ARGENTINA, Maria Fischer •
“Ustedes hacen bien a la sociedad con ese diálogo con el pasajero, aunque no le hablen de Dios, pero se acercan al alma de un hermano o una hermana y le abren un horizonte de esperanza”, dijo el cardenal de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, a los taxistas católicos reunidos en la catedral de Buenos Aires hace casi 20 años, en 2002. En la audiencia general de este 24 de noviembre, habla de San José, aquel “hombre que pasa inobservado, el hombre de la presencia cotidiana, discreta y escondida, pero que a la vez es un intercesor, un apoyo y una guía fundamental en los momentos de dificultad”, y me vienen a la mente los tres viajes en taxi compartidos estas semanas con Javier Maulén, taxista misionero de la Virgen Peregrina de Schoenstatt. —
Nos conocimos personalmente en un viaje de Buenos Aires a La Plata con unos colaboradores de schoenstatt.org. Más de seis años después, en noviembre de este 2021 y en viaje a Florencio Varela, seguimos con nuestro charlar donde terminamos la vez anterior, como si no hubiera habido esta interrupción de seis años. Aún sigue este apostolado sencillo de los taxistas que tienen una pequeña peregrina en sus taxis y un cartel que dice: “En este viaje nos acompaña la Virgen Peregrina de Schoenstatt y un cuaderno para sus intenciones. Nosotros rezamos por ellas”.
Seis misioneros en las calles de la gran ciudad
Algunos de los primeros taxistas misioneros por razones de edad y/o salud lo dejaron, otros se sumaron. Ahora son seis taxistas misioneros, junto a un nutrido grupo de “misionados”, como me explica Javier: los taxistas que reciben la visita de la Virgen Peregrina, realmente la reciben dos veces: una pequeña para el taxi, una grande para la casa.
Javier cuenta de los “tiempos dorados” de la misión, cuando recibieron, por parte del entonces asesor nacional de la Campaña, una Auxiliar de la Juventud, fuera de uso. Uno de ellos con mucho amor la arregló, y la llevaron a varias instituciones en la ciudad. “Ella visitaba a mucha gente, muchos la pudieron saludar”, recuerda Javier, con cierta tristeza. El nuevo asesor la solicitó para un campamento de la juventud en Córdoba, y nunca más volvió a los taxistas que tanto la amaron.
Viajes “schoenstattianos” y viajes por las calles
En Buenos Aires, los taxis circulan en las calles esperando pasajeros. Sin embargo, ahora son menos que en años anteriores, debido a la pandemia. Mientras que los demás taxistas misioneros están circulando y cualquier pasajero puede tener la gracia de viajar con la Virgen Peregrina y con un hombre que sabe escuchar, Javier desde el invierno pasado dejó el circular y se dedicó al transporte por solicitud, especialmente por parte de schoenstattianos que quieren ir a algún santuario.
San José, dice el Santo Padre, “nos recuerda que todos aquellos que están aparentemente escondidos o en «segunda línea» tienen un protagonismo sin igual en la historia de la salvación. El mundo necesita a estos hombres y a estas mujeres”. Javier Maulén con la Virgen Peregrina en su taxi, su rosario colgando del espejo retrovisor y su atención, un San José en las calles de Buenos Aires.
Que nadie experimente ese sentido de abandono que viene de la soledad. Muéstrate amigo con quien tiene mayor dificultad, Papa Francisco, 24.11.2021 Si está en Buenos Aires y necesita un taxi, ¡llámale a Javier Maulén, taxista misionero, y viajará con la Mater! El Papa Francisco con la bandera de los taxistas de Buenos Aires
tú que has custodiado el vínculo con María y con Jesús,
ayúdanos a cuidar las relaciones en nuestra vida.
Que cada uno se reconcilie con la propia historia,
con quien le ha precedido,
y reconozca también en los errores cometidos
una forma a través de la cual la Providencia se ha hecho camino,
y el mal no ha tenido la última palabra.
y como apoyaste a María y Jesús en los momentos difíciles,
apóyanos también a nosotros en nuestro camino.
Amén.