ECUADOR, Giannina Ponce •
Después del desastre del aluvión, nuestros corazones entristecidos por la tragedia se alegraron al ver la solidaridad de todos los quiteños. Todos, pobres y ricos se unieron con un solo objetivo: ayudar a La Comuna y La Gasca, unos con palas y trabajo, otros recogiendo donaciones o prestando sus camionetas para trasladar todas las donaciones a La Comuna. —
Que alegría, en medio del dolor, ver como todos unidos somos más. Cuando Dios está en medio de nosotros no hay diferencias y eso debemos aprender.
Todas las personas, instituciones, universidades se volcaron a ayudar a los más necesitados. La colaboración llegó de todas partes, tanto que las instalaciones de “Niños de María” parecía una zona de guerra con policías, militares, voluntarios, donantes. Es por ello que queremos agradecer a todas las personas que confían en la Fundación Niños de María y nos han hecho llegar sus donaciones para así nosotros poder atender a los damnificados de esta catástrofe natural.
¡Nada de esto podría pasar sin su ayuda y colaboración! Nos sentimos orgullosos de poder llegar a la zona de desastre, ya que tenemos las manos llenas para compartir gracias a todas sus donaciones y ayudas.
Dios ha bendecido al Ecuador con gente tan solidaria: ¡Ahí está nuestra verdadera riqueza!
Para donaciones monetarias desde fuera: www.ninosdemaria.org/donaciones