de Alianza, con Lilita y Carlos Ricciardi, pasamos por la ermita en City Bell donde este día se llevaba a cabo la feria de artesanos y emprendedores. Llegamos y nos encontramos con una gran variedad de expositores con sus productos, y con muchos schoenstattianos bien conocidos – desde mi visita el año pasado y de tantos artículos.

Teresa Fiorucci nos dio la bienvenida. ¿Hay ermita hoy?, la pregunté, y “Si, hoy hay ermita”, me contestó. No sólo se presta el espacio a los artistas y emprendedores locales, también hay ermita. Hay ermita, o sea: están los schoenstattianos para acoger, en el pleno sentido de la palabra, a los artistas y emprendedores como a los visitantes de la feria. Ofrecen su tiempo, su alegría del encuentro, su interés, y un buffet rico con empanadas, choripanes, gaseosas… No es “una feria” en su predio, es su feria. Es cultura de alianza, concreta.

Equipo

“…y estaba allí la madre de Jesús”

Antes de ir a la parilla para disfrutar de empanadas y charlar, hice un recorrido por los stands. Me impresionaron unos jóvenes que vendían chucrut en vasos de vidrio, y que contaron con orgullo que hicieron cursos sobre fermentación para armar este negocio. Había varios artistas que mostraban floreros – plantas incluso -, manteles de diferentes materiales, obras de decoración. Hermoso el stand de espejos, ¡con una guitarra de espejos!

El calor es agobiante, no hay mucha gente que visite la feria. “Un poco más llegaron cuando refrescó”, cuenta Teresa Fiorucci. “Pero ya estábamos muy cansados. Quizás la feria de abril la hagamos comenzando unas dos horas más tarde. Pero no la vamos a dejar. Solo hay que ajustar los horarios. Es hermosa la tarea”.

A la tarde, todos bailaron en sus stands. Alegría pura, una fiesta de creatividad y de encuentro. Es hermosa la tarea. Y como en las bodas de Caná, estaba allí la madre de Jesús.

Más de mil prendas vendidas en la Feria Americana

En el “rincón del cobijamiento”, o sea, donde se venden empanadas y choripanes, nos cuentan que el fin de semana pasado realizaron la Feria Americana, evento mensual donde se vende ropa donada a un precio muy bajo. “No regalamos, no damos limosna”, explicaron. “Es un tema de dignidad. La gente de escasos recursos compra las cosas que ellos eligen. Es compra, no regalo. Solo que aquí pueden comprar a precios accesibles”. Más de mil prendas se vendieron el pasado fin de semana. La Feria Americana es una de las muchas obras sociales de esta ermita, hechas con compromiso y alegría.

Gracias por todo, fue una tarde increíble

“Gracias por la amabilidad de siempre, Estela, Tere y a todos los que dan vida a esta hermosa feria”, comentaba uno de los emprendedores. “Gracias por toda una tarde increíble. Aunque hacía calor, bailamos todos”.

Gracias a la Feria, los artistas y emprendedores locales conocieron la ermita. “Super agradable el espacio, las compañeras y la organización”, comentó uno de ellos. “Es la primera vez que participo y volveremos a vernos en otra oportunidad”. En otra feria o, quien sabe, en una Misa o una catequesis o…

Dijo Paola Díaz: “Gracias a todos, muy lindo lugar, muy buena organización y la mejor calidez de todos … Brígida, una genia”.

“Todos somos emprendedores y algunos artesanos y a veces nos va bien y otras no tanto. Pero lo importante es estar acompañados sabiendo que tenemos un espacio en donde podemos compartir nuestro arte, nuestras vivencias y pasarlo lindo. Gracias a todos por esta tarde hermosa. Gracias a todas por el increíble día que pasamos. Nos vemos en abril”.

Hoy hubo ermita.