ALEMANIA, Melanie y Ulrich Grauert •
El pasado fin de semana se volvió a realizar el encuentro: “En torno a la mesa para líderes y empresarios” en el Centro de Schoenstatt de Memhölz en el Allgäu. —
Hace un tiempo atrás, nos llamó la atención un artículo de Harry Gatterer del Instituto del Futuro: ‘ZukunftsInstitut’ («Es tiempo de una contra vorágine»). Dice con respecto a nuestro tiempo: «Nos encontramos de nuevo en una enorme vorágine destructiva. Su evolución y sus efectos son difíciles de comprender. ¿Qué más está sucediendo, qué pasará después? ¿Dónde está arriba, dónde está abajo? Mientras miremos al torbellino en estado de shock, nos resultará difícil orientarnos. El tema ahora es utilizar la energía de la contra vorágine para salirnos del remolino». Esta especie de contra vorágine, volvió a tener éxito en el intercambio de experiencias compartidas, como siempre lo hemos hecho “En torno a la mesa» (IKAF: Academia Internacional Kentenich para ejecutivos).Debido a la pandemia, que sigue siendo lo suficientemente fuerte como para desbaratar los planes hasta el último día, esta vez también tuvimos una reunión híbrida con un total de 19 participantes. Cinco a través de Zoom y 14 participantes presenciales, que volvieron a funcionar en forma excelente, gracias a la ahora mejorada tecnología de sonido y vídeo.
Relaciones personales tienen como base los vínculos
Un participante nos habló de su búsqueda de un nuevo empleado. La búsqueda resultó extremadamente difícil, ya se habían contactado con 3 agencias de contratación y ningún currículum parecía encajar. De repente, un socio comercial se puso en contacto y dijo que se había enterado de la búsqueda de empleo y que tenía a la persona adecuada para el puesto. Se realizó la entrevista y se contrató al nuevo empleado.
Otro participante relató algo similar. También en este caso, la búsqueda de un nuevo empleado parecía imposible al principio, hasta que uno de los empleados de la empresa hizo sus sondeos. A través de un antiguo proveedor, se puso en contacto con una persona que acababa de renunciar y que buscaba un nuevo empleo. Incluso alguien del sector, una persona que por casualidad conocía bien su propia empresa debido a la larga relación de negocios y también por los constante contactos con sus empleados. La persona fue invitada a la oficina central, la conversación fue positiva y así fue como si un antiguo empleado regresara. Unos a otros “se conocen“.
En el intercambio entre ellos queda claro: buenas relaciones personales crean nuevos vínculos.
O las negociaciones con dos empresas de ascensores. Había que prorrogar un contrato de mantenimiento, pero la relación comercial con la empresa de ascensores original ya no estaba en las mejores condiciones. Cuando surgió un problema, la empresa se limitó a informar de que no era posible reparar el daño y ofreció un presupuesto elevado para reparar la avería. A través de relaciones, se estableció contacto con otra empresa de ascensores. Actuaron rápidamente y solucionaron el problema con una sencilla reparación. Ahora se le pidió a esta empresa de ascensores que hiciera una oferta para la ampliación del contrato de mantenimiento. La oferta era bastante más cara, pero en una conversación directa con la dirección se negociaron y mejoraron las condiciones para que la oferta fuera incluso más baja que la del proveedor original. En la conversación se explicó abiertamente que el precio era demasiado alto, pero que querían cambiar porque ya no estaban satisfechos con el antiguo proveedor y también porque acababan de tener buenas experiencias. La perspectiva era que querían hacer un nuevo compromiso a largo plazo y necesitaban fiarse de la empresa. La nueva compañía de ascensores se adjudicó el contrato.
La honestidad, la franqueza y la transparencia crean nuevos lazos
También en los negocios es importante la relación, la honestidad en el trato, una relación que se cultiva o una que va mal. A menudo no por culpa de alguno, sino por incompatibilidad entre las personas o de las circunstancias.
Esto puede ocasionar situaciones difíciles. Lo que importa en última instancia es el contacto personal: dar seguridad, mantener la cabeza en alto, seguir adelante incluso en situaciones difíciles.
Las relaciones personales se basan en los vínculos y los vínculos tienen que ver con la actitud interior.
La actitud interior de la alianza de amor conduce a tales relaciones. Simplemente ser abierto con la gente, tratar de entender al otro, buscar el compromiso. Esto es la expresión de una espiritualidad y de una actitud interior.
Hay diferentes grados de vínculos:
- Encuentro
- Relación personal (a nivel objetivo/relación comercial)
- Confianza
- Responsabilidad/compromiso
- Alianza
¿Cómo se crea un vínculo?
Entre las personas hay diferentes grados de comunicación. Al conocer a alguien, obtengo una primera impresión. Me quedo con esta primera impresión, que sigue siendo no vinculante. Luego el encuentro se convierte gradualmente en una relación. La relación puede seguir siendo bastante objetiva, por ejemplo, una relación de negocios: simplemente nos llevamos bien.
Pero a partir de ahí, se entra al terreno de la confianza. En el ámbito de la responsabilidad. En el momento en que paso de una relación puramente comercial al ámbito del compromiso, también hay una responsabilidad. Cuando me comprometo con alguien, tengo cierta responsabilidad por ese vínculo y también lo tiene la otra persona.
Y de este vínculo surge una alianza. Estamos firmemente vinculados, en diferentes niveles. Por ejemplo, en el trabajo, en qué nivel estoy, con este y aquel socio comercial. La tendencia siempre sería que se produzca el vínculo. Esto no siempre es posible, pero si lo es para algunas personas. Con estas personas incluso se puede construir una pequeña red de vínculos que brinde una mayor confianza.
Volver a estar juntos después de dos años, ¿qué hacer con las tensiones?
Este fin de semana no solo se compartieron observaciones exitosas de vida. Muchos participantes también trajeron consigo preguntas específicas de la gestión diaria.
Un tema que preocupa a los grupos, departamentos o equipos de proyecto que se reúnen por primera vez después de dos años de pandemia: ¿Cómo manejar las tensiones? ¿Qué hay que tener en cuenta?
Y a través del intercambio, se obtuvieron conclusiones prácticas para la vida diaria en el mundo laboral:
- Tomarse el tiempo para un encuentro de llegada, para una discusión abierta en el grupo, donde todos participan y opinan, nombrando y expresando cosas.
- No reprimir las tensiones, sino permitir que se expresen en palabras.
- ¡Celebrar juntos, alegrarse de volver a verse!
- Trabajo de corazón, divertirse
- Soportar, permitir las tensiones
- Dar espacio a las experiencias de los últimos años, ¿cuáles fueron los aspectos positivos, lo que no se «necesita» repetir, lo que se ha extrañado
- Trabajar juntos para encontrar de nuevo un orden claro y firme para nosotros mismos, una base común sobre la que nos apoyamos.
¿Qué me llevo?
El domingo, en la ronda final de «¿Qué me llevo?» de este fin de semana tan pleno, la energía de la contra vorágine se hizo casi tangible en algunos de los comentarios, cuando se dijo:
- Mi sueño: ser dueña de mi tiempo. Tal vez haya un pequeño momento cada día en el que pueda decir: ahora soy dueña de mi tiempo
- El ambiente aquí: la actitud que siempre encuentro en estos encuentros frente al trabajo y a los colaboradores. Un cargar las baterías. Me llevo algunas de las ideas concretas.
- Si no puedo cambiar la estresante situación laboral, puedo cambiar mi perspectiva: me alegro de tener tanto trabajo por hacer. Dejar de intentar cambiar la situación. Cuando trabajo, entonces trabajo, eso es bueno. Y cuando no estoy trabajando, entonces no estoy trabajando, eso también es bueno
- No pensar en dar el paso subsiguiente antes del siguiente paso
- El encuentro enriquecedor. La otra persona es importante.
- Sumergirse aquí es increíblemente beneficioso, trae nueva energía.
- Lo que me preocupa en este momento: ¡La situación individual de las personas! Dios se ha manifestado en nuestro camino a través de los acontecimientos de nuestro tiempo – ÉL está allí. ¿En qué forma está? ¿Cómo lo vemos, cómo vemos a la gente? ¿Cómo podemos fortalecer a las personas en todo lo que les concierne?
- Las catástrofes de los últimos tiempos nos han sacado un poco de nuestra supuesta seguridad. Hay inseguridad. Se tambalean las certezas que creíamos tener. Nos han sacado de nuestra autocomplacencia y tenemos que reorientarnos.
- La siguiente frase del Padre Kentenich «Donde Dios permite romper y destrozar, allí quiere construir algo nuevo. Debe ser un mundo maravilloso el que quiere crear sobre los escombros» ha recobrado un nuevo significado para mí: Dios no es destructivo, quiere lograr algo.
- No quedarse atascado en el problema, sino buscar soluciones constructivas.
- Llegué aquí echando humo por las orejas de tanto trabajo y la experiencia es la misma que tantas otras veces: uno se va a casa fortalecido. Fue bueno estar aquí en este grupo. También la gente nueva: cada persona aquí es enriquecedora.
- Para el futuro deseo estudiar aún más: ¿Qué son las voces del tiempo? ¿Qué ocurre a nuestro alrededor? Aprender a percibir lo que ocurre a nuestro alrededor, en este tiempo en el que nos encontramos. También: cuáles son los motivos de las personas para que actúen como lo hacen. Para poder entender.
- Se amplían los puntos de vista propios por la versatilidad de las áreas de negocio de los demás participantes
- Me llevo mis tarjetas y ya se lo primero que haré el lunes por la mañana.
- Me conmueve que los retos y los problemas que cada uno trae consigo se discutan abiertamente y también en forma polémica, lo que también incluye: yo lo veo diferente. Tengo la sensación de ser parte de este grupo. Estoy agradecido por eso.
También en esta ronda vuelve a brillar la visión de la IKAF.
Contacto:
Melanie y Ulli Grauert (IKAF)
familie.grauert@ikaf.academy
http://ikaf.academy
Original: alemán 03/04/2022. Traducción: Tita Andras, Viena, Austria
